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Identidad

Una secta quiere reclutar a los fans de Bob Dylan

Al salir del concierto de Bob Dylan, pasé al lado de unos jóvenes de pintas hippiosas que repartían con entusiasmo unos boletines. No fue hasta el día siguiente cuando me di cuenta de que lo que me habían dado eran 23 páginas de chifladura religiosa...

Hace unos días fui a ver tocar a Bob Dylan en Charleston, Carolina del Sur. Cuando me iba del concierto pasé al lado de un trío de jóvenes de pintas hippiosas que repartían con entusiasmo unos boletines entre la gente que dejaba la sala. Uno de ellos me puso un panfleto en la mano; yo lo metí en mi bolsa y no tardé en olvidarme de él. No fue hasta el día siguiente cuando me di cuenta de que lo que me habían dado eran 23 páginas de chifladura religiosa escrita para/sobre Bob Dylan por un culto llamado Doce Tribus, que estaba intentando captar a Bob y a sus fans. Escribo sobre ello ahora, una semana más tarde, porque por mucho que yo quisiera leerlo y mofarme justo ahí y entonces, estaba tan mal escrito y era tan directamente demencial que tardé tres días en llegar hasta la última página.

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Parece que la obsesión del culto con Bob proviene de una incoherente entrevista de 1985 para la revista SPIN; una entrevista tan absurda que yo asumí que ellos mismos se la habían inventado. Pero miré un poco y resulta que es auténtica. Ahí van unas cuantas cosas raras que dijo sobre “lo mesiánico”: “Lo mesiánico tiene que ver con el mundo de la humanidad, tal como es. El mundo está previsto que exista 7.000 años. Seis mil años de esto, en los que el hombre es quien dirige, y 1.000 años en los que dirige Dios. Igual que en una semana. Seis días de trabajo, uno de descanso. Los últimos mil años se llaman la Edad Mesiánica. El Mesías gobernará. Él es, fue y será como Dios, haciendo el trabajo de Dios. La sequía, hambruna, guerra, asesinato, robo, terremotos y todas las demás cosas malignas ya no existirán. No más enfermedad. Todo eso es parte de este mundo”. Más adelante decía algunas cosas desconcertantes sobre los judíos: “Habrá una serie de deidades, al igual que ahora hay una serie de refrigeradores, auriculares y aparejos de pesca. Va a ser una cuestión de supervivencia. La gente se va a apresurar a saber sobre Dios, ¿y a quiénes van a recurrir? Van a recurrir a los judíos, porque los judíos escribieron el libro, ¿y sabes qué? Los judíos no van a saber. Están demasiado ocupados con el negocio de las pieles y las casas de empeños y enviando a sus hijos a escuelas ateas. Están demasiado ocupados haciendo todo eso, ¿sabes?” Joooooder, Bob. No sabía que eras así.

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Las Doce Tribus se dirigen directamente a Bob en una sección apropiadamente titulada “A Bob Dylan”, en la que le besan el culo con toda su alma. Éste es el (nada espeluznante) párrafo introductorio: “Tus primeras canciones eran himnos para las generaciones venideras. Son proféticas en muchos sentidos a muchos diferentes niveles. Tocan la compleja y profunda necesidad del alma de una verdadera respuesta… tus letras sacan a la superficie los males de la sociedad y el dolor y el sufrimiento de nuestras vidas individuales”.

Son las majaderías de costumbre típicas del adolescente que-acaba-de-empezar-a-escuchar-a-Dylan, pero después pasan a una sección en la que cogen una tonelada de sus grandes éxitos y hacen infundadas especulaciones sin sentido sobre el significado de las letras. Por ejemplo, ¿sabíais que ‘Blowin’ in the Wind” iba de Dylan reconociendo “que si la esperanza en una vida mejoren un mundo mejor muere en el corazón humano, el mal reinará para siempre sobre la raza humana”? ¿O que ‘A Hard Rain’s a-Gonna Fall’ nos hace saber que “se avecina un día de ajuste de cuentas con toda la injusticia y la crueldad y el egoísmo que inunda a la humanidad?” “¿O que Bob escribió “I Shall Be Released” porque sabía que debe haber “un verdadero Rey que nos pueda conducir a un verdadero reino”? No, yo tampoco.

Después dejan un rato de dar la barrila con Dylan y preguntan, “¿Cómo sería la casa de Dios si viviera en mi calle?” Respuesta: sería grande y agradable (pero no en plan agradable de nueva) e invitaría a todos a pasarse por ahí. Incluso al “chico soso con las piernas raras”. Qué majo.

