FYI.

This story is over 5 years old.

Actualidad

Cien años no son nada: entrevista con Alejandro Jodorowsky

Hablé con Jodorowsky por Skype sobre su nuevo proyecto cinematográfico, de cuando George Harrison quiso actuar en 'La montaña sagrada' y sobre su reunión con Kanye West.
Ilustración por Daniela Carvalho.

Alejandro Jodorowsky dirigió y escribió cintas clásicas del surrealismo como La montaña sagrada y Santa Sangre. También es el protagonista del documental Jodorosky's Dune sobre la mejor película de ciencia ficción que nunca se realizó. También es especialista en tarot, psicomago y mimo. Ha escrito obras de teatro, comics y piezas musicales. Nació de padres judío-ucranianos en el norte de Chile para después mudarse a la capital del país, Santiago, y a los 24 años partió a Francia para buscar a los creadores del surrealismo. Tiempo después vivió en México, donde dirigió y escribió películas como El topo, Tusk, The Rainbow Thief y las antes mencionadas, cintas que son el equivalente en 35 mmm a tomar ácido.

Publicidad

Jodorowsky es un profeta moderno. Aun ahora, a los 86 años, hace películas tan disruptivas como las que hizo en los 70. La última se llama La danza de la realidad (2013) y cuenta su vida cuando era niño en el norte de Chile, con un padre obsesionado con matar al presidente y una madre que al hablar canta como soprano. Hay enanos, mutilados y guías espirituales que viven a orillas del mar.

Ahora Jodorowsky está en un tarea nada mágica y bastante moderna: buscar dinero para una nueva película, la segunda parte de La danza de la realidad que llevará por nombre Poesía sin fin y está basada en el periodo de su vida cuando llegó a la capital de Chile, Santiago, hasta que se mudó a Francia cuando tenía 24 años. Es el periodo donde descubre el sexo y la poesía, la adolescencia, la sociedad y la Segunda Guerra Mundial.

Pero porque Jodorowsky es Jodorowsky, por cada dólar que le des, él te devolverá dinero poético, una moneda que ahora no vale nada, pero pronto valdrá mucho más. Al momento de escribir esto, su Kickstarter llegó a la meta de 350 mil, un 10% del costo total del film. Su Kickstarter, dice Jodorowsky, es una lucha contra la industria.

Platiqué con él vía Skype desde su departamento en Paris, que está plagado de libros y figuras místicas.

VICE: ¿Cómo lo ha tratado París?
Jodorowsky: Bueno, París no trata, tú vives en él. París es muy tranquilo en el sentido en que te dejan vivir tranquilo. No te están asediando todo el tiempo, estás tranquilo. Entonces vives en el mundo, no vives en París, vives en el mundo. Más que en el mundo, vives en el cosmos.

Publicidad

¿Cómo vivió la tragedia de Charlie Hedbo?
Bueno, eso es una idiotez. Una cosa estúpida que no tiene razón de ser. Es estúpido porque no le sirve ni siquiera al Islam, incluso creo que ellos están enojados con ese par de idiotas. Es una actitud fanática que no le sirve a nadie, ni al Islam ni a occidente. Es un acto imbécil de fanatismo, eso es lo que pienso yo y todo el mundo. Yo era amigo de Wolinski y era muy buena persona. Él fue asesinado, no merecía morir así, era un buen ser, era un intelectual, con muy buen humor. Es idiota matarse así, muy tonto.

Conversemos sobre la nueva película, Poesía sin fin.
Llegué después de 22 años de lucha tratando de hacer películas contra la industria, porque el cine está hecho para primero que nada para ganar dinero —es una industria económica, no es arte—, después para hacer publicidad a los cigarrillos, al vino, a las ideas políticas y a diferentes objetos. Es una industria necesaria, como un show es necesario para descargar energías. Cuando estás preocupado, ves una película: entras idiota, descansas de tu idiotez por dos horas y sales idiota, eso es el cine.

Yo lo veo de otra manera. Al hacer cine de autor, como poesía, como obra de arte, te echas a la industria encima, es decir, te hacen desaparecer. Yo me propuse perder dinero, hacer arte para perder dinero, porque es una vergüenza que el arte sirva porque ganas dinero. La pintura está igual: si ganas dinero es buena, si no ganas dinero, es mala. Entonces estoy cansado de las guerras idiotas. Es tan idiota como matar dibujantes de caricaturas.

