FYI.

This story is over 5 years old.

Actualidad

El futuro de internet

Vamos a ser esclavos Borgs de los publicistas.

¿Sabías que puedes hacer que una planta tenga wi-fi? Así puede contactar contigo por teléfono para avisarte de que necesita agua o más luz. A lo mejor algún día también será capaz de avisarte de cuando se sienta sola y desanimada. Préparate para lidiar con tus objetos inanimados, porque muy pronto te van a estar puteando. Desde el microondas hasta la máquina de afeitar, todos van a ponerse más pesados que un puto Tamagotchi. Y apuesto a que el que los diseñe les dará capacidad de darte el coñazo con emoticonos.

Publicidad

"Las lavadoras ya tienen ordenador incorporado", me explicó Simon Gill, de la agencia de marketing y tecnología LBI. "La diferencia es que, hace 10 años, tenías que cuidarla. En el futuro estará conectada a internet y podrás saber cuantos lavados has hecho y el peso de carga en cada uno de ellos, y podrás conectar y desconectar la máquina a distancia. "En una casa moderna, estas máquinas estarán por todas partes y ni nos enteraremos".

Esta tecnología no sólo estará en nuestros electrodomésticos, sino integrada en todo lo que hacemos y con todo lo que interactuamos. Seremos capaz de controlar y monitorizar todo lo que poseemos, lo que será desquiciante para cualquiera que tenga actualmente edad para beber. La ropa que llevamos, lo que comemos, a dónde vamos y lo que compramos, todo será una amalgama de detallada información sobre nosotros. Se trata de una versión digitalmente revisada del camino del autoconocimiento. Resultará imposible no descubrir cuánto te odias a ti mismo por cebarte de comida rápida y telebasura.

Los publicistas se van a correr con estas maquinitas de recopilar información. Su trabajo  -venderte lo que no aún no tengas– gira en torno a informarte de lo vacío que estás. En un futuro cercano, estas enormes bases de datos analizarán tu uso de la red para poder explotar mejor tu más íntimos secretos.

Independientemente de lo que hagas conectado –aunque te pases el día donando a proyectos en kickstarter o escribiendo una tesis– formas parte de la cosecha de las corporaciones, que recogerán cada fragmento de información rentable que puedan encontrar sobre ti. Esto incluye el ciclo menstrual de las mujeres, que los publicistas pueden señalar simplemente analizando tus órdenes de compra.

Publicidad

El uso mundial de internet

"Se cuenta que en Australia un tío montó en cólera en una tienda porque no dejaban de enviarle a su hija folletos informativos sobre el embarazo. El concepto es: si compras cuatro productos concretos, es porque probablemente estás embarazada", me contó Gill. "Miraron el perfil de sus compras y supieron antes que el padre que la chica estaba embarazada basándose en que las tendencias de otras personas se podían aplicar en este caso. Los publicistas pueden deducir muchas cosas sobre nosotros a través de lo que compramos”.

Gente de marketing que sabe antes que tú que tu hija adolescente está preñada: bienvenidos al futuro de internet.

La industria es capaz de seguir cada movimiento que hacemos online, ver las webs que visitamos, qué productos compramos y dónde hacemos click después. La publicidad que recibimos se basará paulatinamente en función de nuestra localización GPS, y los servicios recogerán toda esta información en una gigantesca base de datos panóptica a las que empresas tendrán acceso para ofrecerte productos que ni siquiera sabes aún que necesitas. Crema antihemorroidal, por ejemplo.

"Puede que sea un servicio que mediante Bluetooth detectará cuándo estás cerca y que tenga acceso a una base de datos con tu historial de ubicaciones. Podrán saber dónde has estado y dónde es probable que vayas según tus costumbres anteriores; lo que buscas por internet, lo que comes y lo que bebes, incluso tus hábitos de compra. Para esas compañías, todos esos datos valen mucha pasta", me dijo Rik Ferguson, de la empresa de seguridad en internet Trend Micro.

Publicidad

Todo esto es porque lo hacemos todo desde nuestro teléfonos, ordenadores portátiles que condensan –muy convenientemente– todas las tecnologías que usamos en un dispositivo rastreable. Pero el smartphone nunca se habría inventado sin internet; la red es la responsable de que existan un buen número de cachivaches. Bueno, la red y la mano de obra esclava china que los monta en las fábricas de Foxconn. A medida que internet acumula online a un número cada vez mayor de habitantes del planeta, se está creando progresivamente una amalgamada entidad digital en la que acabaremos convirtiéndonos en los Borgs de Star Trek, funcionando como zánganos en una colmena.

Apasionados de la tecnología en los años 80, entre ellos el padre de la informática portable, Steve Mann.

“"Lo primero que hacen los jovenes si quieren atarse un nudo de corbata es ir a internet y ver cómo se hace. Ya no es algo que aprendas de tu familia o de tu padre, es algo que aprendes en internet. Hasta cierto punto, esto nos está convirtiendo, literalmente, en un colectivo Borg", me dijo la antropóloga cibernética Amber Case. "Todos podemos estar conectados y todos estamos desarrollando esta mentalidad de colmena. Cuando algo ocurre –la muerte de Michael Jackson, por poner un ejemplo– todos, en todo el mundo, pueden saberlo casi al instante sin hablar con otros".

