Cinco ajustes clave de los entrenadores en lo que va de los Playoffs de la NBA

En los Playoffs de la NBA, la cosa se trata de que hay que forzar a tu rival a caer en situaciones incómodas en las que se vean obligados a abandonar cualquier cosa que les haya funcionado para llegar a donde están. Aunque la mayoría de los equipos juegan casi de la misma manera durante el calendario regular de 82 juegos, la estructura de la postemporada a menudo los obliga a abandonar ciertas tácticas muy rápido. Dado que hay varios días de descanso entre los juegos, y solo un rival del cual preocuparse, los equipos pueden identificar y explotar las debilidades rivales una y otra vez, forzando al otro equipo a borrar su plan habitual y buscar algo más. Los mejores entrenadores reconocen de inmediato lo que tienen que hacer y rectifican el camino. Los malos no.

En el inicio de la postemporada 2017, hemos visto varios ejemplos de ajustes que funcionaron, otros que no, y otros que nunca llegaron. Aquí hay algunos que destacan.

Thunder-Rockets: La defensa de OKC contra las pantallas

Durante la temporada regular, las defensivas de la NBA descubrieron que las mejores opciones contra las pantallas para beneficiar a James Harden era con los relevos defensivos, si es que tenías jugadores grandes pero con pies ligeros que al menos podían hacer un trabajo decente cortando el drive. Regresar a ese hombre grande a la pintura implicaba regalar un triple. La presión, si no la sincronizas de forma perfecta, implicaba que Harden mandara un balazo hacia alguno de los múltiples tiradores estacionados en el perímetro. Entonces, quedarse en el nivel de la pantalla significaba darle a Harden un pasillo para hacer el dribble. Así que, aplicaron los relevos. El Thunder descifró esta estrategia pronto en el Juego 1 con éxito moderado, principalmente porque Harden no estaba siendo lo suficientemente agresivo, pero luego Harden se soltó.

La estrategia de pick and roll que estuvo funcionándole de manera consistente a OKC en el Juego 1 era asegurarse de que Andre Roberson se quedara con Harden sin importar lo que pasara. Sin relevos, ni trampa, simplemente el mejor defensivo del equipo quedándose personal con su hombre. ¿Para qué relevar si al hacerlo neutralizas el efecto de tener a Roberson sobre Harden?

Así que Donovan diseñó una nueva estrategia para el Juego 2. Primero, igualó los minutos de Roberson con los de Harden. Cada segundo que el barbudo estaba en la duela, también estaba su custodio. Segundo, Donovan se rehusó a meter a Kanter cuando Harden estaba en la duela hasta el último cuarto, cuando Steven Adams se metió en problemas de faltas, cuando Domantas Sabonis ofreció poca resistencia, cuando el Thunder no lograba encontrar formas de anotar, y cuando Donovan se olvidó que Taj Gibson estaba en el equipo. Esos ajustes en la alineación buscaban minimizar el posible daño que Harden podía hacer en general, pero OKC también diseñó nuevas coberturas para el juego de pantallas, que fueron drásticamente distintas a las que utilizaron en el Juego 1.

Cuando Clint Capela o Nene emplazaban las pantallas para Harden, jugadores como Adams, Gibson y Jerami Grant se replegaban hacia la línea de tiros libres para cortar tanto el ataque como el pase detrás de la pantalla. Cuando Ryan Anderson ponía la pantalla, Gibson y Grant presionaban a Harden para sacarle el balón de las manos, apostándole a que un pase a lo ancho de la duela les daría el tiempo necesario para contrarrestar el probable intento de triple de Anderson desde el perímetro. Y cuando Trevor Ariza o Patrick Beverley ponían la pantalla, Victor Oladipo, Russell Westbrook y el resto de los aleros del Thunder se encontraban con Harden al nivel del dribble, dándo la apariencia momentánea de un relevo defensivo antes de regresar rápido a su cobertura personal. En todos los casos, Roberson se quedaba con Harden a menos que fuera absolutamente imposible.

Estas estrategias no funcionaron del todo, pues solo le hicieron las cosas más difíciles a Harden y los Rockets, pero fue suficiente para mantener al Thunder en el juego durante tres cuartos hasta que Westbrook, que simplemente fue mágico antes de quedarse sin combustible al final, los sacara de la pelea.

Spurs-Grizzlies: El arranque monstruoso de Mike Conley

El primer cuarto del Juego 1 no salió bien para los Spurs. Aunque uno esperaría que sus mejores atacantes batallaran ofensivamente contra los Grizzlies, ese no fue el caso. Fue la defensiva de San Antonio la que batalló para estar a la altura, principalmente debido al hecho de que no podían parar a Mike Conley.

Conley anotó 10 puntos en apenas cuatro tiros en ese primer período, y también repartió cuatro asistencias. Tenía la libertad de movimiento para ir a donde quisiera en la duela. Eso es lo que ocurre generalmente en estos días cuando estás marcado por Tony Parker; Patty Mills tampoco opuso mucha resistencia.

