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Ray Kurzweil

A la gente le gusta etiquetar a Kurzweil como el “heredero por derecho de Thomas Edison” y no es algo muy forzado si tenemos en cuenta que es el responsable de algunos de los inventos más útiles del siglo pasado: una máquina de reconocimiento óptico...

En el año 2050, si Ray Kurzweil está en lo cierto, los robots nanoscópicos se introducirán a través de nuestros capilares transformándonos en humanos no biológicos. Seremos capaces de absorber y retener la totalidad del conocimiento del universo, comer cuanto queramos sin ganar peso, adoptar cualquier forma imaginable, vivir libres de enfermedades y morir en el momento en que nosotros decidamos. Todo esto llegará mediante algo que Kurzweil llama Singularidad, un punto teórico en el tiempo en un futuro no muy lejano en el que las máquinas serán enormemente superiores a los humanos en cualquier ámbito, es decir, el surgimiento de la verdadera inteligencia artificial. Los ordenadores serán capaces de mejorar sus propios códigos fuente y su hardware en ma-neras que nosotros, pobres humanos, ni siquiera podríamos concebir. Esto acabará resultando en un cambio de paradigma en el que se contempla a la humanidad en coalición con sus propias creaciones: hombre y máquina convergiendo en una sola cosa.

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Estas premoniciones a gran escala están mayoritariamente basadas en la ley de Kurzweil sobre los retornos acelerados, la cual afirma que el desarrollo de la tecnología ha ido creciendo exponencialmente desde el principio de los tiempos. En realidad, este concepto no le importa a nadie más que a los nerds de la ciencia hasta que te fijas en la “rodilla” de esta curva exponencial: el punto en el que esta perpetua duplicación del crecimiento tecnológico sube vertiginosamente y anula los modelos lineales de progreso en los que gente como los economistas se han apoyado durante tanto tiempo. Kurzweil dice que estamos a punto de empezar a rondar esta curva y que el ritmo de progreso será tan extraordinario que “parecerá una ruptura con el tejido de la historia de la humanidad”. En otras palabras, triunfaremos sobre la naturaleza y tomaremos el control de nuestra propia evolución. En tu cara, Dios.

La obra magna de Kurzweil,

La Singularidad está cerca: cuando los hombres trasciendan la biología

, esboza las implicaciones de esta transición de un modo que es al mismo tiempo creíble, terrorífico, meticuloso y absurdamente calienta-cabezas. Se publicó en 2005. Puede que parezca que fue hace poco tiempo, pero una explosión tecnológica de proporciones nucleares no parece tan lejana cuando consideras todas las cosas que han cambiado desde entonces. ¿Twitter, iPhones y el comentario en el muro de Facebook? Las cosas que usábamos hace cuatro años parecen porquería de

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Los Picapiedra

en comparación. La tecnología se mueve rápido e, incluso si se cumplen un tercio de las predicciones de Kurzweil, pronto viviremos en un mundo que hará que

Regreso al futuro II

parezca El planeta de los simios.

