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Las ciudades de campistas encabronados en Israel

Un reporte sobre la primera expresión del descontento israelí contra su gobierno.

Hace casi un año, los israelíes se manifestaron para exigir al estado de Israel mejores condiciones de trabajo y, en general, de vida. Este fin de semana, Moshe Silman se prendió fuego en Tel Aviv para protestar por la explotación laboral y la negligencia de la que fue víctima por parte de las autoridades israelíes. Te traemos este reporte de Henry Langston sobre la primera expresión del descontento israelí contra su gobierno.

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Hace una semana, los israelíes de clase media salieron de sus casas para acampar en las calles, en protesta por el obsceno aumento a sus rentas y los abusivos costos de vida. Todo empezó en la plaza Habima en el centro de Tel Aviv, pero la gente pronto se percató, y a los clasemedieros se han unido migrantes desempleados, estudiantes y sindicatos.

Ahora puedes encontrar tiendas de campaña frente a las casas Bauhaus de 18 millones de shekels [60 millones de pesos] en el Bulevar Rothschild, y las calles de las principales ciudades y pueblos en Israel han sido devorados por la llegada de más tiendas de campaña y los gritos de protesta contra los elevados costos de todo.

La protestas tomaron al gobierno por sorpresa. Tantos años concentrándose en sus amigos estadunidenses y sus enemigos árabes, han hecho de los olvidados servicios sociales un desmadre, y la privatización del bienestar social y los servicios de salud han orillado a muchos israelíes a llegar más lejos de lo que pensaban. Ver a cientos de miles marchando por Israel fue tan sorprendente que el gobierno se vio obligado a considerar la cancelación de su receso de verano.

Platique con Oren Ziv y Keren Manor, dos miembros de un colectivo fotográfico llamado Active Stills (Fotografías Activas), para entender mejor estas protestas que han estado documentando.

VICE: Hola. ¿Por qué hay tantos israelíes eligiendo vivir en las calles en este momento?
Oren Ziv: Básicamente, los problemas sociales en el país se han vuelto insoportables para muchos israelíes. Muchos protestan por su vivienda, el desempleo y los costos de vida, en especial en el centro de Israel. Hay tantos problemas con los derechos de los trabajadores, los impuestos, el costo de los combustibles… La vida para la clase media y baja se ha vuelto muy difícil.

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¿Cuánto tiempo llevan estas manifestaciones?
Oren: Pues no salimos de la nada como los medios quieren hacerlos creer. Por ejemplo, los doctores llevan ocho meses de huelga y protestas diarias. En general, los pequeños sindicatos llevan un año intentando levantar a sus miembros para que tomen acción, con pequeñas manifestaciones y huelgas. El problema sólo captó la atención de los medios cuando las clases medias en las zonas más bonitas de Tel Aviv comenzaron a protestar y la ciudad de campistas comenzaron a surgir. Durante un rato, el gobierno realmente no entendía lo que estaba ocurriendo, y por lo tanto no reaccionaba.

Keren Manor: Ha sido una gran sorpresa para todos, porque la gente en Israel tiende a ser más apática sobre lo que ocurre a su alrededor. Estas grandes marchas han inspirado a muchas personas y se han involucrado.

A principios de esta semana se dijo que [el primer ministro israelí] Benjamin Netanyahu cancelaría el receso de verano del Knesset [Congreso israelí]. ¿Esto demuestra lo impresionado que quedó el gobierno por estas protestas?
Oren: En Israel llevamos décadas con los problemas sociales en el fondo de la agenda gubernamental; la ocupación y los constantes conflictos con Palestina y otros, siempre han sido más importantes. Llevamos desde 1948 bajo una ley de estado de emergencia que se renueva cada seis meses, y eso ayuda a atemorizar a los israelíes, para hacerlos pensar que los problemas sociales deben ser la última de sus preocupaciones. ¡La gente bromea que el gobierno comenzará a bombardear Irán para que la gente deje de protestas! Es obvio que eso nunca ocurriría, pero aunque sucediera, sería un poco tarde; hay tiendas de campaña y protestas en todo Israel. Después de ver la ciudad de campistas en la calle Rothschild, la gente empezó a pensar: “si lo pueden hacer ahí, lo podemos hacer en cualquier lugar”.

