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Cultură

Pequeñas bolas de calor

Si eres un conejo, no vayas a Estocolmo.

Que los escandinavos nos dejen de chingar con el pretendido "respeto" para conservar la fauna y la flora con quienes se llevan tan bien. Es una mamada. No porque ellos sean más altos, amen esquiar y su nivel de educación sea cien veces más elevado que el nuestro tienen el derecho de sermonearnos. Estos cabrones queman conejos para calentarse.

Cada año, el estado sueco mata cerca de seis mil conejos salvajes provenientes de los parques públicos de Estocolmo. Luego de ser atrapados, los conejos son llevados al pueblo de Karlskoga, al centro del país, donde serán quemados y transformados en energía que servirá para calentar a los suecos durante el invierno. Este método se utiliza para regular la población de estos animalitos a las afueras de la ciudad. De hecho, los conejos destruyen los árboles y otros arbustos en los parques de la capital sueca, donde van a alimentarse y a protegerse del frío.

Por lo tanto, queridos nórdicos, no se agüiten si no bajamos nuestras emisiones de dióxido de carbono. ¡Ustedes matan conejos para calentarse!