FYI.

This story is over 5 years old.

Identidad

Pregúntale a una puta: ¿Por qué me siento mal tras rechazar a un cliente?

"Tienes que mirar por ti misma"
Fotografía de Sara Miranda

Hace casi cinco años que soy prostituta. Di el paso porque me atraían las condiciones y las experiencias que podía aportarme este trabajo. Hoy en día ofrezco un modelo de cita llamado "girlfriend experience" en donde busco conectar con mis clientes y que disfrutemos juntos. Mucha gente se pregunta cómo debe ser trabajar como puta, creo que la mejor forma de averiguarlo es preguntarle directamente a una.

Publicidad

Este mes he hecho una selección de algunas de las preguntas que me han llegado a través de mi perfil de Curiouscat de chicas que quieren o están pensando en prostituirse.


¡Hola!

Verás, el año pasado estuve unos meses trabajando como prostituta y me fue muy bien, pero decidí descansar un tiempo. Ahora quiero volver, pero no sé por qué tengo miedo de que esto pueda crearme problemas con futuras parejas al tener sexo con ellas. Tengo miedo de dejar de disfrutar. ¿Crees que puede pasar?

Es posible que la forma en la que vives el sexo en el ámbito personal cambie después de un tiempo siendo prostituta, pero no necesariamente a peor.

En mi experiencia, ser puta me ha ayudado a identificar actitudes abusivas que tenía normalizadas en la pareja. En el momento en el que empiezo a poner normas claras en mi trabajo, noto que el consentimiento en el sexo gratuito es algo que nunca se habla con la misma claridad con la que se acuerdan las citas con mis clientes. Estaba dando por hecho un tipo de sexualidad, siempre falocéntrica y egoísta, en donde incluso sucedían agresiones sexuales que ninguna de las partes sabía señalar como tales. Cuando trabajas siempre pones algún tipo de filtro en los clientes antes de aceptar una cita, y en mi mente tuve muy claro que si no aceptaba bajo ningún concepto abusos por parte de hombres que me pagaban, ¿por qué los estaba aceptando gratis? En ninguno de los casos la violencia debe naturalizarse. El empoderamiento de mi trabajo se extendió a mi vida personal, así que no solo no dejé de disfrutar, si no que aprendí a respetarme más y a construir relaciones más sanas.

Publicidad

El trabajo sexual tiene una carga emocional importante y requiere mantener un tipo de feminidad que puede resultar molesta. Es posible que en el momento en el que desconectes de las presiones del trabajo y llegues a casa, no te apetezca estar con gente que busca gratis el mismo tipo de sexo y roles de género por el que estás cobrando a otros. Para mí es aceptable tener que estar depilada y estupenda con cada cliente o evitar contarle los dramas de mi vida, pero no toleraría ese nivel de exigencia de alguien que no paga por ello. Lo más importante es que estés atenta y te cuides psicológicamente, pero este es un consejo válido para cualquiera independientemente de su profesión. Si notas cosas que te preocupan en tu vida sexual, dentro o fuera del trabajo, acude siempre a una profesional para que te ayude.

Hey Natalia, hola <3

Te conocí a través de un artículo tuyo en Proyecto Kahlo hace uno o dos años. Desde entonces, todo lo que haces, como el concepto de girlfriend experience, me llama la atención. Siempre me ha interesado el tema del feminismo y los trabajos como el modelaje de glamour o el alternativo. ¿Qué me podrías aconsejar, siendo una chica joven y que te admira, sobre el considerar este trabajo y estar interesada a pesar de que mis metas se basan en otros temas como la literatura y editoriales? ¿Qué le podrías decir a quienes este tema nos causa cierta emoción?

Si no tienes urgencia económica, mi primer consejo es que dediques tiempo para analizar el mercado y elegir cómo quieres trabajar. Si además ves la prostitución como un trabajo secundario y temporal porque tus metas se orientan hacia otros sectores, mi segundo consejo es que uses un nombre artístico y que no enseñes la cara.

Publicidad

No me arrepiento de usar mi nombre real y mostrar mi cara, pero debo reconocer que cuando tomé esas decisiones estaba infravalorando el estigma. La sociedad actual no es amable con las prostitutas y a veces simplemente no sale a cuenta la incertidumbre constante de no saber hasta qué punto hacer público mi trabajo puede perjudicarme. Es muy posible que ser trabajadora sexual te cierre puertas profesionales o que te encasillen. A ojos de muchas personas pasarás a ser "la chica que era puta", con todo el estigma que eso implica y como si esa fuera toda tu identidad. Si te fijas en el mercado verás que no hay necesidad de mostrar tu cara, de hecho, el factor de discreción que aporta tu anonimato es algo que se cotiza muy bien. Las personas que están dispuestas a pagar tarifas altas son quienes se preocupan más porque nadie sepa que su cita es una prostituta. Recordemos que los clientes también tienen un estigma que prácticamente ninguno quiere asumir.