Gregg Popovich decidió que ya había visto suficiente, y asignó a Danny Green la cacería de Conley por toda la duela y por el resto del partido, lo mismo para el Juego 2. Los resultados fueron mucho más favorables. Luego de su primer cuarto de 10 puntos y 4 asistencias, Conley solo consiguió 3 puntos y 1 tiro de 10, con solo 3 asistencias el resto del partido. El tamaño de Green claramente afectó la habilidad de Conley de llegar a sus blancos, y eso provocó un corto circuito en la ofensiva de Memphis. Luego de un primer cuarto de 30 puntos, los Grizzlies solo pudieron anotar 52 puntos más el resto del partido.

Conley pudo reencontrar su ofensiva en el Juego 2 (24 puntos y 8 asistencias), pero con excepción de Zach Randolph, nadie pudo generar un impacto. Con Green señalando el punto de ataque, Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge quedaron libres para cubrir espacio en vez de custodiar algún Grizzly. Molestaron a Marc Gasol toda la noche y dejaron a JaMychal Green, Wayne Selden, Andrew Harrison y James Ennis disparar a placer si así lo deseaban. No fue sorprendente que no hicieran pagar a Popovich por sus tácticas, y los Spurs adelantaron 2-0 en la serie.

Warriors-Trail Blazers: La defensa sin esperanzas de Portland

Terry Slotts y los Blazers ya saben que no tienen forma de parar a los Warriors. Permitieron 116 puntos por cada 100 posesiones a Golden State durante la serie de postemporada de cinco juegos el año pasado, y eran un equipo significativamente mejor a la defensiva el año anterior. Damian Lillard y C.J. McCollum tienen sus virtudes, pero la defensiva no es una de ellas. Sin embargo, pueden anotar hasta el cansancio, especialmente cuando hay espacio amplio en la duela.

Así que Terry Slots decidió imitar la estrategia de los Rockets para vencer a los Warriors y simplemente ver qué pasaba. Portland se fue pequeño en todos los 96 minutos de los primeros dos juegos, e híper pequeños con Al-Farouq Aminu o Moe Harkless en el centro por 20 de los 48 minutos del Juego 2. También han encestado 64 triples en los dos juegos, más que ningún otro equipo en la postemporada con excepción de los Celtics.

A pesar de un valiente esfuerzo de Lillard (34 puntos) y McCollum (41) en el Juego 1, y de una igual de valiente primera mitad que hizo pensar que el Juego 2 no sería facil, al final los Blazers terminaron perdiendo ambos partidos, el segundo a pesar de que los Warriors jugaban sin Kevin Durant, Shaun Livingston o Matt Barnes, y de tener un 12 de 35 combinado en tiros de Stephen Curry y Klay Thompson.

El juego híper pequeño funcionó en la primera mitad, dándole a Portland algo de flexibilidad y relevos defensivos, a la vez que abría la duela en el otro extremo. Pero, dado que los ajustes tienen una vida útil de unos ocho muntos contra el equipo de Golden State, los Blazers fueron arrollados después del descanso. JaVale McGee de pronto comenzó a darle a Aminu y Harkless el Tratamiento Tony Allen (que es cuando finges que un jugador no está en la duela, y eso ha convertido a defensores que no tiran, como Allen, en jugadores solo de temporada regular). Todo ese espacio adicional que había estado disponible en la primera mitad se esfumó, y los Blazers tampoco no pudieron descifrar cómo evitar que JaVale recibiera fácilmente el balón en el otro extremo.

Si no le puedes anotar a los Warriors (Portland tuvo un repugnante rating ofensivo de 76.2 en el Juego 2) y no puedes detenerlos a pesar de juegos pobres por parte de los Hermanos Splash y la ausencia del Slim Reaper, entonces tu serie está liquidada, aunque técnicamente te queden dos juegos de vida.

Cavaliers-Pacers: Nate McMillan casi no está coacheando

De Stotts se podría decir que al menos intentó algo. No puede decirse lo mismo del entrenador de los Pacers, Nate McMillan, quien vio despedazada su estrategia defensiva en el Juego 1, y luego sacó exactamente la misma estrategia en el Juego 2.

Comencemos con la brillante idea de tener a Jeff Teague, Kevin Seraphin, C.J. Miles y Monta Ellis haciendo relevos sobre LeBron James en las pantallas, ya sea que fuera él quien llevara el balón o el que pusiera la pantalla. ¿Cómo creen que haya resultado para los Pacers?

Seamos honestos, no esperaban ver un video de Teague, Seraphin, Miles y Monta poniendo una muralla sobre Lebron en el poste y en el dribble. Aparentemente, eso es lo que McMillan esperaba, porque repitió la táctica en el Juego 2.

¿Tú qué sabes? Estos tipos no pueden cubrir al mejor jugador del mundo. Qué sorpresa. Seriamente, esto es de nivel aficionado en los Pacers. Y eso es antes de que toquemos el tema de que Teague ha sido de nula ayuda frente a Kyrie irving, que no han encontrado la forma de detener a Kevin Love, y que Tristan Thompson se lo has estado comiendo vivos en los tableros. Si la defensa de los Cavs no fuera la misma pesadilla, esta serie estaría aún más holgada de lo que ya está.