Roy Jones Jr. por fin da señales de un posible retiro

Un fin de semana más, una pelea más para Roy Jones Jr. El oriundo de Pensacola, Florida, regresó a su ciudad natal para derrotar a Rodney "Rockin" Moore la noche del sábado.

Moore había perdido nueve peleas consecutivas antes del combate del sábado ante Jones, y una de ellas por medio de nocaut —propinado por el peleador invicto de peso crucero Murat Gassiev de Rusia—.

Se esperaba que Jones dominara de principio a fin la pelea y sumara otro nocaut a su larga lista de víctimas que uno esperaría de un boxeador de 47 años con una carrera cercana a los 30 años. Sin embargo, nunca sucedió.

Los 5 mil asistentes en el Pensacola Bay Center fueron testigos de un combate lento y pesado; el ambiente apagado proveniente de la multitud correspondía directamente con el ritmo aletargado de los dos hombres sobre el ring. Jones peleó con sus manos abajo y fanfarroneó mientras esquivaba algunos golpes como en los viejos tiempos, pero ya no era lo mismo; en este contexto parecía un poco forzado.

No sólo Jones tiene casi 50 años y es considerablemente más lento que cuando estaba en lo más alto de su carrera, también ha sufrido uno que otro nocaut devastador de un tiempo para acá —el último se dio en Rusia ante el nada glamoroso galés, Enzo Maccarinelli, en diciembre del año pasado—.

Las dos peleas de diez asaltos, parecidas más a una sesión de sparring, contra dos cuarentones terminaron en una decisión unánime favorable para Jones con puntaje de 100-90 en todas las tarjetas. El ex olímpico y ganador de la medalla de plata en Seúl controló cómodamente a Moore durante todo el combate.

Fue una pelea deslucida en todo el sentido de la palabra. Resulta que Jones se lesionó su bíceps derecho en el quinto asalto y tuvo que pelear con una mano hasta la conclusión del combate —tampoco es como si hubiera afectado la intensidad de la acción necesariamente—. Después de todo, Jones peleó y derrotó a nombres como James Toney y Bernard Hopkins con su mano derecha fracturada.

La lesión y el hecho de haber ganado en su ciudad natal —lugar donde disputó su primera pelea como profesional— conmovieron a Jones en la entrevista después del enfrentamiento. En declaraciones para el Pensacola News Journal, Jones dijo: "Casi estaba llorando. Me dolió porque pensé que podría ser mi última pelea. Me dije, puede ser la última.

"Pudo haber sido la última y si lo es no estoy molesto porque tuve una gran carrera. Todo mis hijos tuvieron la oportunidad de ver una vez más a su padre pelear. Sabía que estaba cerca del final. El tiempo se me acaba", dijo antes de añadir "cuando empiezas a tener lesiones como estas, te das cuentas que estás envejeciendo. Estoy preocupado que sea la última vez que podamos hacer esto en Pensacola. Aquí es donde empezamos y podría ser el final para nosotros".

Quiero creerlo. Pero, incluso si se retirara mañana, Jones no se habría marchado como la mayoría habría deseado. En su última pelea, poco tiempo después de obtener su ciudadanía rusa, Jones se enfrentó en marzo al peleador de MMA de 33 años, Vyron Phillips, en el debut boxístico de éste.

Phillips había ganado la oportunidad de pelear con Jones después de ganar una votación en Facebook, atraído por la promesa de una bolsa de 100 mil dólares si noqueaba a Jones. No lo logró. Phillips visitó la lona en los primeros dos asaltos y de esta forma Jones sumaba una lata aplastada más a su historial.

Terminar tu carrera profesional en el lugar donde comenzaste es, a menudo, una forma propicia de colgar los guantes. Pero los últimos enfrentamientos en la carrera de Jones sabotean el fenomenal talento del cinco veces campeón del mundo y uno de los mejores libra por libra de la historia.

Nos encontramos en un dilema. No queremos que Jones continúe peleando a los 47 años como la versión desgastada del hombre que solíamos ver iluminar el mundo con su ágil defensa y su velocidad relampagueante de manos. Al mismo tiempo, ser testigos del final de la carrera de Jones ante un debutante sacado de las redes sociales —seguido de una pelea contra un hombre que ha perdido diez enfrentamientos consecutivos— es casi un sacrilegio considerando las finas habilidades que Jones alguna vez poseyó.

Para estas instancias, sólo Jones puede decidir su destino con su orgullo y terquedad demostrados en más o menos una década. Pero que una lesión severa, mas no de conmoción cerebral, dé fin a tu carrera después de una victoria en casa podría ser lo mejor que veamos del que alguna vez fue un fenómeno, Roy Jones Jr.