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¿El gobierno ha intentando hablar con los manifestantes para encontrar una solución?
Oren: Al principio el gobierno se reía y le decía a los manifestantes que eran sólo una bola de niños consentidos de clase media que deberían irse a construir asentamientos en el sur y hacer algo patriótico para variar, pero el problema es que no hay trabajo para lo jóvenes fuera de las grandes ciudades. Primero pensaron que era una broma o una farsa, pero hoy escuchamos que el presidente, Shimon Peres, invitó a los ‘líderes’ de las protestas a una junta para platicar sobre los problemas.

Supongo que eso suena prometedor.
Oren: El problema para el gobierno es que no hicieron nada al principio, y dejaron que se complicara tanto que les costará trabajo apaciguar el movimiento. Ahora, cualquiera con un reclamo social se ha unido al movimiento y éste sólo sigue creciendo. Israel, y en especial Tel Aviv, es uno de los lugares más caros para vivir en el mundo, porque muchos judíos ricos compran casas de verano en las que sólo pasan unos meses al año. Eso sube la renta y los precios de las casas. Israel podrá ser un país rico, pero los impuestos son más elevados que los de muchos países europeos. Así que una familia en la que ambos padres trabajan, sigue teniendo problemas para comprar una casa. La clase media está cayendo.

¿Qué puede hacer el gobierno para arreglar el problema?
Oren: El fin de semana había más de 150 mil personas manifestándose en todo Israel, y para un país de sólo siete millones, esas son muchas personas. Creo que eso sorprendió al gobierno todavía más, así que ahora se habla de una negociación. Pero la gente no quiere sólo un mejor estándar de vida, también quieren que todo el sistema de justicia social se vuelva más equitativo para todos.

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Keren: La gente está viendo las conexiones entre el gobierno y los ricos de Israel. En Israel, hay unas 20 familias que controlar todos los medios en el país, los periódicos, la televisión, las estaciones de radio, etcétera, y la gente se está cansando de estos monopolios y sus lazos con los partidos en el gobierno. La gente está pidiendo que el sistema de recaudación de impuestos sea más justo, y que las clases altas que evaden impuestos sean llevadas ante la justicia. También quieren un fin a la privatización de los servicios sociales, ya que la gente ya no los puede costear.

Una razón importante para esta privatización, y por lo tanto el alto costo de vida, es que gran parte del presupuesto del estado se va en mantener la ocupación y pagar por los asentamientos. Lógicamente, esto implica que el estado tiene poco dinero para gastar en otras cosas.

¿La preocupación del gobierno de Israel con los palestinos es la razón de esta situación?
Oren: Por supuesto que está conectado, aunque países como España y Grecia no tienen presupuestos de defensa tan masivos y aún así logran financiar servicios sociales adecuados. En Israel la situación es mucho más extrema debido a los asentamientos. La razón por la que no ves a las personas de los asentamientos en las protestas no es porque no estén invitados, sino porque reciben un subsidio para sus viviendas en Cisjordania, donde el transporte público cuesta la mitad. También pagan menos impuestos, y es por eso que no los ves en las calles. Tienes que recordar que Israel está manteniendo una ocupación, y por lo tanto se concentra en la seguridad: tienen que pagar soldados, reemplazar los tanques que son destruidos y las armas que disparan, y tienen que construir más paredes.

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Siendo realistas, ¿este movimiento podría derrocar al gobierno?
Oren: Pues se las está viendo difíciles. Saben que no pueden atacar a los campistas porque eso se vería mal. En Israel no tenemos grandes culturas de paracaidismo ni de fiestas callejeras, y la gente no tiene grandes reuniones sin permiso, pero ahora están apareciendo están ciudades campistas con cocinas comunitarias, y eso es algo nuevo para el país. No hay muchas huelgas ni manifestaciones de gran escala, así que ver a tantas personas en las calles y tener una discusión democrática para variar es un gran paso.

Creo que el gobierno está derrocando al gobierno poco a poco; por ejemplo, la semana pasada, el partido en el gobierno, el Likud, fue a los barrios más pobres de Tel Aviv donde se supone tienen una fuerte base de simpatizantes, pero los recibió una multitud de locales que bloqueaba las calles y gritaba: “Con sangre y fuego, los sacaremos del gobierno”. Sin ese apoyo, puedo ver a Netanyahu perdiendo su poder en las próximas elecciones. Aunque idealmente, preferiríamos que esto llevara a un mayor cambio social, más que a un simple cambio de régimen.

