FYI.

This story is over 5 years old.

Sports

De porrista de la NFL a peleadora de MMA

Nunca he tenido un problema porque la gente no me tome en serio.

Hace un año, Rachel Wray pasaba sus domingos en el estadio Arrowhead como porrista de la NFL para los Chiefs de Kansas. Mientras buscaba una manera de cambiar su rutina de ejercicio, se topó con un gimnasio de MMA, y poco tiempo después se convenció de que prefería el ambiente del cuadrilátero. Ahora dejó atrás la NFL para buscar una vida de luchadora. Ahora, cuando tiene los labios rojos en el trabajo, no es lápiz labial. Wray platicó con nosotros sobre dejar su vida de porrista y los preparativos para su próxima pelea en el Voodoo Lounge de Kansas.

Publicidad

Fightland: ¿Existe algún parecido entre el entrenamiento para pelear y para ser porrista?
Rachel Wray: (Risas) No hay nada similar entre entrenar para pelear y para ser porrista. Para ser una porrista profesional necesitas practicar danza, poder modelar en traje de baño, saber de futbol, poder hablar en público y tener el pelo, las uñas y el maquillaje perfecto. Siempre me río cuando termino de pelear porque siempre me veo asquerosa: toda sudada, sin maquillaje, con el pelo hecho un desastre. Cuando eres porrista, si tu lipstick no está perfecto durante práctica, vas a tener problemas. Son mundos opuestos.

¿Por qué dejaste tu vida de porrista para convertirte en peleadora de MMA?
La razón por la que dejé de ser porrista para pelear es muy simple: lo disfrutaba más. Justo cuando me empezaba a meter más en el MMA, empezaron las audiciones para porrista de los Chiefs. Tenía que tomar una decisión; era imposible hacer las dos. Sabía que estaba bien porque cuando tenía práctica de porrista, sólo pensaba en estar en HD (gimnasio High-Davis Mixed Martial Arts). Pelear me hacía más feliz que ser porrista. Lo disfrutaba mucho más. Así que hice el cambio.

¿Recuerdas la primera pelea que viste? ¿Cómo te hizo querer ser una peleadora?
Vengo de Arkansas, un lugar donde el futbol es el único deporte que importa. Ni siquiera sabía lo que era pelear en una jaula hasta que me mudé a Kansas. La primera pelea que vi fue Ronda Rousey contra Miesha Tate. La vi en YouTube. Esa pelea realmente me inspiró y todavía me gusta verla. Esa pelea es el máximo ejemplo de que las chicas también pueden dar un buen espectáculo. Para ser honesta nunca me habían interesado los deportes de mujeres… hasta que encontré el MMA. Ahora nunca me canso de las peleas de mujeres.

¿Sabías algún arte marcial o algo antes de empezar con el MMA?
Fui porrista, bailarina y gimnasta toda mi vida. Tenía cero experiencia como peleadora. Mis entrenadores me forjaron desde cero. Entreno cuatro o cinco noches a la semana en HD, y esto incluye dos peleas a la semana, dos noches de llaves, junto con un entrenamiento de boxeo/Muay Thai, lucha libre y jiu-jitsu. También corro varias veces a la semana para tener un buen cardio. Tengo clases privadas con mi entrenador de box, Melvin Wesley, y clase de jiu-jitsu con Travis Conley, para trabajar en mi técnica. LC Davis y Jason High son mis entrenadores de MMA; ellos también me ayudan con mi entrenamiento.

¿Te resulta más difícil que te tomen en serio como peleadora porque eres mujer, o por ser ex porrista, considerando que se considera un deporte de hombres?
Nunca he tenido un problema porque la gente no me tome en serio. De hecho, haber sido porrista resultó ser una ventaja en este deporte. Tengo una historia única, y eso le gusta a la gente. Creo que con mi primera pelea demostré que me tomo esto en serio, y las cosas sólo seguirán mejorando. Por supuesto, siempre habrá gente que me odie, pero no dejo que eso me afecte. Esa gente es simplemente ignorante o está celosa. Si no hay gente que te odie, entonces estás haciendo algo mal.

¿Cuáles son tus objetivos para tu carrera en el MMA?
Quiero convertirme en profesional. Necesito mucha más experiencia como amateur, pero esto es algo que me veo haciendo toda mi vida. No me imagino una vida sin esto.