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Yukigassen: la loca batalla japonesa con bolas de nieve

¿Creías que tirar bolas de nieve era un pasatiempo divertido? Pues los japoneses se han inventado una forma de convertirlo en un deporte al máximo nivel que además puede llegar a ser bastante violento.
Photo by Daily VICE

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Los canadienses hacen cosas raras. Muchas cosas raras. Algunas, como el curling, son difíciles de explicar a los no iniciados: otras, como lo que suelen hacer los jóvenes que crecen en la ciudad de Saskatoon, en Saskatchewan, son mucho más fáciles de comprender.

Resulta que, desde hace algún tiempo, hay grupos de chicos y chicas que se dedican a tirarse bolas de nieve. ¡Vaya, qué novedad!, me dirás. Pero… ¿y si te digo que en realidad están entrenando para participar en un prestigioso Campeonato del Mundo en Japón?

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Si los canadienses hacen cosas raras —muchas cosas raras—, los japoneses directamente están a otro nivel de 'rarismo'. Una de actividades que demuestran hasta qué punto pueden estar locos es el Yukigassen, el arte profesional de montar guerras con… bueno, bolas de nieve.

El nombre de este deporte tiene un origen bastante obvio, dado que nace de las palabras en japonés yuki (nieve) y kassen (batalla). Se reglamentó como deporte en la isla de Hokkaido a final de la década de los 80; el primer torneo se disputó en 1989.

A pesar de que otras naciones con tradición en la nieve como Finlandia, Noruega, Rusia y Tailandia también compiten a nivel internacional, Japón lleva dominando el panorama del Yukigassen durante casi 30 años. Más de 170 equipos compitieron en el Mundial de 2015, pero los nipones lograron retener su título mundial… y probablemente, el hecho de que su selección nacional esté trufada de jugadores profesionales de béisbol que juegan entre temporada y temporada tenga algo que ver.

En España aún no existe federación de Yukigassen, así que preguntamos a los miembros de la selección canadiense de dónde les viene esta extraña afición profesional.

Tomando un pequeño respiro durante el entrenamiento. Foto vía Daily VICE.

El equipo de Canadá está formado por el propio Nathan y sus hermanos Quinten y Anthony, además del Dr. Tyler Maltman, David Thomson, Reid Maltman, Chris Dziki, Chad Reynolds y Landon Johnson.

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"A veces las batallas se hacen eternas. Son muy intensas, vuelan bolas por todas partes muy rápido y no sabes qué está sucediendo", me cuenta Nathan mientras se toma un descanso y se dedica a producir las bolas de nieve especiales que requiere el Yukigassen.

"Tienes que asegurarte de tener la suficiente munición, de que tu equipo esté bien y de que el rival no robe tu bandera", explica Nathan. "Pasan demasiadas cosas al mismo tiempo, sin parar, así que los tres minutos que duran las batallas se te hacen una eternidad".

La experiencia es parecida al caos de un patio de recreo totalmente fuera de control. En este caso, sin embargo, los participantes llevan cascos, gafas y unos monos característicos que distinguen los equipos.

"No puedes descuidarte ni un momento", me cuenta Nathan. "Necesitas que tus suplentes sigan produciendo bolas de nieve para no quedarte sin munición: no pueden hacerse al momento, ya que deben ser precomprimidas para ser reglamentarias".

Esto son bolas de nieve, pero no unas cualquiera: estas están homologadas para jugar al Yukigassen, así que son 'premium'. Foto vía Daily VICE.

¿Cómo se juega a esto del Yukigassen? Pues verás: las reglas son similares al juego del balón prisionero. Dos equipos de nueve jugadores —siete activos y dos suplentes— se enfrentan en un campo de 40 metros de largo por 10 de ancho. Los partidos constan de tres rounds de 3 minutos cada uno.

Hay tres formas de ganar dichos rounds: la primera, la más obvia, es acertar a todos los contrarios con bolas de nieve, con lo cual quedan eliminados. La victoria es inmediata. La segunda forma, que dura los tres minutos del round, requiere terminar el tiempo con más jugadores que los rivales.

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La tercera forma, que en teoría es la que debería priorizarse, es robar la bandera del equipo rival, localizada en la parte posterior de su territorio.

Tirarse bolas de nieve nunca fue tan divertido. –Foto por Daily VICE

"En Japón esto muy pocas veces se da, porque los lanzamientos de sus jugadores son muy precisos", dice Nathan. "Pero cuando jugamos en Canadá, hay miles de capturas de banderas porque la gente es muy desorganizada. Se les acaban todas las bolas de nieve, se cansan… así es más fácil correr para capturar sus banderas".

Me siento a mirar cómo entrenan y me termina doliendo el cuerpo solo de verles. Las lesiones son realmente preocupantes: de hecho, el equipo de Canadá llevará a su propio médico para tratar cualquier lesión durante la competición. Tyler, que va vestido también con el mono pero lleva un estetoscopio colgando del cuello, dice que se están preparando para un "baño de sangre". Lleva con el equipo desde el principio y ha visto de todo, desde huesos rotos hasta dientes caídos.

Me levanto después de un rato: he visto a varios jugadores cayendo tras recibir auténticos cañonazos de sus compañeros, y pienso que sí, es muy majo y parece divertido, pero no sé yo si es demasiado recomendable para la salud… y que, bueno, no sé si serán muy resistentes a los golpes, pero dudo que realmente sepan jugar demasiado.