Publicidad

La industria artística está matando al espíritu del ser humano. No somos eso. Entonces durante 22 años acumulé lo que fui ganando, poquito por las crisis de las economías. Total que logré acumular un millón de dólares, no los gasté y en La Danza de la Realidad puse la mitad y lo perdí. Tuve éxito en todo el mundo, grandes criticas, pero no gané un diez. El cine de autor no gana un diez. Lo ganan los distribuidores, los dueños de cines, es todo, pero el creador no gana nada y entonces con esta experiencia que tuve decidí hacer la segunda película, la continuación, con los otros 500 mil que me quedaban y busqué socios diciéndoles: "Vamos a hacer cine de nuevo para volver a perder dinero" y se nos ocurrió hacer un Kickstarter. En Kickstarter estamos pidiendo el 10% de lo que va a costar la película, pero como una demostración para decir que la gente sí está cansada de cómo se está poniendo el mundo artístico y comercial, sobre todo los jóvenes. Yo creo que ellos quieren demostrar que quieren otro cine, otra cosa y yo dije: "Voy a ver si dan dinero". En Twitter tengo un millón sesenta mil seguidores. Entonces, si un millón de seguidores me da dos dólares cada uno, tendría dos millones de dólares, pero no, pedí 350 mil dólares para probar y resultó. Estamos a pocos días y ya tenemos como 330 mil dólares que nos han dado.

Es una prueba de que la industria no es el amo de la cultura ni del ser humano y que si la gente se une, pueden convertirse en productores colectivos y hacer grandes películas. Yo estoy demostrando que como colectividad se puede. Vamos a lograrlo, ya es casi seguro que lo logramos. Es bueno que nos unamos todos para crear el arte que queremos, la cultura que queremos, la vida que queremos, que la industria no nos imponga una vida que no queremos.

Publicidad

Yo soy muy viejo, ya tengo 86 años, entonces, ¿qué me interesa a mí? La fama ya no me interesa, me interesa realizar una obra artística honesta y me interesa demostrar que se puede, que David puede luchar contra el Goliat de la industria.

¿Qué periodo de tu vida vamos a ver en Poesía sin fin? Es cuando te vas de Tocopilla y llegas a Santiago, ¿cierto?
A los diez años llegué a Santiago y fue un cambio feroz, fue el sufrimiento más absoluto. Mi padre abrió una tienda en el barrio Matucana, que era un barrio obrero por donde pasaba un tren. Una vez por semana el tren atropellaba a un obrero borracho, lo que era terrible. Ahí empecé mi vida, fui al colegio y estaba en este barrio donde cada noche habían peleas a cuchillo, cosas así, era terrible el barrio Matucana. Y en ese barrio descubrí de pronto una máquina de escribir y comencé a escribir poemas a los 17 años. De la noche a la mañana me convertí en poeta y cambió mi vida.

En esa época era la Segunda Guerra Mundial, pero Chile no sufría porque está entre la cordillera y el Océano Pacifico, sin televisión, alejado del mundo, mucho dinero con el cobre y el salitre, Chile era una fiesta continua cada día. El vino era más barato que la leche, todos estaban borrachos a las 6 de la tarde, borracheras colectivas. Y sobretodo estaban los grandes poetas. Hubo dos premios Nobel, el de Neruda y Mistral, muchos poetas, entonces en Chile había un milagro extraño: la presencia de la poesía. Los borrachos recitaban a Neruda, hacían coro. La poesía era respetada, en Chile ser poeta era tener un oficio. Eras poeta, no necesitabas hacer nada mas. Fue una vida donde descubrimos la libertad, tanto intelectual, emocional, sexual y activa. Fuimos jóvenes en pleno paraíso, eso es lo que yo quiero mostrar.

Publicidad

¿Aun no vas a contar cuando te vas a París y luego a México?
Es hasta que me voy a París. A los 24 años me fui a Francia. Ésa es la tercera parte.

¿Habrá una tercera parte?
La tercera parte será en París. La cuarta, si es que estoy vivo, porque a mi edad uno se muere, será en México.

¿De qué forma estas películas entran en tu carrera cinematográfica? ¿Se pueden relacionar con las anteriores?
Sí, porque éstas, en realidad, explican todo lo que hice antes. El por qué hay enanos, por qué hay mutilados, porque en mi pueblo habían mutilados. En mis películas más o menos conté lo que viví.

Estas nuevas películas son la llave de lo que hice antes. Pero no lo hago por eso, lo hago como continuación de mi expresión. La edad interior no existe, la edad exterior puede existir. Si llegas a ver viejos tontos es porque fueron niños tontos, yo fui un niño inteligente, entonces soy un viejo inteligente y puedo crear.