Tener la posibilidad de construir con calma una estrategia puede evitar que cometas errores y que trabajes a disgusto. Cuando yo empecé necesitaba dinero con urgencia, no tenía tiempo de pensar detenidamente nada así que copié lo que pensaba que funcionaba mejor. Al final estaba anunciada en sitios que me daban muchos dolores de cabeza, no estaba conforme con mis tarifas ni con el tipo de experiencia que ofrecía. Tiempo después, con mayor tranquilidad económica y habiendo estudiado mejor todas las posibilidades que ofrece la prostitución, decidí dirigirme hacia otro público y construir una experiencia que se adaptara a mí.

Publicidad

Lo mejor que puedo recomendarte es que investigues en internet webs de contacto, anuncios, blog y redes sociales de compañeras. Es importante que sepas lo que se cuece en la ciudad donde vas a trabajar, pero coge inspiración de compañeras de otros sitios. Marca con claridad tus normas, ten presente que quien está en control eres tú, si algo no te funciona puedes cambiarlo, nunca normalices los malos tratos y sé consciente del estigma sin dejar que éste controle tu existencia.

En resumen: tómatelo como crear tu pequeña empresa y protege tu futuro.

Hola Natalia,

Acabo de cancelar dos citas a dos pesados que no saben entender un "no", ni los límites que tengo impuestos para vernos. Me gusta poder tener esta libertad de mandarlos a la mierda si no me respetan, pero ¿por qué me siento mal tras hacerlo? ¿No se supone que debería sentir alivio de no verme con personas que no me dan buen rollo? ¿Cómo te sientes cuando rechazas a alguien que, aunque no está siendo estrictamente maleducado, no te gusta y no te quieres ver con él? Cuando lo hago, se ponen como corderitos a pedir perdón pero ya es tarde. Me gustaría saber si esto es que yo no se enfrentarlo bien o si le pasa a más putas…

Un besito, guapa.

Cuando rechazo clientes a veces siento que leo de forma injusta a la otra persona. No suelo contestar emails de cuatro líneas secas, que quieren quedar ya o que tienen tres mil faltas de ortografía. Pero puede que esas personas se comuniquen así simplemente porque están nerviosas o que escriban con faltas porque son disléxicos. En ambos casos una parte de mí piensa que debería darles una oportunidad y ser más empática. He compartido con colegas correos que me han indignado y ellos se han mostrado sorprendidos de que no quiera quedar con personas que no se leen mi anuncio o que me ofrecen más dinero por cosas que ya he dicho que no quiero hacer. Y aquí está el problema: no tenemos que sobreanalizar nuestros procesos de selección de clientes ni consultar con gente que no conoce el trabajo.

La seguridad en la prostitución depende de nosotras y tenemos que fiarnos de nuestro instinto. Si el mayor riesgo de nuestros métodos es que juzguemos a alguien demasiado pronto, lo asumo sin problema. Luego de un tiempo trabajando es inevitable darte cuenta que ciertas actitudes suponen patrones de conducta. Los hombres que no aceptan sin rechistar tus límites a la hora de confirmar la cita, es muy probable que tampoco los vayan a aceptar cuando estés con ellos desnuda en una cama. No importa si luego piden perdón y te suplican que lo reconsideres, ese gesto también dice mucho de ellos. ¿Primero no aceptas mis normas y luego pides disculpas e insistes? Soy partidaria de que siempre que podamos, ser inflexibles con nuestras condiciones y cortar de raíz cualquier posibilidad de que el cliente se crea que puede manejarnos a su antojo.

En el caso de que sea simplemente porque "no te gusta" mi filosofía es bastante práctica. Si podemos tener un trabajo en donde estamos a gusto, ¿por qué estar con clientes que nos agotan psicológicamente? Claro que no siempre podemos elegir y a veces no es el fin del mundo estar con alguien con quien no conectas, pero a la larga, esto te va costar tu salud mental. Igual que cualquier persona que trabaja durante mucho tiempo rodeado de gente que no soporta. Tienes que mirar por ti misma y a mí me parece que lo estás haciendo bien.


¿Hay algo que siempre has querido preguntarle a una puta? Puedes enviarme ahora tus preguntas aquí.