Cuando lo miras así queda claro que internet es una masa de las mismas acciones y reacciones; sus usuarios, un enjambre de abejas preocupado por estar al día con la información más actualizada posible antes de que se imponga una nueva historia. Fíjate en cómo todo el mundo twitea al instante las mismas noticias y cómo se unen los hacktivistas para atacar juntos a un mismo objetivo. Es un nido digital masivo, una sociedad global que actúa como un ente colectivo.

Publicidad

Aunque hay voces que sostienen la inevitabilidad de que nos convirtamos en cyborgs, Amber cree que que a la hora de integrarnos aún más con internet tenderemos a huir de la tecnología intrusiva y optaremos por llevar tecnología portable. Implantes permanentes fijados en tu cuerpo. Si te irrita recibir un bombardeo de mails de curro durante el fin de semana, imagina como sería si te los enviasen directamente a un implante en tu cerebro.

"Creo que la tecnología estará cada vez más dentro de nosotros”, prosigue Amber, “suprimiendo el tiempo y el espacio que conlleva una acción como hacer una foto o compartir información. Y haciendo esto nos convertiremos más y más en Borgs. No pareceremos físicamente Borgs, pero tendremos esos dispositivos cada vez más pequeños y más potentes”.

El 'BrainGate chip', un implante cerebral que ayuda con el uso de miembros protésicos

A medida que internet se convierte en una extensión virtual de nosotros mismos, los artilugios que utilizamos para acceder a la red se han convertido ya en una medida de nuestra valía. No en el sentido de actualizar tu estado en facebook criticando a la gente que lleva Crocs, sino en el de cómo reaccionamos ante estos dispositivos. Reflejan lo conectados y en la onda que estamos. Aunque el estilo vintage siempre tendrá discípulos, no esperes ver a nadie “redescubriendo” los encantos de una máquina de escibir de los años 30, excepto tal vez algún ludita tirando a memo.

Publicidad

"No somos espeluznantes como los Borgs de Star Trek. Nuestras prótesis están muy bien diseñadas. Las campañas de publicidad de los teléfonos son iguales que las de los coches. El coche es una extensión de ti mismo, un teléfono es una extensión mental de ti mismo, y todos estos artilugios y prótesis nos hacen más sexis. Si tienes un ladrillo de móvil, eso juega en tu contra. Si tienes uno nuevo, la gente puede decir a qué capa demográfica perteneces. Habrá dos tribus: los que estarán muy interesados en la tecnología y los que no quieran usarla".

Rik también sugiere la posibilidad de que la red se corrompra por un gobierno desesperado por tomar medidas drásticas en el crimen cibernético y por limpiar la red. No se puede descartar que nazca un permiso de internet –un internet purgado que podrán utilizar las masas– y haya que registrarse para obtenerlo. Y el nacimiento de distintas redes paralelas, utilizadas por rebeldes, expertos informáticos y ciberdelincuentes.

"No hay consenso en torno a si si la gente debería tener una licencia de internet que permitiría un rastreo de cómo se usa y para qué. Por supuesto, si eres un delincuente no vas a aceptar poder ser rastreado y decidirás correr riesgos. Llegados a este punto, hablamos de un internet a dos niveles, o incluso tres: el accesible internet diario para gente normal; el undernet, un internet dependiente del internet normal pero utilizado sin permisos, y quizá un equivalente oculto a la ‘web oscura’ de hoy".

Publicidad

Dejando aparte que todo lo que hagas online pueda en un futuro próximo ser monitorizado, otro gran tema noticiable es que las herramientas para diseminar spam o realizar ataques DDOS a páginas web son cada vez más fáciles de usar. Hay gente creando y vendiendo kits a prueba de idiotas que permiten a novatos emprender una nueva carrera de ciberdelitos. Tan sencillo como manejar un avión con un mando de la PlayStation. En años venideros todos podremos pluriemplearnos como timadores digitales. Comparado con los delitos callejeros, esto es mucho más beneficioso y es más difícil que te pillen.

"Se percibe como un delito de bajo riesgo, es cierto", dice Rik. "La tendencia desde hace tiempo es que la necesidad de capital y capacitación técnica sean mucho menores. No necesitas saber mucho ni gastarte demasiado para empezar. En la actualidad todas las herramientas criminales están diseñadas como interfaces donde se hace clic con un cursor. Las barreras para entrar al ciberdelito ya no existen".

Puede que los crímenes ejecutados físicamente lentamente desaparezcan, a medida que el equilibrio entre riesgo y recompensa se desplace a internet. El mercado negro ya no funciona como un supermercado local para delincuentes, pero sitios como Silk Road, en la red Tor, ofrecen comprar drogas, armas y cualquier cosa ilegal a los delincuentes convencionales. Si los barones de la droga ya están al día con los trucos del anonimato en internet, las masas no tardarán mucho en subirse al carro.

Sigue a Sam en Twitter: @sambobclements

Ilustración de Marta Parszeniew