A la gente le gusta etiquetar a Kurzweil como el “heredero por derecho de Thomas Edison” y no es algo muy forzado si tenemos en cuenta que es el responsable de algunos de los inventos más útiles del siglo pasado: una máquina de reconocimiento óptico para los ciegos que es capaz de leer diversos tipos de texto impreso en voz alta, el escáner plano CCD, software para el reconocimiento de la voz, el primer sintetizador que creó sonidos virtualmente indistinguibles de aquéllos producidos por sus homólogos acústicos y un buen puñado de otras cosas muy chulas que apenas podemos asimilar que hayan salido del cerebro de Ray. Seguramente os imagináis a este tío trabajando en un laboratorio secreto, futurístico y con gravedad cero, con un personal compuesto de ciborgs. Pero su oficina, justo a las afueras de Boston, en Wellesley, Massachussets, es modesta. Parece que no haya visto un mueble nuevo desde los ochenta. Cuando Kurzweil, vestido con una chaqueta y unos pantalones azul marino ligeramente arrugados, emerge desde las columnas de libros que rodean su escritorio, parece un poco manso y asustado incluso teniendo en cuenta que ha pospuesto nuestra entrevista durante una media hora. Uno inmediatamente advierte su piel lustrosa y casi parecida al plástico, producto de suplementar su dieta con fosfatidilcolina, un componente importante de las membranas de las células que merma la edad. Es sólo una de las más de 100 vitaminas, minerales y otros suplementos que ingiere al día para combatir los estragos del tiempo. El objetivo es vivir lo suficiente como para ver su profecía cumplida. Y parece funcionar: el tío es una máquina. Hacia el final de nuestra conversación se levantó de su sillón para tomarse un descanso. Volvió diez minutos después, hizo una maniobra enrollando sus ojos como si estuviese computando algún complejo teorema y después continuó exactamente donde lo había dejado (es decir, literalmente en la misma palabra). No sería sorprendente si Kurzweil anunciase que ya ha recibido mejoras neuronales artificiales y otras actualizaciones biológicas. De hecho, haría que muchos de nosotros se sintiesen mejor acerca de la diferencia entre su capacidad mental y la nuestra. A pesar de esto, Kurzweil sabe unas pocas cosas más que la mayoría de nosotros y seríamos realmente muy tontos si no le escuchásemos con la mayor atención posible.

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Lo primero que ves al entrar en la oficina de Kurzweil es este maniquí. Se supone que es un inventor y está para dar la bienvenida a los visitantes. Bastante siniestro, la verdad.

Vice: La Singularidad suena estupenda y tal, pero ahora mismo la economía global es una fosa séptica rota y a la gente no le podría importar menos lo que nos espera dentro de 30 años. En 2005 usted escribió que la deflación sólo era una preocupación nimia y que estaríamos en buena forma en los años venideros. ¿Cómo concilia esto?
Ray Kurzweil: El crecimiento exponencial de las tecnologías de la información continuará completamente al margen de esta recesión o como quieras llamarla, simplemente como ha sido en cualquier otra recesión incluyendo la Gran Depresión. Hay un nuevo iPhone que es dos veces más potente que el del año pasado por la mitad del dinero y eso no es sólo porque en Apple sean brillantes. Es una verdad de toda la electrónica y, de hecho, no sólo de la electrónica. Es una verdad de cualquier cosa de la que tengamos información, sean escáneres del cerebro o tecnologías biológicas. Estas cosas empezaron siendo inasequibles y no funcionaban muy bien y ahora son casi gratis y extremadamente buenas. Por ejemplo, casi la mitad del mundo tiene hoy teléfonos móviles aunque antes fuesen un producto de lujo. Así que es en realidad la fuerza deflacionaria la que está manteniendo la inflación bajo control. Esa es la razón por la que no tenemos una inflación rampante.

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Vale, pero muchos de los colegas que conozco que han sido despedidos en los últimos seis meses no se podrán permitir el nuevo iPhone. Ellos están pensando simplemente en sus necesidades.
La gente dice: “Bueno, la tecnología de la información, eso sólo es parte de lo que necesito. También necesito pan y una casa”. Pero esas cosas se acabarán convirtiendo en tecnologías de la información en la medida en que nos transformamos de una era de pre-información a una era de post-información. Una industria muy importante que está haciendo eso ahora es la de la salud y la medicina. Hemos trazado un mapa del genoma, podemos diseñar operaciones en los ordenadores y probarlas en simuladores biológicos, podemos quitar genes y podemos añadir nuevos genes en un individuo adulto, no sólo en un bebé. A la larga, tendremos nanotecnología a gran escala, lo que quiere decir reorganizar la materia y la energía al nivel molecular usando procesos de información. Ahí es cuando yo podré enviarte por mail una tostadora, o una tostada, o una blusa, o un panel solar o un módulo para construir una casa o un transporte. Lo que ahora consideramos productos físicos se convertirán en archivos de información: archivos adjuntos de un mail. Esto ya sucede hoy en día en algunas categorías. Hace diez años, si quería enviarte una película, te habría mandado un paquete de FedEx. Ahora puedo enviarte un archivo adjunto en un mail. Lo mismo pasa con un archivo de música o con un libro. Lo que solían ser productos físicos ahora pueden ser enviados como archivos de información.