La película anterior y la que viene ahora son personales, en éstas te reúnes con el Alejandro niño que a la vez se reúne con el Alejandro anciano. ¿Te sucede algo parecido?
A medida que vives te encuentras agarrado en la vida, por eso sueñas, inventas y todas esas cosas, pero poco a poco se te van cayendo los dientes, el pelo, te aparecen almorranas, te pica la piel y empiezas a decir: "Bueno, a este lado tengo la vejez y a este lado tengo la muerte" (pone cada mano a un lado distinto de su cabeza), tengo estas dos señoras (señala sus manos), estás con un pie en el abismo, entonces el arte que estás haciendo se hace mucho más personal, más profundo. Vamos a hablar las cosas como son esta vez, no disfrazarlas.

Publicidad

Hay una escena en La montaña sagrada donde el protagonista transforma su excremento en oro, en cierta forma es una analogía al dinero, ¿qué tan importante es el dinero?
Es tan importante para ti como para mí, como para todos. El dinero no es la felicidad, pero en 200 o 100 años más, sin dinero no habrá felicidad, porque es como la sangre vital. Por un lado es una peste, es un horror porque causa guerras; el petróleo, los bancos, la política y las religiones estafadoras. Estamos en un lío. Hay industrias que por ganar dinero destruyen al planeta, que nos infantilizan, todo eso. Por otro lado el dinero te ayuda a desarrollar tu espíritu, a tener experiencias y a vivir como debes vivir. Es como todo: el átomo es mortal o te da la energía para iluminar las ciudades. Depende cómo utilices las cosas.

El dinero es una energía, nada más, que hay que saber utilizar y que estamos utilizando mal. Hay un 2% que tiene casi todo y un 98% que tiene muy poco, no puede ser. Ademas hay muchos prejuicios morales. Tenemos que irnos desprendiendo de eso poco a poco y esa es la labor del artista.

¿Por qué creaste el dinero poético? Es parte de las recompensas que das en el Kickstarter de tu nueva película.
Primero que nada, el dinero poético da algo. Yo te he dado durante muchos años, he escrito tuits, he hecho arte y he luchado. Me has dicho que te ha servido mucho, la psicomagia te ha sanado, ahora da algo, responde. No te pido que des todo, sólo te pido un 10%. Responde. Aprende a dar, porque dar es darse y no dar es quitarse. Hagamos algo colectivo. La gente gasta más en una cajetilla de cigarrillos, pero cuando les pido que den dos dólares para hacer una película, se ponen a chillar. La gente no puede dar, puede comprar, (la gente cree que) el dinero es para comprar. El dinero también es para dar, entonces hay que aprender a dar.

Publicidad

Creé un dinero poético. Si tú me das 20 dólares, yo te daré un billete de 20 dólares inventados por mi. Dinero poético. Pero si mi película es genial, esos 20 dólares falsos que te di van a valer dos mil dólares, porque van a ser una obra de arte que pasará a la cultura. Picasso decía: "Yo fabrico dinero. Dame un billete de un dólar", dijo y lo firmó, "Ahora vale diez". Yo con el dinero poético estoy demostrando que no es dinero sin valor, es intención creativa y si yo hago una película que rompa los limites y que valga, estas arriesgando ganar mucho, porque eso va a tomar valor.

¿Se podrán adquirir cosas con el dinero poético?
Más tarde. Después podrás. Lo venderás como un cuadro famoso. Hay que confiar primero en que yo no estoy loco, en que la película que voy a hacer va a ser mejor que la que hice y todas las que he hecho, y si eso es así, si tú rezas para que sea así, ese dinero sube al 100%, el dinero poético.

Estuve leyendo tu libro en el que está basadas la película anterior y ésta. Ahí hablas mucho sobre el poeta chileno Nicanor Parra y el profundo impacto que causó en ti. Parra recientemente cumplió 100 años, ¿A ti te gustaría llegar hasta esas edad y continuar haciendo películas, comics y libros?
100 años es poco, yo quiero llegar hasta 120.

Parra, mira… Yo tuve un padre aplastante, competitivo, niño, entonces tuve que buscar arquetipos paternos que me llenaran ese hueco, porque si tú no tienes un padre, no te sabes, no te encuentras. Hay que encontrar el arquetipo paterno y lo encontramos en esa época en Parra, porque estábamos con Neruda que era el as, pero muy político, que el comunismo y el ego y los sentimientos turbios y tantas cosas. Nosotros estábamos cansados y llegó Parra que era inteligente, un poeta con humor, cómico y formidable. Entonces se convirtió en nuestro gurú, en nuestro guía en esa época y nosotros también colaboramos con él, hicimos un diario. Para mí Parra fue muy importante. Neruda también, Gabriela Mistral también, Altazor (de Vicente Huidobro), todos esos poetas fueron maestros para mí.