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Y entonces, durante las siguientes miles de frases, sólo dicen… cosas. Yo, ni idea. Aquí va una selección de citas, a lo mejor vosotros os podéis figurar de qué van: “Las palabras del Mesías, ‘ningún hombre puede trabajar’, sonaron a verdad en la mente de Dylan. Estas remarcables palabras le hicieron meditar. Es tan importante que meditara porque sus meditaciones ayudan a que otros mediten. Hay carestía de meditaciones en el mundo de hoy. Pero si algo hay de lo que nunca debes tener necesidad de preguntarte es de dónde proviene aquello que oíste”. Y: “Es solo en la oscuridad que alguien puede presentarse en un edificio para escuchar las peroratas de un hombre, semana tras semana, y pensar que encajan con las instrucciones de Pablo a las iglesias… Durante 1900 años, la institución llamada Cristianismo, que supuestamente tenía algo que ver con Dios (pero nada que ver con el amor verdadero), ha ocupado el centro del escenario. Puede que sea por eso que Bob no se quedó con Jesucristo mucho tiempo”. Y: “Una gente está siendo congregada… La profética voz de un nuevo milenio débilmente se oye… No más tiempo separados… no más tiempo confundidos… Viviendo juntos en tribus…se está formando una mancomunidad. Esta nueva mancomunidad no es como la “Mancomunidad inglesa” o la “Mancomunidad de Massachussets”. La de esta es realmente una “prosperidad común”. ¡Se rige por toda una nueva serie de reglas! Es un lugar donde tenemos todas las cosas en común, y nuestra más elevada ley es el AMOR”. Debo haber leído todo esto unas treinta veces y sigo sin tener ni idea de qué están hablando.

El panfleto acaba con varias cartas que miembros del culto le han escrito a Bob. Como la de esta dama, Rose. Aquí tenemos a Rose toda loca con su relación con su marido y con Bob: “La profunda pasión de nuestro romance fue irradiada de cada palabra pronunciada por Dylan. Está escrito que una cuerda de tres hebras no es fácil que se rompa… Él era nuestra tercera hebra… No podíamos seguir adelante sin él. Le necesitábamos. ¡Cómo podía volver a ser la vida sin él! Cuando encontré al Mesías, rezaba por Dylan a diario. En mi corazón sentía una gran afinidad con él. Cuando oí que había sido ‘salvado’ me sentí en éxtasis. Pero sé que estábamos tan alejados de ser cristianos… Sabía que si Dylan pudiera venir y ver esta vida, se enamoraría como yo lo hice. Sigo esperando que esto ocurra”. Esta es la única referencia que se hace en todo el chisme a que Bob Dylan no comparte sus puntos de vista religiosos. La mujer sigue diciendo melonadas, como una historia acerca de la vez en que condujo 500 millas para entregarle a Bob una carta, pero llegó demasiado tarde y no coincidió con él (¡ups!). Por fortuna habían reproducido la carta en el panfleto para que Bob pudiera verla: “Si alguien se tomara el tiempo de escribirte una carta directamente desde su corazón hacia el tuyo… ¿te tomarías el tiempo de leerla? Y si esa misma persona viajara 500 millas ese mismo día, para estar delante de ti, cara a cara, mirándoos a los ojos, para expresarte algo desde lo más profundo de su corazón…Eh, Bobby (esto es terriblemente informal), hay una mujer que quiere contarte algo. Habló acerca de un lugar al que pertenecer, en el que… quedarse”. No estoy seguro de que yo hubiera conducido 500 millas para entregar eso… Entonces, convencidos de que han expuesto un atractivo argumento, preguntan si querrías sopesar unirte a ellos, afirmando que es lo que Bob Dylan querría que hicieras: “Puedes venir para un día o para quedarte. Esta es la respuesta que Dylan solo pudo entrever. Esto es lo que él quería. Por favor, ven”.

Foto de B. Gibson Barkley Después de leerme LA PUTA NOVELA ENTERA seguía sin tener la menor pista de en qué creían estos tíos, así que acabé consultando su página web a ver si lograba descifrarlo. Después de ser absorbido durante varias horas por otro vórtice de gilipolleces, creo que ya lo he averiguado: son, en esencia, cristianos que se toman la Biblia en un sentido literal, viven en comunas y hacen cosas como lo-que-sea que estén haciendo en la foto de arriba. Y, ah, sí, se muestran de forma bastante abierta como racistas, antisemitas, sexistas y homófobos. Concluyendo: que me arrepiento mucho de haber leído la cosa esta. ¿Por qué habré tenido que leerla? Me parece que ahora me están entrando ganas de atizarle a Bob Dylan un mamporro.