El sustituto de Toni Cantó: “UPyD es underground”

Hace tres años que trabajo con un valenciano y me considero amigo de Chimo Bayo pero, cuando pensaba que ya lo sabía todo sobre esta adorable raza, la actualidad me ha llevado a entrevistar a dos especímenes que logran descolocarme. Uno es Alberto Sampere, autor del León Come Gamba; y el otro es Julio Lleonart, diputado de UPyD que sustituye a Toni Cantó en el Congreso tras su dimisión. El primero me ha girado la cocotera por motivos obvios y el segundo porque ha aceptado sentarse en el escaño en medio de la crisis que el batacazo en las elecciones andaluzas ha abierto en su partido.

VICE: ¿En algún momento pensaste que llegarías a diputado?

Julio Lleonart: Esta es una cosa que se te viene sin avisar y de golpe. En su día, al hacer las listas, los que teníamos más responsabilidad nos pusimos entre los cinco primeros pero sabiendo que no íbamos a salir. Salió Toni y yo seguí trabajando y me desentendí. Cuando él renuncia y empiezo a recibir mensajes diciendo "chaval, vete haciéndote a la idea" estaba con un compañero que dice que me iba poniendo cada vez más verde. Empecé con acidez de estómago, no dormí en toda la noche y al final se confirmó y adelante.

¿Dudaste si aceptar o no?

Tuve momentos de "¡Uf!, en la situación en la que estamos… siete meses… qué complicado todo". Pero al final dices "qué leches, yo me metí en esto para cambiar las cosas y aportar esa visión de la gente normal que nos hemos metido aquí. ¡Vamos a ello!". Me pregunté a mí mismo si estaría capacitado y en mi entorno me dijeron que sí. Me dejé convencer. Tomé la decisión final tras hablarlo con mi mujer. Ella solo me pidió que a ella no le lloviera nada de esto.

¿Qué es lo que menos te gusta de esta nueva situación?

No tener vida. De repente te suben en un tren a 400 km/h, firmas, entras en el pleno, juras, te dicen que tienes nueve comisiones, entrevistas, intervienes en el Pleno, más comisiones… Es en plan de "¿y yo cuándo duermo?". Además, de momento mantengo el trabajo de líneas estratégicas en redes sociales con lo que mi tiempo de ocio se ha reducido a las ocho horas de dormir y poco más.

Ya no tendrás ni tiempo para ser hipster.

Jajaja. Eso de hipster cada uno interpreta como quiere. Desde el mainstream se entiende que los hipster son gente muy extraña que va por ahí con bicicletas sin marchas y estas cosas. No voy a negar que me gusta la cultura underground, la música indie o el pop británico, la fotografía, las series, el cine, el cómic…

Un diputado leyendo tebeos.

Sí, de hecho durante un tiempo estuve llevando una revista de cómic japonés que me permitía entrar en los salones antes que la marabunta de gente y conseguir cómics. También tengo cosas de europeo y era fan de la editorial Ponent Mon. De americano, me gusta la línea de Top Cow, que tiene cosas interesantes al nivel de lo burro que llegar a ser. Y soy muy, muy fan de Alan Moore, sus revisiones y dilemas morales.

¿Qué música te gusta?

No le hago ascos a nada. Bueno sí, eso sería mentir. Reguetón y cosas de estas le hago muchos ascos, pero del resto escucho prácticamente de todo. Cuando era más jovencito me gustaba el metal, me fui atemperando y me pasé al indie y el britpop. Y hay ciertas cosas que no cambian, como The Cure y David Bowie que son mis iconos de referencia. De Bowie me pongo el vídeo de Heroes para perder la seriedad de las cosas. Lo ves y piensas que si él podía hacer el ridículo así no pasa nada, todos podemos.

¿Y de cine?

Una película que he visto muchísimas veces es Jesucristo Superstar , un peliculón que ofrece una visión completamente distinta a la que nos han contado sobre el tema de los Evangelios. La última tentación de Cristo también. Y Casablanca o Buenas Noches y buena suerte . Y todas las pelis de Marvel y DC. Soy más decero que marveliano, pero Marvel ha encontrado ahí una buena franquicia de sacar películas.

Cuando dices que ves series, ya imagino que no te refieres a Gym Tony.

Veo de todo, The Arrow, Flash, S.H.I.E.L.D., Scandal… Me trago casi cualquier cosa. Me gusta bastante The Good Wife, The Newsroom, El Ala Oeste de la Casa Blanca o House of Cards , pero esta última como ejemplo de en lo que nunca se debería convertir la política y a lo que puede llegar el ser humano cuando persigue solo sus propios intereses y el poder. Fingiendo, manipulando y alterando… Me repele, me da mogollón de asco, pero no puedo apartar los ojos de la pantalla.

Quizá ahora en el Congreso empezarás a acostumbrarte.

No te creas. No somos tan parecidos a la política americana. Lo que pasa es que los partidos están formados por personas y esas personas traen una mochilita con sus defectos y sus virtudes y con algunas sí que me he llevado algún chasco. Pero mi padre me enseñó que, cuando tienes una decepción personal, el problema es que tú habías puesto demasiadas expectativas en esa persona y le habías asignado una serie de características inmaculadas que nadie tiene.

