El chileno Diego Rivas, otra vez en escena

La sonrisa en su rostro se pasea durante toda la sala de prensa del Hotel Tropicana. Diego Rivas es otro. Las lesiones en ambos hombros y diversas molestias que lo mantuvieron durante todo 2015 fuera del octágono quedaron en el pasado, y su alegría por volver a hacer lo que más le gusta es evidente. "Ha pasado un año y fracción desde mi pelea con Rodolfo Rubio, todo por culpa de las lesiones. Fue un año muy complicado para mí. Gracias a Dios pude hacer mi preparación en Kings MMA, uno de los mejores gimnasios del mundo. Estuve dos meses y tres semanas allí con sparrings muy duros, eso me dio confianza. El último mes estuve preparándome en Chile para también estar más cerca de la familia porque la mejor parte ya la había hecho", relató el chileno ante la atenta mirada de diversos medios de la región.

Luego de superar las dolencias, Rivas decidió meterse de lleno en un gimnasio de primer nivel. Recomendado por Fabricio Werdum, quien también practicó a su lado, se codeó en el día a día con peleadores de la talla de Rafael dos Anjos, para así profesionalizar su juego y poder compararse con los mejores. "Ellos llegaban primeros y se entrenaban con todo. Eso me motivaba a levantarme más temprano y darle fuerte. En su última pelea lo pude ayudar a dos Anjos con la preparación y me dio una satisfacción muy grande", contó, detallando lo que sintió al rodearse con verdaderos campeones.

El chileno, que cuenta con un gran caudal de fans en la región latinoamericana, sabe que en su pelea con Rubio quedó en deuda y que aún tiene mucho talento por desplegar. Los nervios del debut pasaron y ahora es tiempo de enseñarle al mundo quién es realmente Diego Rivas cuando entra a un octágono. "Ahora tengo la oportunidad de arriesgar más. En mi primera pelea me limité porque se jugaba mi estancia en UFC. Sabía que si perdía me iba. Ahora tengo más recursos y ganas de ir avanzando", detalló, y habló acerca de la tan famosa presión: "Uno siempre la va a tener y el que diga que no está mintiendo. Pero a la vez la presión te ayuda y te da fuerzas. Yo no quiero defraudar a nadie y sentir el apoyo de la gente me da energía y ganas de dar lo mejor de mí".

Tanto sus palabras como sus expresiones marcan que está desesperado por salir a escena el sábado. Sin embargo, su tarea no será nada sencilla, ya que del otro lado tendrá Noad Lahat, quien ya cuenta con tres contiendas dentro de la promotora y algo más de experiencia. "Mi peleador es muy bueno en el suelo y es muy fuerte, además de tener buen derribo. No hablo de él como persona porque no lo conozco, pero es valiente y no va para atrás. Viendo sus peleas, a él no le gusta mucho que le peguen. Siempre evita el intercambio y ahí va a estar la clave. Voy a tratar de que no me derribe, golpear y escaparme de él", analizó.

Apenas Rivas, Chito Vera y Guido Cannetti salieron victoriosos en UFC de quienes integraron el equipo de Werdum en la primera edición del TUF Latinoamérica. "Eso me pone muy feliz. Con Cannetti particularmente me llevaba muy bien y me pone contento por él. Pero sé que este deporte es individual y cada uno debe ocuparse de lo suyo", contó, y por supuesto dio su punto de vista acerca de una de las preguntas más realizadas en este último año: ¿Cómo ves el crecimiento de las MMA en Latinoamérica? "Se abrió una puerta y muchas ventanas en la región. Hay muchos peleadores y muy buenos. Antes no se sabía lo que era esto y ahora cada vez hay más fans. En mi país están pidiendo a gritos a la televisión que le pongan UFC en la grilla", comentó con un pequeña risa.

Con apenas 24 años Diego Rivas se encamina a rendir su segundo examen en UFC. Deberá demostrar que la inactividad de casi un año y medio no le pesó, sino que le sirvió para seguir adquiriendo conocimientos y técnicas. Ya nada tiene que ver con aquel peleador del TUF que apenas era una promesa. Hoy es un miembro más de la promotora y ésta será una buena contienda para transformarse en hombre y crecer en consideración. El sábado se sabrá la verdad.