¿Ven esta lucha como parte de la Primavera Árabe?
Oren: No puedes ignorar la Primavera Árabe, está ocurriendo a nuestro alrededor y está todo el tiempo en los medios. Al principio, los israelitas se preocupaban de que la revolución en Egipto terminara en un régimen islámico, pero ahora entienden que eso no ocurrirá. Ahora muchos comparan las ciudades campistas en Tel Aviv con los campamentos en la Plaza Tahir en Cairo, es la misma atmósfera comunitaria y la misma sed de cambio. La diferencia es que en Israel tenemos muchos más derechos y no vemos la misma respuesta violenta del gobierno, así que es mucho más fácil manifestarse sin recriminaciones del régimen. Hasta el momento no hemos tenido necesidad de manifestarnos con violencia.

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De hecho, la comparación correcta sería con las protestas españolas, Democracia Real Ya; muchos de los manifestantes israelíes estuvieron en España en su momento y trajeron consigo algunas de las ideas, por eso tenemos las mismas ciudades con casas de campaña, las mismas discusiones comunitarias y una verdadera necesidad de manifestarnos pacíficamente. Pero definitivamente ha habido algo de inspiración de la Primavera Árabe, hemos visto carteles que dicen: “Mubarak, Assad, Netanyahu” o gente que grita: “Tahir está aquí”.

¿Cómo ha reaccionado la policía ante las protestas?
Oren: Al principio no tenían problema y dejaban que las ciudades campistas aparecieran, ya que técnicamente se trata de un problema municipal, no un problema de la policía. En general, en lugares como Rothschild, no han tocado a nadie, pero en los barrios de la clase baja han sido más agresivos. La policía fue particularmente agresiva cerca de la estación de camiones donde hay un campamento compuesto principalmente de inmigrantes ilegales e indigentes, y donde hay mucho tráfico de drogas. El municipio lo desmanteló tres veces en una semana con ayuda de la policía.

La semana pasada, durante la primera gran demostración, la gente coreaba: “Amamos a la policía” porque la policía no se puede sindicalizar y sufren por los mismos problemas de los manifestantes. Pero cuando la policía intento desalojar las calles, arrestaron a algunos manifestantes, así que la multitud intentó impedir el paso de las patrullas y bloquear las calles. Normalmente, si se tratara de palestinos o activistas de izquierda, habrían sido golpeados de inmediato, pero la policía no hizo nada durante una hora antes de empezar atacar a las personas. Tel Aviv no es como Europa; la gente no arroja piedras ni bombas molotov contra la policía, no tenemos la misma mentalidad. Aunque ahora que lo digo, ha habido un par de situaciones en las que se han arrojado piedras. ¿Quién sabe que pasará cuando las protestas se hagan más grandes? Y eso va a pasar.

¿Cuál es tu opinión sobre la ley antiboicot aprobada por el régimen de Netanyahu el mes pasado, la cual prohíbe a los israelíes apoyar boicots internacionales contra su país?
Keren: Es sólo otro ejemplo de cómo el gobierno se está volviendo menos democrático. Al aprobar esta ley, Israel mostró su verdadera cara al mundo y al público israelí. Por desgracia, es sólo una de las múltiples leyes antidemocráticas que están siendo aprobadas. Otro ejemplo es la ley que considera ilegal una reunión de más de tres personas en la calle. Otra es la ‘Ley Nabka’, la cual prohíbe a las escuelas enseñar o hablar del ‘Nabka’ o ‘La Catastrofe’ [una frase palestina que describe el nacimiento del estado israelí]. Estas leyes muestran hacia dónde se dirige Israel.

¿Eso los asusta?
Keren: Ya me acostumbré a vivir así, pero muchas personas siguen siendo apáticas a la opresión del estado de Israel y no se dan cuenta la clase de país en el que viven. La democracia en este lugar está muy frágil, hoy es una democracias, mañana quien sabe.

FOTOS: OREN ZIV AND KEREN MANOR FROM ACTIVE STILLS
ENTREVISTA: HENRY LANGSTON