El desierto de la Guajira es inclemente. No es sólo el calor y la arena por todas partes; el paisaje es repetitivo, psicológicamente cansa. El Cabo de la Vela es el rincón más conocido del departamento y la bahía que ahí se forma hace que el mar sea calmado a pesar del ventarrón que pasa durante casi todo el año. El lugar es un paraíso apocalíptico y visitarlo por más de tres días no es para todo el mundo: se necesita tener la mente ocupada en un trabajo, un espíritu viajero, o practicar deportes de vela.
Publicidad
A mediados de junio de 2015 se realizó el segundo Campeonato de Kitesurf del Cabo de la Vela. Llegaron atletas como el dominicano Ariel Corniel, quien ocupa el puesto número seis en el ranking mundial de Freestyle. También vinieron de Venezuela, Suiza y de los lugares donde se practica el Kitesurf en Colombia como Cartagena, Barranquilla y el lago Calima, en el Valle del Cauca.Sin embargo, en medio de los extranjeros, el lote más grande de kiters fue el de los wayuu. El Cabo es el mejor spot para practicar el deporte y eso ha hecho que surjan escuelas donde también se han formado varios jóvenes de esta comunidad.