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Esa clase de correspondencia sólo será posible si desarrollamos la inteligencia artificial y la nanotecnología. ¿Cuánto tiempo pasará para que los ordenadores sobrepasen nuestro propio intelecto?
 Hoy en día, las máquinas no tienen el rango y la flexibilidad de la inteligencia humana, pero la llave para conseguir esto será entender cómo funciona el cerebro humano y también estamos haciendo un progeso exponencial en esto. Tendremos todos los modelos y simulaciones de las regiones del cerebro en 2029. Nos darán todas las plantillas del software, los algoritmos de la inteligencia humana. Permitirá a las máquinas tener acceso a sus propios códigos fuente y rediseñarse a sí mismas para ser más listas.

Una vez tengamos un hardware que sobrepase de lejos el poder computacional del cerebro humano, usted predice que nos llevará una década el gestionar a la inversa las sutilezas y los matices del modo en que trabaja nuestro cerebro. Entonces, los nanorobots nos permitirán complementar nuestros cuerpos, lo que resultará a la larga en el surgimiento de humanos no biológicos que serán más máquina que hombre. Y esto nos permitirá vivir tanto como queramos, aumentar nuestra inteligencia hasta cotas inimaginables y controlar nuestros sentidos. ¿Alguna idea de lo que va a parecer el mundo después de que esto ocurra?
 Puedes pensar en términos de realidad virtual, otra tendencia que está surgiendo desde hace poco. Por ejemplo, puedes ir a Second Life ahora y tener todos esos avatares que representan a gente biológica porque, en su mayor parte, están controlados por gente biológica. Pero hay también algunos avatares correteando por Second Life que no tienen a gente biológica de verdad tras ellos. Se les llama bots y, a veces, estos bots pueden volverte loco. Tú piensas que es un avatar normal y una persona biológica, pero en realidad es un bot. La gente está experimentando con la cantidad de tiempo que pueden estar yendo por ahí con un bot dando vueltas sin notar que es un bot.

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Espeluznante.
 Los bots no llegan a los niveles humanos… aún. Pero según mis cálculos, un ordenador pasará el test de Turing (que determina si ordenador ha alcanzado una verdadera inteligencia artificial) en 2029, usando definiciones rigurosas de las reglas. Las verdaderas inteligencias artificiales tendrán entonces una presencia en la realidad virtual y los avatares, en un entorno virtual, no serán como de dibujos animados, tal y como son hoy. En 2030, la realidad virtual será tan real y tan convincente como la realidad “real”, y conseguiremos eso desde el sistema nervioso. Así que los nanobots de tu cerebro, que llegarán ahí a través de la circulación de la sangre, de un modo no invasivo y sin cirugía, enviará las señales que vengan de tus sentidos reales y las reemplazará con sentidos que tu cerebro estará recibiendo del entorno virtual. Entonces, lo que sentirás es que realmente estás en ese entorno. Moverás tu mano y se moverá tu mano virtual. Tendrás un cuerpo virtual, pero tu cuerpo virtual no tendrá que ser igual que el real. Podrá ser diferente para cada entorno. Una pareja podrá ser ella misma en un entorno virtual y experimentar una relación desde la perspectiva del otro. Las inteligencias artificiales también tendrán cuerpos, así que podrás ir por Second Life en 2030 y contactar con una persona que quizás sea un bot. No serán como los de ahora, serán tan convincentes como una persona real. Serán tan inteligentes como tú, tendrán la flexibilidad del lenguaje humano y parecerán reales.

