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Cultură

La guía VICE de las mejores piscinas

Este verano (como todos) las piscinas cuentan más que la playa.

Foto: Blinding Light

A menos que te encuentres entreel cuatro por ciento de los afortunados que tienen piscina en casa, vas a tener que ingeniártelas para darte un chapuzón en la ciudad este verano (al no ser que te guste bañarte rodeado de compresas, condones usados y si es que tu ciudad tiene playa). Como siempre, va a hacer un calor de cojones pero hay algo que puedes hacer para sobrellevarlo. Por cierto, nos hemos pasado todo el invierno escuchándote decir que "te mueres de ganas de que llegue verano", así que, si ahora empiezas a darnos el coñazo con que hace demasiado calor, te vamos a dar un par de guantazos, que lo sepas. Normalmente, las piscinas están ocultas tras vallas, puertas cerradas y controles de seguridad, y por eso hemos tardado un poco en encontrar las mejores. Aquí te las presentamos.

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PISCINAS MUNICIPALES

La mayoría de barrios residenciales de la ciudad cuentan con una piscina pública, descubierta o no. Están bien, pero suelen estar super petadas de gente, todo el mundo se mea en el agua y los horarios de cierre son demasiado pronto. En invierno las cubren con unos toldos gigantes (que básicamente suponen un terrible obstáculo para poder jugar a las ahogadillas), pero en verano el agua está sólo a una verja de distancia. No vamos a explayarnos más en el tema porque todo el mundo se ha colado en una piscina pública alguna vez.

Piscinas recomendables: Casa de Campo (Madrid), Picornell y Montjuïc (Barcelona).

Probabilidades de que te pillen: El único momento divertido para colarse en una piscina pública es a última hora de la noche, cuando vas super ciego y no piensas siquiera en las posibles repercusiones. Asegúrate de no hacer ruido porque apenas habrá tráfico en las carreteras y tus gritosdeborrachoenplan "¡Va … hazlo otra vez!" reverberarán en el agua y llegarán a los bloques de pisos cercanos en menos tiempo del que uno tarda en beberse la primera cerveza en un día caluroso.

PISCINAS DE HOTELES PIJOS

Probamos suerte en estas piscinas, convencidos de que era poco probable que mucha gente intentara colarse en una de ellas y, por lo tanto, el nivel de seguridad sería laxo. Pero no fue el caso. Intentamos colarnos en la piscina del Hotel Omm de Barcelona porque alguien nos había dicho que era la hostia. Entramos e intentamos encontrar los ascensores, pero no nos dio tiempo: el segurata nos había pillado en menos de 30 segundos. Nos preguntó si podía ayudarnos y le dijimos que íbamos a la piscina. Nos preguntó si nos hospedábamos en el hotel y le dijimos que sí. Entonces nos preguntó el número de nuestra habitación y nuestro nombre y, como no estábamos registrados, nos puso de patitas en la calle. Se quedó de pie en la entrada, observándonos hasta que doblamos la esquina. Así que no podemos decirte cómo es esta piscina, pero debe ser muy especial. Las cámaras de seguridad, las tarjetas electrónicas, los ascensores, el personal que sospecha de todo y la imposibilidad de una escapatoria rápida hacen que intentar colarse en una piscina de un hotel pijo resulte inútil.

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La buena noticia es que siempre hay excepciones y logramos colarnos en unas cuantas piscinas de hoteles de lujo. Pero ten en cuenta que vas a llamar más la atención que un negro en una reunión del KKK así que no alces la voz y se discreto. Fuimos al Majestic de Barcelona: directos al ascensor y de ahí a la terraza. Nos metimos en el agua y nadamos un rato. Luego salió la camarera y nos preguntó nuestro número de habitación. Nos inventamos uno, pero no existía, de modo que nos dijo que, si no éramos huéspedes del hotel, no podíamos usar la piscina, a menos que nos tomáramos una bebida o algo de comer. Nos pedimos un agua mineral. La piscina es bastante pequeña, pero tiene unas vistas magníficas sobre la ciudad y el mar.

Sin ningún género de dudas, la mejor es la del Hotel Arts de Barcelona. Entramos, nos metimos en el ascensor, y subimos al bar y a la zona de la piscina. Cuando llegamos estaba llena de gente vestida de traje porque había una convención de banqueros americanos. Llevaban tarjetas de identificación prendidas en las solapas y bebían champagne a sorbos alrededor del agua, mientras hacían contactos. Nos tomamos unas copas gratis (para confundirnos con la masa) y nos tumbamos al fresco en unas hamacas que había junto a la piscina, que tiene vistas al mar. No nos echaron ni nos molestaron lo más mínimo.

Pero, en resumidas cuentas, entrar en estas piscinas es bastante peliagudo. En la mayoría de los casos, si lo que te apetece es nadar en una piscina como la que sale en Lost In Translation, tienes dos opciones: o pagar una habitación o quedarte en el bar del hotel hasta que te ligues a algún huésped y, con suerte, te deje sus llaves cuando se vaya a trabajar. PISCINAS

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Piscinas recomendables: Las del NH Parque Avenidas y Hotel Urban en Madrid son bastante fáciles; las del Hotel Arts, Majestic y Axel en Barcelona, lo dicho.

Probabilidades de que te pillen: Más que probable, pero, por favor, no dudes en demostrarnos que estamos equivocados.

