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tesoros deportivos

Troy Haupt y el secreto mejor guardado de la NFL

Troy Haupt, enfermero del Norte de Carolina, guarda un secreto que la NFL y los medios daban por perdido. A raíz del Super Bowl 50, su historia cobra vida de nuevo.
Foto por: James Flores/Getty Images

¿Nos creerías si te dijéramos que sólo existe una grabación casi completa del Super Bowl I en todo el mundo? ¿Y que dicha cinta no está en manos ni de la NFL, ni de CBS, ni de NBC, sino de un enfermero anestesista oriundo de Carolina del Norte?

Parece difícil creer que un evento de tal magnitud como lo es el Super Bowl fue en alguna época no más que un juego de campeonato entre la extinta AFL y la NFL. La asfixiante cobertura de los medios globales con la que se nos bombardean semanas antes a un Súper Domingo en nuestros días no existía en la década de los 60 —siendo francos, tampoco ha pasado demasiado tiempo—.

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El Super Bowl I se disputó un 15 de enero de 1967 y tuvo como protagonistas a los Green Bay Packers, dirigidos por Vince Lombardi, —¿les suena el nombre?— y los Kansas City Chiefs. Los Packers se llevaron el primer campeonato "mundial" al derrotar a los Chiefs 35-10, pero algo que llamó la atención, tal vez más que el partido en sí, fue la transmisión simultánea de las televisoras estadounidenses CBS y NBC; sin duda, un acto sin precedentes. ¿Pero por qué es importante mencionar a las televisoras cuando nos referimos al primer Super Bowl en la historia? Bueno, tal vez porque a pesar de tener los derechos para grabar el evento, ninguna de las dos cuenta en la actualidad con una cinta completa de aquel juego disputado en el Memorial Coliseum de Los Ángeles.

Para entender la razón de esta peculiar "torpeza" tenemos que recordar que en los 60, el equipo de grabación era mucho más costoso y difícil de adquirir para las televisoras, y las videograbadoras aún no existían. Como si fuera poco, las televisoras —en específico NBC y CBS— contaban con políticas internas que exigían reutilizar las cintas de grabación por sus altos costos. El Super Bowl I pasó tan desapercibido de la memoria colectiva que ambas televisoras terminaron por grabar telenovelas encima de las cintas de grabación del partido y, por ende, se quedaron con las manos vacías (pero con mucho drama).

En la actualidad es casi imposible ver una grada tan vacía en un Super Bowl. Foto: Kidwiler Collection/Diamond Images/Getty Images

Aquí es cuando entra Troy Haupt, el enfermero anestesista de Carolina del Norte, dueño de la única grabación del primer Súper Domingo.

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En 2005, Troy llamó la atención de los medios cuando dio a conocer que poseía cintas del partido del Super Bowl I. Su padre, Martin Haupt, a quien nunca conoció, fue el encargado de grabar el juego, excepto por el "show" de medio tiempo y parte del tercer cuarto. Las cintas fueron heredadas a la madre de Troy, Beth Rebuck, antes de que Martin muriera de cáncer.

Sin embargo, nadie estaría hablando de esto, si no fuera por el amigo de la infancia de Troy, Clint Hepner, quien llamó para comentarle que la revista Sports Illustrated se había referido a las cintas como "un tesoro perdido" con un valor estimado de 1 millón de dólares. En ese momento, Troy recordó que en su ático yacía una caja con cintas de grabación que resultaron ser las mismas que la prestigiosa revista deportiva había mencionado.

Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas para Troy. Desde que se supo del tesoro deportivo añorado que tiene en su poder, la NFL le ha advertido varias veces que si planea vender las cintas a terceros, se tendrá que enfrentar a represalias legales por parte de la liga, ya que Troy es dueño de las cintas, mas no de su contenido. Troy ha expresado que es una situación frustrante, ya que no puede hacer mucho y es "como tener el boleto dorado y no poder entrar a la fábrica de chocolates."

En los últimos cinco años, el abogado de Troy mencionó que había logrado un acuerdo con una persona desconocida —quien a su vez tenía un acuerdo con el Paley Center for Media en Manhattan— para restaurar las cintas y poder venderlas a la NFL. Como era de esperar, la National Football League rechazó la oferta, argumentando que las cintas del Super Bowl I no son tan importantes para su legado como para pagar cualquier cantidad exigida por terceros y mantiene la misma postura en cuanto al contenido que le pertenece.

A no ser que Troy Haupt y la NFL lleguen a un acuerdo en cuanto a las cintas de grabación, es muy probable que el mundo jamás llegue a ver en su totalidad el juego que inició todo una tradición en el deporte internacional.