Científicos encuentran “superbacteria” en las playas de Río de Janeiro

Los problemas para los Juegos Olímpicos de Río no dejan de aparecer a poco más de un mes de su inauguración. La preocupación de los medios internacionales por los altos niveles de contaminación registrados en las diferentes playas y ríos que albergarán competencias olímpicas como canotaje y vela, entre otros, se hace más evidente por los riesgos potenciales que podrían desencadenar en la salud de los atletas.

La falta de infraestructura para tratar los millones de litros de aguas negras que desembocan todos los días sobre las costas de Río de Janeiro y la pasividad de las autoridades brasileñas, como del Comité Olímpico Internacional, han provocado que la situación empeore, e incluso algunos atletas olímpicos cuestionen su participación.

Hace unos días, Reuters dio a conocer los resultados de dos estudios no publicados donde se concluye que los lugares más populares de Río y otras áreas aledañas presentan altos niveles de microbios que sólo se encuentran en hospitales.

EXCLUSIVE: 'Super bacteria' found in Rio's Olympic venues, top beaches. — Reuters Top News (@Reuters)11 de junio de 2016

La agencia resalta que en 2014 un estudio ya había detectado una "superbacteria" inmune a los antibióticos en la Bahía de Guanabara donde se realizaran varias competencias olímpicas.

De acuerdo con el U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC), la "superbacteria" puede ocasionar infecciones urinarias, gastrointestinales, pulmonares y en el torrente sanguíneo difíciles de tratar, al igual que meningitis. El CDC comenta, basado en estudios previos, que dicha bacteria mata a la mitad de las personas que la contraen.

No nos queda más que preguntarnos qué sucedió con el presupuesto destinado para la mejora de las condiciones de salubridad que el COI pidió a Brasil como requisito para albergar las Olimpiadas. Es evidente que la corrupción y el desvío de fondos es la principal causa de que todo una nación tenga que lidiar con una seria amenaza de salud que por ahora se encuentra bajo los reflectores de la prensa mundial, pero que podría seguir agravándose una vez que la fiesta olímpica concluya.