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¿Vamos a parecer humanos siempre o a la larga nos convertiremos en un deus ex machina mientras nuestros cuerpos físicos degeneran en enanos con manos de langosta?
 Si estamos en un entorno de realidad virtual, no vamos a ser felices siendo una inteligencia sin cuerpo. Vamos a querer cuerpos y estos bots con inteligencia artificial van a ser modelados, al menos en la medida de la inteligencia humana, y tendrán cuerpos también. Algunos serán cuerpos antropomorfos mientras que otros serán cuerpos especializados para propósitos especiales. En 2030 o 2040, tendremos un enjambre de nanobots que podrán montarse entre ellos mismos para parecer cuerpos humanos. También serán capaces de cambiar rápidamente sus cuerpos, como en los Transformer. Tendrán las mismas cualidades de forma que veremos en las realidades virtuales pero en la realidad “real”. No habrá una distinción clara entre la inteligencia no biológica y la biológica, del mismo modo que no la habrá entre la realidad virtual y la real. Estará todo mezclado: vamos a tener una realidad aumentada. Mirarás a alguien y habrá pequeños pop ups y pequeñas personas virtuales susurrándonos en los oídos y diciéndonos qué es lo que está pasando o simplemente recordándonos los nombres de la gente.

¿Lo que estás diciendo es que estaré sentado en el baño y un pop up se materializará saliendo de la nada? Eso es muy incómodo.
 Bueno, tendrás el control sobre eso que quieras, como ahora. De hecho, estamos muy cerca de nuestras máquinas. Son una extensión de la realidad. Una mujer que conocí hace poco me dijo que había ido a ver a su hijo y que él estaba ahí sentado delante del ordenador. Tenía cinco amigos en cinco ventanas diferentes mientras ella estaba de pie en una puerta real, siendo sólo otra ventana de su vida. No son imaginarias, son personas reales. No habrá una distinción clara entre la gente virtual y la real. De hecho, la gente “real” (gente biológica de origen biológico, como yo) será no biológica en su mayor parte una vez nos metamos en 2030. Tendremos miles de millones de nanobots yendo por nuestro cerebro a través de los capilares que interactuarán con nuestras neuronas biológicas. Tan pronto como lleguemos a eso, seremos un híbrido de inteligencia biológica y no biológica. No habrá una distinción clara. No es como: “Ahora estoy usando mi inteligencia biológica y ahora estoy usando mi inteligencia de máquina”. Llegaremos a un punto en el que la porción biológica de nuestra inteligencia será muy insignificante. Y la parte no biológica, la de máquina, incluirá completamente la escasa parte biológica y será capaz de simularla y entenderla.

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Póster promocional de una de las primeras máquinas lectoras de Kurzweil.

Seguramente, un número importante de gente encontrará terrorífica esta transición e intentará resistirse.
 La gente dice: “Leches, yo no quiero ser una máquina”. Están pensando en las máquinas que conocen hoy y no es el tipo de máquina del que estoy hablando. Yo estoy hablando de una máquina (y probablemente necesitaremos una palabra diferente para entonces) que es tan sutil y tan flexible y tan emocional como los humanos, y puede que incluso más.

Algo que es profundamente problemático en su visión del futuro es el riesgo de híper igualdad. ¿Cuál es la gracia de vivir si todo el mundo es perfecto y súper listo? Es como si fuese a terminar la diversidad.
 Yo creo que hará que la gente sea más diversa. Ahora somos bastante similares unos a otros. Tenemos menos diferencias genéticas entre todos los seres humanos de la Tierra que un grupo típico de babuinos. Todos tenemos los mismos órganos y todos estamos constreñidos por un cerebro similar que no se puede expandir. No puedo doblar el número de neuronas que tengo en mi cerebro y reorganizarlas de un modo útil. Una vez que podamos romper esa barrera y no tengamos un pensamiento limitado a lo que podemos hacer con cientos de miles de millones de neuronas apretadas en una calavera pequeña y empecemos a pensar con computaciones en la “nube” mediante un tic en internet y en todos sus recursos computacionales, entonces podremos ser más diferentes. Seremos capaces de explorar, con gran profundidad, diferentes materias y diferentes habilidades.

