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Música

Frank Ocean fue el fotógrafo no oficial de Vogue en la Gala del Met

El último en una serie de actos públicos y muy especiales para este músico hace no mucho recluido.
Lauren O'Neill
London, GB

Parece que Lil Yachty tiene competencia —no fue el único tomando fotos en la Gala de Met de este año, que tuvo lugar el pasado lunes 1º de mayo. Frank Ocean estuvo en las mismas, aunque en vez de un iPhone, naturalmente dada su condición de artista, se puso detrás de una cámara de 35 mm Contax T3 para inmortalizar a todos sus amigos famosos:

Puedes ver su galería de imágenes, que cuenta con Zoë Kravitz, Naomi Campbell, A$AP Rocky, Kendall Jenner (que, estoy segura, debe sentirse aliviada de sí salir en estas fotos después de ser despiadamente recortada por Diddy), Bella Hadid y más, aquí. También aparecerá en el último número de la edición estadounidense de Vogue.

Para muchos fans de hace mucho (y sufrido) tiempo que, con el paso de los años se acostumbraron a la persona solitaria y misteriosa de Frank, su actividad pública reciente se siente rara e interesante. En los últimos meses, comenzó un programa de radio, ha lanzado más nueva música que nunca y, con una serie de fechas en festivales de verano por todo el mundo alineadas, aparece en público una cantidad de veces sin precedentes para alguien que tenía fama de vagar por el mundo sin que nadie lo vea y de negarse a tomarse selfies con fans. Ha cancelado una aparición en un festival hasta ahora, pero preocupa que algunos de sus otros conciertos de verano podrían seguir el mismo ejemplo.

Pero lo que es particularmente intrigante es la forma en la que ha regresado al ojo público: Frank alcanzó su estatus de artista prestigioso tanto por hacer música original y relevante tanto por, de manera similar a Beyoncé, permanecer oculto y sólo revelar algo de sí mismo cuando lo considerara apropiado, comunicándose raramente y sólo a través de Tumblr. Esto permitió rápidamente que cualquier aparición en público llegara a los titulares, catapultando a estatus de leyenda al cantante. Y ahora que está saliendo de la cortina que colgaba alrededor suyo, lo hace con cuidado, trabajando sólo con las marcas que tienen capital cultural (Apple Music, Vogue), yendo sólo a eventos exclusivos (como la Gala del Met) y, al parecer, socializando con los ricos y muy famosos. Y al mismo tiempo, hace todo esto a su manera: dispara con una cámara compacta para una de las publicaciones de moda más grande del mundo; tiene a otras personas en su programa de radio. Que Frank Ocean sea cada vez más una figura pública, parece como una progresión natural de la idea de que él ha cultivado de sí mismo, en lugar de parecer que se vendió o se convirtió en alguien que no es, en nombre de la celebridad.

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