¿Qué cosas ha hecho Toni Cantó que tú nunca harías?

A nivel de trabajo parlamentario no le tengo que poner ni un punto ni una coma. Toni ha hecho un trabajo impresionante, es uno de los diputados más activos y con buena relación con el resto de grupos. Lo que sí haría es controlarme y medir un poco más en qué charcos me meto y en cuáles no. Es algo que siempre he hecho. La decisión de meterme en un charco siempre es una decisión pensada y estructurada: "voy a pisar ese charco porque creo que tengo que pisarlo".

Muchos de los charcos en los que se metió eran en redes sociales, en las que tú eres experto.

En comunicación 2.0. y marketing online siempre tienes que preocuparte de la protección del branding. En mi opinión, si sabes que algo va a ser malinterpretado, o se le puede dar la vuelta, o va a ir por un mal camino, no lo lances. Olvídate y no lo toques. Eso debería estar en los diez mandamientos de cualquier persona y sobre todo si es un conocida, da igual si es político, cantante o actor. Si no te va a caber en un tuit, no lo lances. Si estás enfadado, no tuitees. Deja el móvil.

Parece fácil, pero se leen auténticas barbaridades en Twitter.

No sabemos gestionar los reveses y nos cabreamos, nos enfrentamos, bloqueamos cuando no deberíamos… Pero no hay nadie esperando a aplaudir tu opinión o deseando conocerla tanto como para que tengas que poner un tuit en concreto. Y si no conoces bien un tema déjalo, porque hay muchos expertos en muchas cosas que te va a atizar en los morros explicándote que eso no es así. Hay actitudes que nunca se deben de tener en redes. Son las mismas que en una conversación pero trasladadas al 2.0.

¿Por qué tanto revuelo con tu barba?.

No sé, empecé a dejármela larga hace tres años, cuidadita y que no pase del cuello. Le tengo bastante mimo. Me la hidrato y todo este tipo de cosas. Fue cosa de mi mujer, que es diseñadora de moda. Me iba insinuando que me podría quedar bien y fue en plan de "bueno, vamos a probar". Una señora de la que no diré nombre ni partido dijo que parecía un rabino. También se ha hablado de mi pendiente, que para mí tiene el significado de los piratas de superar una zona complicada cuando pasaban el Cabo de Hornos. Y tengo un tatuaje, una especie de chacra japonés, en el hombro. Ni nadie me ha sugerido renunciar a mi imagen ni yo me lo he planteado, la verdad.

¿Te ven como el raro del Congreso?

Lo raro no es que llegue un tío con barba, pendiente, botas, vaqueros y traje slim fit. Lo raro es que aquí dentro haya trescientas y pico personas y nadie vaya así. Lo que quiere decir que el Congreso no representa a un estilo que actualmente es mayoritario entre la gente de 25 a 40 años. El Congreso no representa a gran parte de la sociedad, hombres y mujeres. Ha permanecido impermeable a como ha ido cambiando la sociedad y de repente aparece un tío completamente normal y "¡oh! es noticia". No, la noticia es lo otro.

¿Tan rancio es este lugar?

Yo cuando entro el jueves por primera vez en pleno y me pongo a ver la media de edad y su forma de vestir me doy cuenta de que muchos de ellos no tienen otra cosa más allá de su carrera política y rara vez han estado en contacto con una realidad normal como la que vivimos ahí fuera. Nuestro papel es decirles "eh, que no estás hablándole a uno como tú, que estás hablándole a uno como los de fuera". La gente que estamos fuera y no somos parte del establishment te decimos esto. Y eso yo creo que actualmente puede ser una ruptura bastante importante con lo que suele suceder aquí.

Más allá de la anécdota de tu estética, ¿a qué grupo social representas?

Represento a un grupo social bastante heterogéneo. Hasta hace una semana era un contratado laboral de una empresa con una serie de responsabilidades y mi mujer es autónoma. Vamos a comprar al súper como todo el mundo y hay meses que nos privamos de ocio porque hay que comer y llegamos justos a final de mes. Yo represento a la mayoría de la gente. A la gente de la calle.

Pero ahora con tu nuevo cargo pasarás a cobrar en torno a 4.000 euros.

He estado medio mes en la empresa normal y el otro aquí, así que no tengo ni idea de lo que voy a cobrar ni si va a ser mucho o poco. Posiblemente este mes, entre pitos y flautas, salga perdiendo. A futuro sí lo notaré, pero estamos hablando de siete meses y en política no puedes hacer planes a largo plazo. Tengo una mentalidad muy de hormiguita y de no gastar más de lo que tengo, así que tener más ingresos como mucho nos va a permitir aligerarnos un poquito y ahorrar por si vienen vacas flacas.

Siendo tu mujer autónoma, ¿cómo valoras este régimen laboral en España?

