A lo largo de la década de los noventa, la Casa de Detenciones de São Paulo llegó a albergar hasta 8.000 criminales de entre los más violentos de toda América Latina. Más conocida como Carandiru, esta cárcel fue durante una época la más grande del continente. El 2 de octubre de 1992 se repartieron hostias como panes de hogaza. Murieron 111 presos.Puedes leer el artículo completo aquí: Souvenirs de la masacre de la prisión de Carandiru