PISCINAS DE VIVIENDAS EN ALQUILER

Éste fue, con diferencia, el método más fácil y mejor que encontramos para nadar bastante rato sin temor a que nos trincaran. También estamos bastante seguros de que es legal. Recalcando el bastante. Lo mejor es telefonear a una inmobiliaria por adelantado y preguntar si tienen propiedades con piscina en alquiler a las que puedas echar un vistazo. Evidentemente, conviene que evites las que se muestran sólo con visitas concertadas, pero, si te dicen que puedes pasarte por la oficina a recoger las llaves cuando te vaya bien, has pisado una mina de oro. Descubrimos que en los lugares en los que se están urbanizando apartamentos sin parar (es decir, en casi todo el litoral español) abundan, así que prueba las inmobiliarias de estas zonas.

Piscinas recomendables: Depende de lo que esté disponible en el mercado de alquiler. Si te vistes como Dios manda y dices que buscas una vivienda de una sola habitación por unos 400 euros a la semana, es bastante probable que la piscina esté bien.

Probabilidades de que te pillen: Aunque acceder a estas piscinas es casi un chiste, conviene tomar algunas precauciones para lidiar con posibles inquilinos hostiles. Esconde una bolsa en algún punto cerca del edificio y aparece en la piscina sólo con el bañador puesto, una toalla y las llaves (llegados a este punto deberías llevarlas ya en un llavero), e invéntate una historia decente sobre cuándo te has mudado, etc. Aparte de eso, es pan comido.

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PISCINAS COMUNITARIAS

Por norma general, cuantos más apartamentos tenga un bloque, mejor, puesto que ello implica que nadie pestañeará dos veces por el hecho de no haberos visto antes, ni a ti ni a tus amigos. Hay dos variedades básicas de piscinas de bloques de apartamentos: 1. la variedad al aire libre, que suele estar en el puto centro del complejo, y 2. la variedad de piscinas interiores o las que están en la terraza y obligan a pasar por una segunda puerta de seguridad. Como es lógico, la primera opción es la más deseable. En Madrid encontramos una piscina de éstas en la azotea del edificio Viriato, cerca de Quevedo. Lo único que tienes que hacer es ir un día antes y aprenderte un par de apellidos de los buzones. Vas a tener que echarle mucho morro; eso sí: entra directamente con la toalla y el bañador e ignora al portero. Si te pregunta, dile que vas a visitar a un amigo (casi todas las viviendas son de un solo dormitorio) para ir a la piscina. Ascensor y a la última planta. A veces, el socorrista hace control de tickets; dile que te lo has dejado en el piso de tu colega, finge que vas a buscarlo y no vuelvas jamás. PISCINAS

Piscinas recomendables: Azotea del edificio Viriato (Madrid), zona Diagonal Mar y Villa Olímpica (Barcelona).

Probabilidades de que te pillen: A menos que alguien te pille colándote en la entrada, no es más arriesgado que una piscina de una vivienda en alquiler. Intenta no hacer el gilipollas al no poder enseñar la llave de "tu casa" si algún viejo malhumorado te pregunta quién eres. Grítale "VETE A TOMAR POR CULO" y tírate a la piscina con chulería.

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Foto: Ruby

PISCINAS PRIVADAS

Hay montones de piscinas privadas cojonudas en la zona de Pedralbes y Tibidabo en Barcelona y en los alrededores de la Moraleja y Las Rozas en Madrid. En las demás ciudades, la norma aplicable, como es lógico, es: cuanto más cara sea la zona, más piscinas habrá. Si por casualidad viajas de una ciudad a otra en avión, mien-tras aterrizas intenta registrar en el cerebro dónde están las zonas con las mejores piscinas en los patios traseros y terrazas. Colarse en una de estas piscinas es bastante arriesgado. Se lo denomina "invasión de la propiedad ajena". Si dispones de información privilegiada sobre alguien que va a estar fuera de la ciudad, lánzate, pero, de otro modo, nuestro consejo es no intentarlo. No obstante, si te apetece tener un subidón de adrenalina, elige una vivienda sin perro y resguardada con densos árboles para mayor privacidad. Si hay perro, no le lances ningún objeto, aliméntalo como es debido y llévate contigo las botellas vacías al marcharte. Los vecinos no se creerán ninguna historia barata que tus amigos intenten venderles. Si te pillan, mándalos a tomar por culo, ahueca el ala rápidamente y ruega por que no hayan llamado ya a la poli. Recuerda que a los ricos les encanta meter a pobres en la cárcel. Si se trata de una urbanización de alto standing más que de una mansión, verás la típica caseta acristalada donde el guarda se echa la siesta (no es coña, lo hace de verdad). Si le pillas durmiendo, puedes pasar por delante sin problemas. Una vez dentro, discreción. Si los residentes te preguntan, eres el primo del encargado de mantenimiento y te ha enviado a comprobar los niveles de cloro del agua y el filtro del desagüe de la piscina. O eres periodista y estás haciendo un artículo sobre cómo colarte en piscinas privadas.

Piscinas recomendables: Guayarmina y Centro Militar La Dehesa (Madrid), y Pedralbes, Avenida Pearson y Esplugas (Barcelona). Hay un montón más, claro.

Probabilidades de que te pillen:Alto, pero, si tienes cojones, seguro que no te importa, ¿no?