Pues el tema de la prórroga indefinida para la reducción de los 50 euros es cosa nuestra, aunque no lo vendimos lo suficientemente bien y la gente no lo sabe. Lo que pienso del régimen de autónomos es que hay muchísima gente que para poder desempeñar su trabajo no tiene más remedio que meterse en este experimento que no existe en otros países y en el que a la vez que eres una persona fiscal, jurídica y física y sufres por las tres y por todos los lados. Y respondiendo infinitamente con tu patrimonio además. Y eso no hay por donde cogerlo.

¿Qué otras cosas crees que no hay por donde cogerlas?

La gente quiere que alguien que se preocupe por ellos y legisle en su beneficio, que si tienen problemas para llegar a fin de mes no les frían encima a impuestos sin ningún tipo de explicación o que no reciban servicios a cambio de esos impuestos. Lo que no quieren es que los políticos tengan una serie de privilegios o desmanes que ellos no se pueden permitir. Ni que existan unas brechas impresionantes entre las clases medias-bajas y las altas. La gente lo que busca es labrarse su futuro y trabajar.

Decías que te gusta la cultura underground. ¿UPyD es underground?

UPyD es muy underground a nivel de que la mayoría somos iconoclastas y dudamos de cualquier cosa establecida. No aceptamos que nos digan que las cosas son así porque sí. Tenemos una visión heterogénea de la sociedad. Tú le preguntas a alguien del PSOE que qué se siente y te va a decir que "socialista". Le dices a alguien del PP y lo máximo que va a tener de dicotomía es "conservador" o "liberal" (y lo de ser liberal, mal entendido). En UPyD uno te dirá liberal, otro progresista, otro socialista, otro de izquierdas, otro más de derechas y yo socioliberal. Somos heterogéneos como la sociedad.

Pero, en general, se os considera de derechas.

Entiendo que la gente hable de 'izquierdas o derechas' porque es el esquema clásico. Pero prefiero hablar de 'más Estado o menos Estado' y de 'conservadores o progresistas'. ¿Defender el matrimonio homosexual es de izquierdas? Pues seremos de izquierdas. ¿Recentralizar es de derechas? Entonces seremos de derechas. Depende de en qué quieras hacer hincapié. Algunos, en vez de 'izquierdas o derechas', ya empiezan a plantearse el '¿me defiendes a mí o defiendes a otros? Nosotros venimos de la clase media-baja y es a la que defendemos. No creemos que para que tú tengas algo haya que quitárselo al de arriba, pero sí buscamos una redistribución más correcta.

¿Serías capaz de convencer a un votante de Ciudadanos?

Si alguien duda entre votar a Ciudadanos o a UPyD yo le diría que nosotros tenemos ocho años de propuestas en todas las instituciones en las que estamos que directamente van a favorecer la vida de las personas y su día a día. Ellos no. Esa es la principal diferencia. Yo tengo hechos, ellos todavía no. A mí puedes juzgar por lo que he hecho, a ellos todavía no.

Pero la percepción es que estáis tocados y a la deriva.

Toda crisis es una oportunidad. Esa es mi forma de verlo. Cuando tú no tienes crisis, llegas a creerte que estás haciendo las cosas bien aunque estés perdiendo el pie con la realidad. Cuando te dan guantazos y te dicen "has hecho bien muchas cosas pero has fallado en esto y en esto", ahí es donde tienes que cogerlo, escucharlo, incorporarlo y empezar a aplicarlo. Y de toda crisis se sale completamente reforzado. Esto ni mucho menos se ha acabado y si sabemos incorporarlo y ofrecer a la gente lo que está demandando tenemos mucho camino todavía.

Pero Rosa Díez a lo mejor no os acompaña en ese camino.

Lo que se ha decidido es hacer un consejo extraordinario después de las autonómicas y municipales en mayo. Ahí se decidirán varias cosas y entre ellas si sigue la misma dirección. Rosa es la portavoz del consejo de dirección de un partido político elegida dos veces por mayoría. Llega por la mañana sonriendo, te saluda, se sienta a tu lado, pregunta como te ha ido el finde, te manda un whatsapp si estás enfermo y te consulta cómo crees tú que debería hacer algo. Una tía completamente normal. Hubo una campaña feminista en EE.UU. que decía "I'm not bossy, I'm the boss". A Rosa se le ha achacado desde el principio el tema de "lideresa" y eso es despectivo y negativo.

¿Insinúas que no consigue un mayor apoyo ciudadano porque es mujer?

Es en gran parte porque es mujer. Una mujer con mucho carácter que sale de un partido y al tiempo monta al suyo y ejerce primero una labor de fiscalización del PSOE muy dura y después con el PP. Es de respuesta rápida y eso a veces descoloca. No estamos acostumbrados a una mujer hecha a sí misma, independiente y que tiene muy claro lo que tiene y por lo que ha tenido que luchar en esta vida. Por su pasado se ha tenido que enfrentar con el hecho de que le mandaran bombas a casa. Eso forja carácter y eso genera rechazo en una sociedad en la que todavía no nos hemos desprendido de micromachismos que todavía pesan.