FYI.

This story is over 5 years old.

diseño

Un cubo de luz de cuatro pisos se apoderó de una azotea en LA

Nos metimos en la instalación audiovisual multidimensional de la diseñadora futurista Heather Shaw en Los Ángeles.
Carlo Cruz / Red Bull Content Pool

¿La evolución de la tecnología es cíclica en vez de lineal? ¿Es que su rápido avance sólo nos está regresando la misma mentalidad que los humanos como especie tenían hace miles de años? Estas son sólo algunas de las preguntas que vienen a la mente con El circuito de la vida: un viaje por la evolución de la tecnología [The Circuitry of Life: A Journey Through the Evolution of Technology] de la diseñadora futurista Heather Shaw, una experiencia alucinante, multidimensional y totalmente inmersa en luz y sonido de dos noches que tuvo lugar en una azotea del centro de Los Ángeles el fin de semana del 20 y 21 de febrero.

Publicidad

“El término «diseñador futurista» fue acuñado por Los Angeles Times cuando se referían a lo que nos gusta hacer”, explica Shaw, procedente de Los Ángeles. “Estoy sumamente inspirada por los científicos que trabajan en la predicción del futuro. Sé que, como diseñadores, nosotros también somos responsables de diseñar el futuro. Me gusta imaginar el futuro y crear experiencias y proyectos que lo reflejen”.

Carlo Cruz / Red Bull Content Pool

Shaw comenzó a estudiar artes antes de cambiarse a diseño automovilístico y trabajar para Audi como diseñadora por cinco años. Ahora, es el CEO de Vita Motus, desarrollador de ambientes multidisciplinarios, generalmente para la industria musical. Los clientes de la compañía incluyen Coachella, American Idol, Taylor Swift y, en el caso de El circuito de la vida, Red Bull, entre otros. Sin embargo, en vez de ser solamente un vehículo para el marketing por emplazamiento, la más reciente meta de Shaw se inspiraba en su propia experiencia, con Red Bull acompañándola.

Como lo describe Shaw, “El circuito de la vida es un viaje por la evolución de la tecnología. Es una experiencia que denota el paso de lo análogo a lo digital a través de la música, los medios digitales y la escultura”. Dice que la totalidad del proyecto tomó más de un año para ser ejecutado por un equipo de más o menos 40 personas, incluyendo músicos, animadores, animadores interactivos, diseñadores interactivos de sonido, curadores musicales e ingenieros.

Publicidad

Carlo Cruz / Red Bull Content Pool

Como un escenario de producción tradicional, el evento se desenvolvió por medio de “actos” definidos libremente. Primero, unos individuos se encontraban en un interior, donde eran alentados a devenir sujetos en videos separados de 20 minutos de retratos de cabeza, que volvían a aparecer en la experiencia más adelante en la noche. Después eran exhortados a entender las cinco épocas de avance tecnológico a través de una línea del tiempo en la pared, cada una representada en la producción inmediatamente después en el exterior.

La representación gráfica comenzó con Conexión Humana [Human Connection], la que mostraba, siguiendo el texto de la línea del tiempo, cómo la gente se conectaba a partir de tribus y el desarrollo de herramientas orgánicas rudimentarias que evolucionaron a actividades más complejas, como coser, la metalurgia y la agricultura. Físicamente, esto fue representado por un grupo central de tamborileros tribales que escoltaban a los visitantes al exterior del cubo de cuatro pisos.

Carlo Cruz / Red Bull Content Pool

La segunda fase de la línea del tiempo que era descrita como Revolución Industrial [Industrial Revolution], aun cuando los historiadores doctos argumentarían que el termino es una sobre-simplificación burda, incluía los logros de la era enraizada en la precedente revolución agrícola. No obstante, el texto de la línea del tiempo describía este como un período que “permitió la producción en masa y dio paso al mundo industrializado”. El tercer momento de la línea del tiempo, Circuito integrado [Integrated Circuit], hacía una crónica del inicio de la revolución tecnológica, comenzando con la radio de transistores e información programable, computación y software. Dentro del cubo, aquello era representado con sonidos cada vez más frenéticos y discordantes de un cuarteto de cuerdas que tocaba en vivo y acompañaba viejas filmaciones cortas que se proyectaban en una de las cuatro paredes.

Publicidad

Luego vino la Supercarretera [Superhighway], cuando todos comenzamos a conectarnos en línea a principios de la década de 1990. “Esta rápida comunicación resultó en el incremento de tecnologías digitales que parecían más rápidas de lo que la mayoría de nosotros podíamos comprender”, explicaba el texto de la línea del tiempo. Dentro del cubo, el cuarteto de cuerdas dio lugar a una guitarra rockera, y las proyecciones de metraje encontrado fueron reemplazadas por visuales que evocaban lámparas de lava y protectores de pantalla.

Carlo Cruz / Red Bull Content Pool

Finalmente, la última fase de la línea del tiempo fue Conciencia Única [Singular Consciousness], la cual describía la aplicación futura del conocimiento científico con propósitos funcionales. “Una conciencia única representa el futuro de la tecnología”, informaba la línea del tiempo a los visitantes. “Aquí nos percatamos del hecho de que la tecnología nos ha ofrecido un espacio que nos conecta más rápido que las generaciones precedentes”. Dentro del cubo, la trayectoria del desarrollo tecnológico se volvió menos fragmentado y más fluido; y la guitarra rockera mutó en música electrónica. Las animaciones visuales pasaron de un estilo Pink Floydesco o tipo Tron a lienzos interactivos, que invitaban a los visitantes a tocar y jugar con las pantallas, creando, así, sus propios visuales y sonidos y formando parte de una entidad única que contenía el forjado del futuro como unidad. “Estamos conectados en todo el mundo con sólo presionar un botón. Esto ofrece a las tribus un espacio para comunicarse de manera más veloz y convertirse en un mismo consciente colectivo”. Así describió la línea del tiempo el período más reciente (actual/futuro), dando a entender que, por medio de circuitos, nos hemos hecho un círculo completo y que somos, de nuevo, una “tribu”.

En la cima de la estructura, había una escultura transparente en forma de una cabeza con pequeñas imágenes en movimiento incluyendo los mismos retratos de la multitud, filmados unos momentos antes. Representaba el más grande componente del cubo, que estaba compuesto de individuos también. Shaw dice que originalmente concibió la idea como "una escalera infinita", luego expandió la idea a un cubo, porque encontró su propio arte gravitando en el cubo. Funciona, porque el cubo imita a la computadora, aludiendo al hecho que somos nosotros humanos quienes hemos diseñado y desarrollado la computadora para nuestros propios fines, y somos los que le decimos qué hacer; ahora, y en el futuro, también.

Carlo Cruz / Red Bull Content Pool