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Hernán Peláez nos habla de La Luciérnaga: lo único bueno que quedó del apagón del 92

Hernán Peláez, uno de los fundadores de La Luciérnaga nos contó cómo fue que el apagón le dio origen al programa.

Aunque los recortes sistemáticos de energía no son todavía una realidad en Colombia, todos nos asustamos un poco la semana pasada cuando le oímos a los altos ministros del despacho del presidente Juan Manuel Santos la palabra "apagón". Por ahora, el ministro de Minas y Energías, Tomás González, dice que no habrá. Ojalá no tengamos que revivir ese año de 1992, cuando el país atravesaba un crisis energética y el entonces presidente, César Gaviria, decretó el racionamiento. De hecho, fue el mismo Juan Manuel Santos, en ese entonces ministro de Comercio, propuso adelantar una hora los relojes oficiales para aprovechar la luz del día y suavizar el apagón. Sería, algo así, como la segunda parte de una película mala.

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En esa época había quejas. Pero algo bueno quedó y duró más de 20 años: La Luciérnaga, ese segmento de Caracol Radio, probablemente el más exitoso de la radio colombiana. Por eso, hablamos con el Doctor Hernán Peláez que, aunque hoy está retirado del programa, es uno de sus símbolos y creadores.

El Doctor Peláez nos pidió brevedad en el cuestionario. Aquí en VICE se la cumplimos.

¿Cómo era la vida a oscuras en esa época? ¿Cómo la recuerda?

Yo no sé, a mí no me tocó porque, apenas quitaban la luz, se prendían las plantas: nosotros trabajábamos con luz, empezábamos a las 3 con luz diurna y a las 6 se prendía todo.

¿A usted cómo se le ocurrió la idea de La Luciérnaga? ¿Puede contarnos cómo estaba relacionada con el apagón del Gobierno de Gaviria? ¿A quién se le ocurrió el nombre?

No fue idea mía, fue un programa diseñado de emergencia. Era un lunes, creo, y nos convocó el presidente de Caracol a una reunión urgente. A las 5 de la tarde, el Gobierno tenía previsto el comienzo del apagón. Debíamos, en un horario de 5 a 8 p.m., hacer un programa diferente, llevar tranquilidad al oyente. El nombre surgió del grupo reunido: Marco Aurelio Álvarez, Enrique París, Darío Arismendi, Ricardo Alarcón y yo. Al final, la razón fue entretener a los oyentes y hacerlos reír en medio de la tragedia que significaba quedarse sin luz. Era llevar luz de forma intermitente.

¿De qué hablaban para mantener a la gente entretenida?

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Partíamos de la base de que el oyente estaba a oscuras. Sin televisión, sin manera de leer, quizás con radios de pilas. Cierto o no, recurrimos a la memoria del oyente. Poesía, geografía, historia, música, noticias puntuales del momento, humor, chistes breves, trabalenguas. Lo que hacíamos era pensar en las personas que no tenían luz y acompañarlos.

Una vez finalizado el apagón, ¿qué hicieron para mantener a flote a La Luciérnaga? ¿Hubo grandes cambios después de eso?

Duró tres meses y, se suponía, regresaríamos a programación normal. No hubo tal. Los cambios ocurrieron: entramos a mezclar humor con realidad, con noticias, ironía, sarcasmo y más cuota de humor. Por eso se mencionó siempre la mezcla de realidad y ficción. Creo que "caló" tanto el programa en el oyente que los cambios resultaron lógicos y admisibles.

Fuimos quitando geografía, quitando la poesía, dejamos la música, incrementamos humor y empezamos a trabajar la noticia del día, y con los personajes del momento.

¿Cómo fue la crítica desde La Luciérnaga a ese fenómeno que los hizo nacer, se burlaban mucho del apagón de Gaviria?

No recuerdo. Pero en lugar de fomentar el pesimismo, encontramos la forma de entretener y enterar al oyente de la realidad. Como dice la historia: en la crisis, cualquiera que sea, siempre se puede encontrar una oportunidad. Y eso fue lo que hicimos.

¿Y qué opina de que el apagón esté pensando hacerse hoy?

Con Gaviria no teníamos ni sospecha de lo que iba a ocurrir.. Ahora, hoy, sí me parece falta de previsión y de experiencia no aprovechada. Creíamos siempre que el Apagón no volvería. En 1992 no existían la cantidad de represas y generadoras de energía.. Hoy sería, de pasar, imperdonable.