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Podría muy bien ser que un estudio redactado por varios nutricionistas, pediatras, hidrólogos y urólogos publicado recientemente —un artículo que ponía en duda los beneficios casi mágicos que ciertas empresas atribuían al agua de escasa mineralización— tuviera algo que ver con la interrupción de la distribución del agua embotellada de la marca Bezoya. De hecho, en 2013, Calidad Pascual (propietaria de la marca Bezoya) fue denunciada por hacer publicidad comparativa denigratoria hacia sus competidores, ya que insinuaba que las marcas que no tuvieran un nivel de mineralización bajo podían ser perjudiciales por la salud. Por lo tanto, este era un tema sensible para la multinacional.Detonado por la publicación de este artículo, la marca de agua embotellada no tardó en contestar y asegurar que los problemas de distribución se debían a que "el acuífero que llena el caudal del manantial ha sufrido la falta de precipitaciones desde abril, disminuyendo su nivel de agua", como anunciaron en su página de Twitter.
El acuífero que llena el caudal del manantial ha sufrido la falta de precipitaciones desde abril, disminuyendo su nivel de agua.
— Bezoya Agua (@Bezoya_Agua)enero 5, 2016
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