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Rick* *Claggett: Utilizaban labradores para seguir rastros de sangre. En caso de que un enemigo saliera herido con el contacto, era obligatorio llamar al equipo labrador, o sea, al adiestrador y al perro. Los labradores eran los mejores para esta tarea porque eran silenciosos al rastrear. Los sabuesos y los beagles también tienen muy buen olfato pero no se usaban porque hacen mucho ruido. Además, los labradores también estaban entrenados para alertarnos en caso de una emboscada.Los pastores alemanes hacían todo lo demás, como escarbar o explorar. Los cachorros de pastor servían para explorar en los túneles. Si un perro era muy agresivo, lo entrenaban para ser perro guardián.También había perros para patrullar en el agua. Subían a un perro, lo ponían en la parte de enfrente del bote y daban vueltas por toda la zona. Esto sea hacía porque los perros podían detectar el olor de una persona nadando bajo el agua y respirando a través de un junco vacío, cosa que los humanos no pueden hacer. También había perros entrenados para detectar drogas y perros exploradores. Los perros exploradores, como el mío, guiaban a las patrullas en el campo. Estaban entrenados para detectar emboscadas humanas y mecánicas.[Como adiestrador de perro explorador] tienes que ir al frente de la patrulla y eres muy vulnerable. Después de los francotiradores y los pilotos de helicópteros, los adiestradores de perros eran los que corrían más riesgos.
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Te avisaban sobre la emboscada pero como estábamos en campo abierto y el enemigo sabía que ya lo habíamos detectado, salían de su escondite y mataban a los perros y a los adiestradores. En Vietnam murieron 400 adiestradores.He escuchado a gente decir que, de no haber sido por los perros soldados en Vietnam, habrían otros 10 mil nombres en el muro en Washington DC. Se cree que ese es el número de vidas que salvaron. De los 4 mil perros que sirvieron en Vietnam durante la guerra, se calcula que mil de ellos murieron por contacto directo con armas de fuego, trampas cazabobos, paros cardiacos, mordidas de serpiente, enfermedades, accidentes, vejez, etcétera. [Nota del editor: Como no hay muchos registros sobre la muerte de estos perros, VICE no pudo corroborar las cifras exactas con el ejército estadounidense, aunque un sargento técnico declaró que las cifras "sonaban correctas".]
Teníamos que formar lazos fuertes con el perro. Mi perro se llamaba Big Boy y llevaba cuatro años en la guerra. Ya había tenido varios adiestradores, entonces sabía lo que hacía, yo era el nuevo. Tuve que cuidarlo dos semanas para conocernos y formar una relación. Es la única forma en que los perros trabajen con su entrenador.
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Sí. En cualquier momento podían estallar conflictos con los vietnamitas y había mucha tensión racial entre los soldados estadunidenses. Era una lástima, en especial con los chicos de infantería. Afuera, en el campo, pones tu vida en peligro y cuando regresas lo único que quieres es beber y desahogarte. Hasta había soldados se drogaban. Siempre había peleas entre blancos y negros. Pero eso sí, nadie se metía con los adiestradores de perros porque siempre traíamos a nuestros perros. Todos respetaban nuestros espacio.¿Cuánto tiempo estuviste en Vietnam?
Menos de ocho meses. Se supone que cada soldado debe estar mínimo un año pero mi servicio se redujo porque la unidad ya se estaba retirando y no necesitaban tantos adiestradores de perros. Esto pasó en marzo de 1972. Tuve que pedir que me regresaran antes para poder graduarme. Estaba muy feliz porque habían reducido mi servicio. Lo malo fue que no dejaron que me llevara a Big Boy.
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¿Cómo fue el proceso para tratar de llevarse a lo perros?
Hicimos unas llamadas desde Vietnam para tratar de convencerlos de que nos vendieran a los perros. El problema es que no hubo mucho tiempo para negociarlo y no podíamos arriesgarnos a que nos dejaran ahí. Queríamos irnos lo más pronto posible. En cuanto empezamos a insistir, nos dijeron: "Si siguen con eso, se van a quedar ahí". No sé qué tan en serio era la amenaza pero fue suficiente para que la mayoría desistiera.
Sí. Es una ironía porque en la Segunda Guerra Mundial participaron 40 mil perros y todos los que estaban sanos al final de la guerra regresaron a casa. En Corea pasó lo mismo, todos los perros sanos regresaron.
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No lo sé. Supongo que mitad y mitad, pero no estoy seguro. He hablado con algunos veterinarios en Vietnam y dijeron que lo más horrible que han tenido que hacer en su vida es dormir a un perro sano que lo único que hizo fue tratar de salvar nuestras vidas y protegernos.¿Crees que alguno de los perros que abandonaron haya quedado en buenas manos?
No, lo dudo mucho. Puede que algunas familias hayan "adoptado" a un perro pero no lo creo. Yo creo que se los comieron. Ellos no sentían el mismo afecto por esos perros a pesar de que también les salvaron la vida. Además, el tamaño de los perros los intimidaba. En el campo, los vietnamitas se alejaban lo más que podían de los perros. No querían tener nada que ver con ellos.
Sí. Cuando estaba en entrenamiento en 1971, me decían "¡No son mascotas! ¡No juegues con los perros!". Pero no nos importaba, de todas formas jugábamos con ellos. No les lanzábamos pelotas ni les enseñamos a traer cosas de regreso porque podía resultar muy peligroso. Por ejemplo, si lanzábamos una granada en el campo de batalla, el perro podría ir por ella y traerla de regreso. No teníamos juguetes para los perritos. Ahora ya contamos con juguetitos para que mastiquen y ese tipo de cosas. Todos los dueños saben que los perros aman los juguetes. Ahora ya hay una hora oficial para que los perros puedan jugar.
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Sí, mucho. Dejarlo fue algo traumático para mí. Estaba muy feliz por haber regresado sano y salvo de Vietnam pero me sentía muy mal por haber dejado a Big Boy.Llamé al Congreso y también les envié unas cartas. El problema en Vietnam era que nadie sabía que dejaban a los perros ahí. Los únicos que sabían eran los adiestradores. Todos queríamos llevarnos a nuestros perros pero no nos dejaron. Por más que lo intentamos no pasó nada. Fue necesaria otra guerra para que hubiera un cambio.El presidente Clinton aprobó una propuesta de ley [en el año 2000] que prohibía abandonar a los perros militares. Me gusta pensar que los adiestradores ayudaron a que se creara esa ley. Es probable que sí hayamos tenido algo que ver. Aunque creo que la razón principal fue la cantidad de quejas que hubo cuando la gente supo lo que habían hecho con los perros. En Irak y Afganistán, cuando los perros resultaban heridos o ya eran demasiado viejos, dejaban que su adiestrador los adoptara. Eso tenían que haber hecho en Vietnam.Sigue a Josiah Hesse en Twitter.