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¿Se pasó de la raya Vicky Dávila con la publicación de ESE video?

Cinco profesores de periodismo nos responden esta pregunta, que tiene que ver mucho con la ética periodística.

El pasado martes 16 de febrero La FM publicó un video que registraba una conversación entre el exviceministro del Interior, Carlos Ferro, y el capitán de la Policía, Ányelo Palacios. El video, que ha sido removido de la página de La FM, revelaba una conversación íntima entre los dos hombres en la que discutían sus preferencias y prácticas sexuales. La publicación del video se dio en el marco del escándalo de lo que se ha llamado "La comunidad del anillo", una supuesta red de prostitución al interior de la Policía Nacional. A raíz de la publicación del video, el exviceministro Carlos Ferro presentó su renuncia el martes mismo y esta mañana el General de la Policía Rodolfo Palomino presentó la suya. Además de los memes y los chistes que llenaron las redes en reacción al contenido del video, fueron varios los que manifestaron su indignación con la decisión de La FM, y de su directora Vicky Dávila, de hacerlo público. Varias personas, entre ellas muchos periodistas y ciudadanos, consideraron que la publicación del video había sido una violación a la intimidad, y que, de hecho, el video en sí no constituía ninguna prueba que corroborara la existencia de esa supuesta red de prostitución. La FM, por su parte, asegura que el video corrobora el supuesto nexo entre la "comunidad del anillo" y varios congresistas, quienes supuestamente serían los principales clientes de esta red de prostitución. El video hace parte del expediente que la Procuraduría tiene en su poder. Para saber si la publicación del video fue un acierto o un descache tremendo, nos pusimos en contacto con cinco personas que se han dedicado al estudio del periodismo, para saber si desde su perspectiva, la publicación de este video es una decisión que falta a la ética periodística. Jimena Zuluaga – Profesora, periodista e investigadora del Centro de estudios en periodismo de la Universidad de los Andes. A mí me parece que la publicación del video es incorrecta. En general creo que sí hay una clara violación de la privacidad del exviceministro Ferro. En términos periodísticos, la pregunta fundamental que hay que hacerse es: ¿esto es un tema público o no es un tema público?. En este caso, hay unas acusaciones que la Procuraduría está haciendo y que la Fiscalía va a averiguar, pero el video que se reveló no constituye prueba. Yo creo que lo que hay ahí es afán de audiencia, que es un pecado delicado de los periodistas que queremos que nos lean, nos escuchen y que queremos tener una primicia, pero que no puede hacerse a cualquier precio. En este caso creo que no sólo es gris, sino que además, si bien el asunto de una presunta red de prostitución es un asunto público, este video particular no lo es, el video es un asunto privado. En este caso yo creo que la publicación del video sí fue incorrecta. Javier Darío Restrepo – Periodista y director del Consultorio Ético de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. (Este es un resumen, que nos concedimos la libertad de hacer, parafraseando un documento redactado por Javier Darío Restrepo en respuesta a una consulta recibida por el Consultorio ético de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, y compartida, en exclusiva, con VICE) La intimidad es un derecho de las personas que reduce su alcance cuando se trata de funcionarios o empleados públicos. El periodista que tiene acceso a informaciones sobre la intimidad de un funcionario solo se siente autorizado para publicarlas cuando tiene claro que existe una relación con el bien común. Estas informaciones crean, para el periodista, el peligro de que motivaciones político-partidistas, o de interés económico, presionen para su publicación. Por eso es una práctica correcta preguntarse cuál es el móvil para convertir la información en noticia. Si le queda claro que es el de un servicio a la sociedad, su decisión será correcta. En el caso en cuestión debe precisarse, además: ¿qué es lo que se rechaza? ¿Una opción sexual (el homosexualismo) que una parte de la sociedad rechaza? ¿Un abuso de poder puesto al servicio de intereses e inclinaciones personales? Sandra Beatriz Sánchez – Historiadora, filósofa y analista de medios en el Centro de estudios en periodismo de la Universidad de los Andes. Este es un ejemplo de las relaciones que se establecen entre los medios y el poder, y de cómo a veces las agendas se imponen desde el poder hacia el periodismo. En este caso, con Vicky Dávila, lo que hemos visto es que ha habido una relación recíproca entre poder y periodismo. El comportamiento de ella en los medios en ocasiones ha deteriorado la legitimidad de la investigación periodística, porque a veces parece hacer un uso personalista de la información, y eso hace que se pierda legitimidad de lo que quiere sacar a la luz. El punto no es si es reprochable o no, el punto es que esta dinámica le resta legitimidad al periodismo. El ejercicio del periodista tiene que ser transparente con la audiencia, y si alguien está involucrado en esto, entonces hay que aceptar que tiene cierto sesgo y dejar hablar a otros acerca de eso. O dejar claro que se está involucrado en el asunto. Esos son los principios rectores de la práctica ética periodística. Omar Rincón – Periodista, ensayista y Director del Centro de estudios en periodismo de la Universidad de los Andes. El periodismo tiene una libertad de expresión en la que uno no puede prohibir nada, [Vicky Dávila] está en todo su derecho de publicarlo y en ese sentido es ético. Ella decidió que eso es lo que hay que hacer y que ese es el tipo de periodismo que vale la pena. A mí me parece, como lo plantea Daniel Coronell, que la discusión no es si [la publicación del video] vale la pena o no, sino en qué contexto se hace. La gran temática de fondo era la corrupción de la policía, y eso quedó totalmente desvirtuado por enfatizar en el ámbito privado e íntimo de la sexualidad. La FM tenía una investigación bastante interesante sobre la corrupción de la policía, pero por enfatizar en lo sexual terminaron, ellos mismos, boicoteando su investigación. Me parece que el país está cayendo en ese error, nos escandalizamos con el sexo y dejamos de lado el tema de la corrupción. La discusión tiene que ser cuanto aporta [el video] a lo que estamos investigando, no cuánto escándalo público genera. Vicky Dávila tiene todo el derecho de publicar y de hacerlo como quiera, pero el asunto es que descontextualizó su misma investigación al darle protagonismo al ámbito sexual. Catalina Uribe – profesora universitaria, columnista de El Espectador y candidata al doctorado en Retórica y Comunicación de la Universidad de Northwestern. El deber del periodista no es, como muchos creen, decir "la verdad", porque la verdad tiene muchas caras y varias de ellas son irrelevantes. El deber del periodista es proteger las libertades civiles desde su arma, la información, que como todas las demás armas, sólo se puede usar en legítima defensa de los ciudadanos. El video, es cierto, no es concluyente, pero tampoco es irrelevante. ¿Cómo comportarse en una zona tan gris? Esconder la información puede perjudicar a muchos inocentes, pero publicarla daña a Ferro y su familia. No hay una salida fácil, ni principios absolutos. Quizá la solución está en mitigar el daño, en informar sin el morbo. Un video editado o una nota constatando que tal video existía hubiese sido suficiente.

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Imagen vía usuario de Flickr photocharlie.