La vida de un policía gay en un país civilizado

En un país en el que la mayoría de las personas ni siquiera han visto a dos hombres besarse, la publicación del video en el que el capitán Ányelo Palacio discute su sexualidad y se besa con el exviceministro del Interior, Carlos Ferro, se llevó por delante al director de la Policía, a una de las periodistas más reconocidas del país, y, sirvió, de paso, para falsear el estereotipo de que los hombres que pertenecen a la fuerza pública son todos meros machos.

Cuando baje toda la espuma del bullying homofóbico y se descubran los culpables de la supuesta red de favores sexuales que, según el propio ministro de Defensa, ha operado en la Policía Nacional, los colombianos tendremos que reconciliarnos con nuestros policías homosexuales. Por eso me puse en contacto con Alan Sneddon, presidente de la Asociación de Policías Gays de Escocia (GPA, por sus siglas en inglés), para conversar acerca de cómo ha sido el proceso que ha llevado a los policías del país de Willie El Conserje a sacar sus uniformes del clóset para llevarlos al desfile del orgullo gay.

Hola Alan. Primero me gustaría que me contara un poco acerca de cómo ha sido la lucha de los policías gays en Escocia y cuáles fueron los eventos que condujeron a la creación de la Asociación.

Según Marc Burke, quien escribió un libro acerca de los orígenes de la GPA titulado Coming Out the Blue, los orígenes de la Asociación se remontan a un reunión social que sucedió en Londres en 1990. Esa noche, muchos de los presentes discutieron su sexualidad abiertamente por primera vez frente a sus compañeros de la Policía. Y varios de ellos resultaron ser homosexuales. En ese entonces no era nada común que un policía saliera del clóset frente a sus colegas y muchos se sentían bastante aislados. Paulatinamente, la GPA fue tomando forma, aunque al principio seguía existiendo en medio de una estricta reserva, dado que había mucho temor a las represalias que podrían desatarse si alguien llegara a ser sacado del clóset contra su voluntad.

La GPA fue ganando reconocimiento por todo el Reino Unido durante los años noventa, y para el final de la década ya era reconocida oficialmente como una red de apoyo para oficiales gays.

¿Cuáles han sido sus mayores conquistas hasta el momento?

Quizá nuestra mayor conquista haya sido convencer al Comandante General de la Policía de permitirnos participar de la marcha del orgullo gay vistiendo nuestros uniformes. La GPA le escribió a los comandantes de las 52 comisarías que hay en el Reino Unido y, una vez alcanzamos la aprobación de la mayoría, organizamos la primera participación de policías uniformados en el desfile del orgullo gay de Londres en 2003. Para 2009 ya había oficiales uniformados participando de los desfiles de orgullo gay en todo el Reino Unido.

No solo por eso 2003 fue un año importante. También fue el año en el que el Gobierno introdujo una legislación que declaraba ilegal echar a alguien de su empleo por su orientación sexual.

¿Y cuáles han sido los reveses a los que se ha enfrentado?

En 2012 las GPA de Inglaterra y Gales perdieron su financiación estatal y eventualmente desaparecieron en 2014. Aunque para ese momento muchas de las fuerzas de Inglaterra y Gales ya contaban con sus propias redes internas de apoyo para la comunidad LGBT. Afortunadamente, la GPA de Escocia continúa siendo financiada por el Gobierno y sigue operando en toda Escocia.

¿Cómo es la vida de un policía gay en el Reino Unido hoy?

En el pasado, la Policía era un ambiente relativamente hostil para un hombre gay. Muchos tenían que enfrentarse a actitudes homofóbicas. Hoy en día las cosas son muy distintas y la mayoría de oficiales gays se sienten cómodos con ser abiertos acerca de su sexualidad en el trabajo. Varios oficiales están casados con parejas del mismo sexo y algunos han adoptado hijos. También tenemos cada vez más oficiales de alto rango que son abiertamente gays.

Luego de explicarle a Alan todo el rollo de la comunidad del anillo, el video del viceministro y la renuncia de Vicky Davila, le hice algunas preguntas más:

¿Cree que algunos policías gays son empujados a vivir una doble vida?

Creo que, hoy en día, en Escocia, ese tipo de conducta son excepcionales. Algunas personas eligen llevar una 'doble vida', sin embargo nadie puede imponerles ese estilo de vida. Los encuentros sexuales clandestinos suceden en todas las profesiones, oficios y orientaciones sexuales. Así que, ciertamente, no es algo inherente a la policía.

Si uno elige tener relaciones extramatrimoniales siempre corre el riesgo de ser atrapado y convertirse en víctima de sus propias prácticas corruptas. Aquellos que están involucrados en una red de favores sexuales son, a mi juicio, los verdaderos culpables.

¿Existen escándalos similares en otros países?

No hasta donde yo conozco.

¿Deberían los policías discutir su sexualidad con el público y su comunidad? ¿Dónde se traza la línea entre intimidad e interés público?
Personalmente creo que al público no debería importarle con quién se acuesta nadie. Tampoco sé si en realidad les interesa saberlo, pero la prensa tiende a manufacturar estos escándalos y agitar las cosas. Hecha esa salvedad, creo que en algunas profesiones, como las de la fuerza pública o los políticos, en las que la confianza es bastante importante, puede haber situaciones en las que la vida pública y privada se cruzan.

En que el caso de los agentes que han sido obligados a hacer favores sexuales para satisfacer la sexualidad 'secreta' de sus superiores, tengo la certeza de que es un caso que amerita ser expuesto. Sin embargo, la verdadera manera de lidiar y acabar con este tipo de conductas es crear un ambiente laboral en el que los individuos no tengan que esconder su sexualidad y sea menos probable que resulten siendo víctimas de la corrupción.

Sebastián no es muy amigo de Twitter, pero está disponible a través de Facebook para contestar todas sus dudas acerca de la comunidad del anillo y la asociación de policías gays mas cercana a su domicilio.