¿Trascender la biología y elegir cuánto queremos vivir es el objetivo final?
 Incluso aunque perfeccionemos la biología, tiene limitaciones inherentes. Tendremos medios muy poderosos, como drogas diseñadas específicamente para reprogramar los procesos de información subyacentes a la biología, para dejar atrás la enfermedad y el envejecimiento. Cuando podamos aumentar nuestros sistemas inmunológicos con nanobots que sean 1.000 veces más capaces que los glóbulos blancos a la hora de destruir patógenos y nos mantengan sanos en cuanto a las células y las moléculas para combatir la enfermedad, todo esto será incluso mucho más poderoso. En última instancia, seremos capaces de hacer copias de seguridad de la información de nuestros sistemas biológicos, incluyendo nuestro cerebro. Ése es un poco el último paso.

¿Qué puede hacer un Eddie Lunchpail cualquiera para estar seguro de que vive lo suficiente como para llegar a esta era de avances sin precedentes en la salud?
 Una persona joven debería tomar un suplemento de vitaminas y minerales equilibrado. Hay otras cosas que son buenas: la fosfatidilcolina, que es uno de los componentes principales de las membranas biológicas, mantendrán jóvenes tus células y es muy buena para tu piel. La coenzima Q10 es buena para mantener tus músculos sanos. La Vitamina D combatirá un montón de enfermedades y no es muy cara. No es costoso comer una dieta sana. Las verduras no son muy caras y ese es el pilar de una dieta. Puedes hacer ejercicio por tu cuenta (cómprate unas pesas o unas zapatillas para correr o andar). Esta no es una cuestión de ser un hombre o una mujer ricos. Las recomendaciones son bastante asequibles y están muy bien en términos de las implicaciones de la salud de cada uno. Enfermar es caro. Si pierdes tu salud, realmente no te queda nada.

¿Es justo decir de la Singularidad que es un sistema de creencias?
 Cuando hablo de ser un Singularitariano no es un sistema de creencias. Mientras se dirija hacia algunas de las mismas cuestiones que, por ejemplo, la religión, tiene sentido actualizar nuestras ideas sobre las cosas con un conocimiento extraído de la ciencia y la tecnología. Las religiones surgieron en momentos precientíficos. Lo que la gente había hecho antes era concebir cualquier manera de imaginar cómo extender la longevidad humana con ideas del tipo: “Bueno, la muerte no está tan mal”. Ahora podemos ver un camino alrededor de todo esto. El objetivo es conseguir lo que Audrey de Grey llamaba “la velocidad de escape de la longevidad”, donde añadimos más de un año cada año en nuestras expectativas de vida de modo que podamos vivir lo suficiente para llegar al punto en que la tecnología aumente la longevidad humana indefinidamente. Somos la especie que cambia lo que somos.

Si cambiamos lo que somos, ¿cómo seguiremos siendo humanos?
 La gente dice: “Si tu cerebro va a ser no biológico en un 99%, entonces ya no eres humano”. Hay que definir el término. Según mi definición, el ser humano es exactamente la especie que cambia lo que es. Si miras a los humanos hoy en día, no nos hemos quedado en el suelo, no nos hemos quedado en el planeta, no nos hemos quedado en las limitaciones de nuestra biología. La expectativa de vida humana era de 23 años hace 1.000 años. Nos hemos cambiado a nosotros mismos de muchísimas maneras. Puedo sacar un dispositivo de mi bolsillo y, con unos pocos movimientos, acceder a todo el conocimiento humano. ¿Qué otra especie animal ha hecho esto? Ésa es la naturaleza de ser humano: ir más allá de nuestras limitaciones. ENTREVISTA DE ROCCO CASTORO
FOTOGRAFÍAS DE JESPER DAMSGAARD LUND