En su panfleto de 1995 Lesbofobia: hombres gay y misoginia, la escritora Megan Radclyffe señaló que muchas lesbianas dejaron el Frente de Liberación Gay en 1971 y citó a Janet Dixon cuando dijo que "al final, una vez más, las mujeres estaban sirviendo a los hombres, las mujeres estaban creando consciencia… [y] estaban dándole su energía a los hombres."Desde siempre, el activismo lésbico ha sido idéntico al feminismo; a fin de cuentas, la liberación de las mujeres queer requiere que se desvanezcan los roles de género y las estructuras familiares que oprimen a las mujeres. Para los ex integrantes del FLG como Dixon, quedó claro que algunos hombres gay estaban buscando una forma de liberación que les diera licencia para sus preferencias sexuales sin dañar su posición social como hombres en el patriarcado."A partir de la separación entre las mujeres y los hombres en el movimiento… los hombres gay se volvieron más aislados y formaron un nuevo gueto. Después de esto, desapareció gran parte de los cuestionamientos serios de los roles de género… El movimiento gay de los hombres, en vez de desafiar y confrontar el sexismo, se puso a la defensiva."
De hecho, la idea de que los hombres gay son superiores a las mujeres ha existido desde el siglo XIX. Solomon señala a Edward Carpenter, uno de los primeros socialistas que defendieron la homosexualidad. Él creía que los hombres que deseaban a otros hombres "no eran 'afeminados', más bien eran cualidades combinadas que los convertía en los mejores impulsores del progreso social". Carpenter argumentó que los uranistas masculinos (término con el que se refería a los homosexuales) combinaban a la perfección la franqueza de los hombres con la sensibilidad emocional de las mujeres.Cuando era joven, muchos hombres gay me tocaban de forma inapropiada y decían 'No cuenta porque soy gay'.
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En ciertos ámbitos corporativos, los hombres gay avanzan más y con mayor velocidad que sus colegas mujeres. No me sorprendería que decidieran presentar menos desafíos al status quo marcado por el género; incluso podrían reforzar las formas androcéntricas de trabajar que no incluyen los obstáculos que enfrentan las mujeres, como el cuidado de los niños o la incapacidad por maternidad.Quizá los hombres profesionistas gay de la actualidad son más culpables de sacar provecho del sexismo que de perpetrarlo. No obstante, el sexismo en los hombres gay puede adquirir formas mucho más directas. La queja más común de las mujeres con las que hablé tiene que ver con la invasión con frecuencia inapropiada de los hombres gay en los cuerpos de las mujeres. A veces ocurre con el pretexto de apreciación, por ejemplo: los gays borrachos que tocan los senos de las mujeres o les dan arrimones en los bares y que después se enojan si les reclaman.
"Cuando era joven, muchos hombres hay me tocaban de forma inapropiada y decían 'No cuenta porque soy gay'. Pero sí cuenta porque soy una persona y merezco respeto", dijo Victoria Sin. Le dije que en varias ocasiones he escuchado comentarios como "Las vaginas son asquerosas, no conozco a nadie que sea capaz de tener sexo con una", y Sin confirmó que también ha escuchado comentarios similares. "Si hablo sobre mi periodo, algunos amigos gay dicen 'Guácala, no hables de eso. Es asqueroso'. No, es mi cuerpo y no es asqueroso". En mi opinión, esto se debe a una aseveración inconsciente de la identidad sexual de los hombres gay –pero confirmar que te encanta el pito no significa que tienes que fingir repulsión hacia las mujeres y sus cuerpos–. Es ofensivo y ridículo: después de todo, decir que las vaginas son asquerosas es contradictorio viniendo de alguien que practica el sexo anal.La 'escena' gay, si es que existe, también muestra señales de conflictos institucionales con las mujeres. "Cuando fui a G-A-Y [un club nocturno en Londres], me dijeron que 'no era miembro' –lo que sea que signifique– por ser una mujer que se presentaba como 'femme' (o la que hace de mujer en una relación lésbica)", explicó la escritora Josie Thaddeus-Johns. "Esto fue antes de que me presentara como bi. Es triste pensar que las mujeres que no están listas para este tipo de etiquetas tengan que lidiar con discriminación por parte de la comunidad gay incluso antes de entrar a un espacio queer. Un grupo controlado por hombres me está diciendo a mí, una mujer, cómo presentarme para 'encajar'".Un grupo controlado por hombres me está diciendo a mí, una mujer, cómo presentarme para 'encajar'.
