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La Resolución detalla que el Toro de la Vega se regula por las bases aprobadas por Orden de la Consejería de Presidencia el 7 de septiembre de 1999 y aprobadas por el Ayuntamiento del 17 de julio del mismo año, y que «permiten la muerte del toro», lo que choca con el nuevo Decreto Ley 2/2016 de la Junta que «prohíbe la muerte de reses de lidia en presencia de público en los espectáculos taurinos populares y tradicionales de Castilla y León».La Junta señala que «los espectáculos taurinos tradicionales en cuyas bases reguladoras se permitan la muerte de la reses de lidia en presencia de público no podrán ser autorizados», y por lo tanto insta a los Ayuntamientos interesados en mantener estos espectáculos a «adaptar las bases reguladoras a lo previsto en el decreto-ley».Además en la resolución se recoge que al constatar que la ordenanza no se ha modificado, suspende la orden de 1999 por la que también se otorga la declaración de tradicional al festejo taurino 'Toro de la Vega'. Una distinción que mantendrá solo con «la adaptación de las bases».Según el Diario de Valladolid, Tordesillas tiene dos vías de actuación tras conocer la resolución. Podrá anteponer un recurso de alzada ante el Director General de la Agencia de Protección Civil en el plazo de un mes, o bien, proceder al cambio de la ordenanza reguladora del Toro de la Vega que debe ser aprobada en un Pleno del Ayuntamiento.Resumiendo, que la guerra todavía no ha terminado, pero los detractores del Toro de la Vega han ganado otra batalla.