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Así que la expresión de Sin sobre la feminidad "en el sótano" es una metáfora bastante buena de muchas de las actitudes de los hombres gay en cuanto al sexo en sí. En las aplicaciones para citas entre gays, los usuarios con frecuencia expresan su preferencia por hombres con apariencia masculina o que actúen como heterosexuales, algunos perfiles ponen explícitamente: "No chicas", en referencia a quienes la hacen de "chicas" en una relación gay. Por el contrario, la expresión de deseo a menudo se convierte en un fetiche, en algo crudo y no solicitado. Justo esta mañana, un "Don Juan" me preguntó en Grindr: "¿Te pondrías ropa interior y medias largas para mí, chico sucio?" Esta misoginia refractada también se proyecta en el sexo gay: Si salgo con rímel en una foto de perfil, debo estar consciente de que me dirán todas las cosas malas que le harán a mi "agujero".
"Los hombres gay no se dan cuenta de que si te dicen: 'No vayas a venir luciendo demasiado femenino', te están pidiendo que finjas ser otra persona con el fin de satisfacer sus preferencias sexuales", continúa Shy Charles. "Un gay una vez me dijo que no ir al gimnasio y no cortarme el cabello era un "desperdicio" —el hecho de que físicamente no me viera masculino era como era como perder mi tiempo. ¡Como si mi principal objetivo en la vida fuera ser atractivo para gente como él y sólo necesitara orientación! Como si mi aspecto fuera algún tipo de accidente".Algunos gays no sólo se sienten con derecho de vigilar la apariencia de queers o gays, también lo hacen cuando se trata de mujeres, en particular con las mujeres que están en los medios de comunicación. Si bien las mujeres en los medios de comunicación no tienen que ser sexualmente atractivas para los gays, existe una expectativa generalizada de que deben lucir glamorosas, bellas e "icónicas" —una mujer perfecta irreal e idealizada.En las aplicaciones para citas entre gays, los usuarios con frecuencia expresan su preferencia por hombres con apariencia masculina o que actúen como heterosexuales
La forma eficaz en que Jenner salió del clóset no refleja lo que la mayoría de las mujeres trans experimenta en su transición. La actriz y modelo trans Hari Nef señaló en una entrevista con The Coveteur que "La gente ve sólo ve la los trans como una fachada, por lo tanto, como algo no auténtico; la gente ve los cuerpos trans como 'falsos'. Incluso si estoy usando una camiseta holgada y pantalones de pijama, sigo recibiendo expresiones de burla o desagrado".Es importante que la mirada de los gays en cuanto a Jenner y sus hermanas trans no tan famosas vaya más allá de la apreciación estética y se den cuenta de que los cuerpos femeninos no deben ser objeto de revisión, crítica o consumo. Para las mujeres trans, sus cuerpos son el escenario de una guerra cultural — y una que mata a un número creciente de personas.Nick Adams, el director de programas de medios de comunicación en la Alinaza Gay y Lésbica contra la Difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés), ha representado asuntos trans en los medios de comunicación estadunidenses durante 17 años. De hecho Nick es gay y trans. "Es imposible establecer una correlación del tipo científica entre el aumento de visibilidad de las mujeres trans en los medios de comunicación y el aumento del número de mujeres trans asesinadas en EUA.", afirma Adams, "pero tenemos que ser conscientes de que es posible. En 2015 hasta el momento, 20 mujeres o personas que no están conformes con su género han sido asesinados, una cifra mayor que en el año pasado".Adams se mantiene optimista en cuanto el apoyo político que la comunidad gay masculina ha mostrado hacia las personas trans, señalando los hechos relevantes que se han logrado en los últimos años para la representación de los trans, y el creciente impacto de activismo y comunicación en línea. "Si nos fijamos en la reacción generalizada de enojo que hubo de la reciente película Stonewall de Roland Emmerich, que pone en primer plano a un hombre blanco gay cisgénero en la historia en lugar de a Martha P. Johnson, la vida real de la mujer trans de color —se puede ver que la comprensión de esto entre los hombre blancos gays está aumentando, lo cual es bueno".Es bueno, pero para seguir avanzando siempre se debe examinar críticamente qué es lo que se puede mejorar. La homofobia no es hermana de la misoginia; es su hija. El patriarcado odia a los hombres gay porque sexualmente se comportan "como mujeres", odia al lesbianismo, porque las lesbianas son mujeres que "se niegan" a coger con hombres, y odia a las personas trans que dicen puras mentiras sobre sus supuestas verdades.A todos nos afecta el patriarcado, pero en muchos contextos, los hombres gay son los que se encuentran en un posición más susceptible de ser arrastrados a conspirar con ésta. Las llamadas a tal conspiración son insidiosas y a menudo imperceptibles dentro de la masculinidad en sí. Por lo tanto, escuchar las voces y las quejas de las mujeres, gays afeminados y personas trans es crucial para todos los hombres gay. De lo contrario, pueden encontrar que un mundo en el que una liberación débil, lograda a expensas de los demás, es de hecho un mundo confuso y contradictorio —sin liberación real en lo absoluto.A todos nos afecta el patriarcado, pero en muchos contextos, los hombres gay son los que se encuentran en un posición más susceptible de ser arrastrados a conspirar con ésta.