Publicidad

Supimos que existe el proyecto de hacer una película animada de Dune.
Si, hay muchos interesados como Ari Folman (director de Waltz with Bashir), y una serie de personas, entonces estamos viendo los derechos. Se hará pero hay que ver los derechos de autor de la novela. Yo estoy metido en la película que vamos a hacer, Poesía sin fin. Terminando eso tengo el plan de hacer Los hijos del Topo que hace años lo he querido realizar. Como no he podido, ahora lo estoy haciendo en cómic, porque encontré un dibujante genial que se llama Ladrönn, un mexicano. Con él estoy dibujando el primer volumen que sale este año. Lo haré primero en cómic. Yo digo que el fracaso no existe, sólo el cambio de camino. Lo que no se puede hacer en un arte, lo haces en otros. Es lo que me pasó con Dune: no pude hacer la película, pero hice el cómic de Los Metabarones y El Incal. Todavía se están publicando esos cómics ahora en Estados Unidos.

Son cómics de culto.
Imagínate, tú eres un joven. ¿Qué edad tienes? ¿30?

32.
Eres un joven y me hablas de La Montaña Sagrada ahora en el 2015. ¿De qué película que haya costado 400 millones de dólares —Avatar, etcétera— puedes hablar? La hice hace 40 y me hablas de la película como si fuera de hoy. Mi película ha durado casi medio siglo, las películas industriales duran tres meses, hacen su publico, ganan su dinero, ¿y de ahí qué? No te dan nada. El arte entra a la historia del arte cuando es imperecedero, cuando es honesto, cuando realmente sana.

Publicidad

¿Qué te sucedió con el documental Jodorowsky's Dune? De cierta forma hubo una revalorización de tu obra.
Si. Yo no busqué eso. Llegó un muchacho que quería filmarme y yo dije: "Bueno, pero yo hablo lo que quiero". Pensé que él estaba loco porque estaba preocupado de Dune. Le hablé tranquilamente. Yo no sabia que todo el mundo iba a ver eso y hablé como contigo ahora, dije realmente lo que pensaba. Parece ser que marcó a mucha gente porque he recibido muchas reacciones por Twitter, me hablan de Dune, los marca y les dan ganas de crear. Tu estás contento con una obra de arte realmente cuando te dan ganas de hacer algo, no solamente de aplaudir.

¿Estas nuevas películas son un acto psicomágico personal?
Totalmente, no es más que psicomágico. Le dije a todos los técnicos: "Ustedes van a pensar que yo no sé nada de cine. De acuerdo, pero sé lo que quiero y lo que quiero es curar mi alma". Por eso fui a filmar a Tocopilla, en Chile, porque ahí están las calles por donde yo anduve, la tienda de mi padre, la plaza donde estuve cuando niño, entonces (la película) me va a curar a mi y va a curar a mis hijos, porque mi hijo hará el papel de mi padre y ese va a ser un shock sicológico entre nosotros muy grande. Voy a hacer que mi madre cante, que mi padre se humanice, voy a corregir mi árbol genealógico. Es una labor terapéutica para mí y para todos.

¿Sigues haciendo actos psicomágicos?
Sí, pero como ahora estoy dedicado a trabajar en el script de la película no lo hago, pero generalmente y durante 30 años en un café acá abajo, todos los miércoles fui gratis —porque debe ser gratis— a leer el tarot a quien viniera. Hice actos de psicomagia. Ahora en Twitter sigo. He visto nacer a muchos niños, gente que no podía tener hijos, cosas así. Enfermedades sicológicas. Gente que se ha realizado. Es arte.

Publicidad

Para mí el principal arte es la poesía, yo nací de un grupo de poetas, cuando joven fui poeta y sigo escribiendo, antes de hablar contigo estaba terminando unos 500 poemas cortos que estoy haciendo. Trabajo en la poesía y eso me da la fuerza de las otras cosas. Para mi Kickstater es poesía, porque trabajo con el espíritu de las personas y les enseño a dar. Estoy haciendo un acto de psicomagia en todo. Es arte, la psicomagia es arte.

¿Es verdad lo de la anomancia?
¡Es un chiste! Un chiste que le gustó a mucha gente. Se me ocurrió porque cuando estaba haciendo Dune tenía una maquina fotocopiadora y a la gente que venía le fotocopiaba la mano y me quedaba con la mano de los actores, de Dalí y otros. Fotocopié manos y después me pregunté: "¿Y si fotocopiara anos? ¿Qué pasaría?" La gente siempre piensa que el tarot es ver el futuro, pero el tarot es un test psicológico del presente, entonces para burlarme de las mancias que estudian el futuro dije: "Voy a hacer la anomancia, que es ver el futuro de la gente en su ano. Te sientas ahí, te fotocopio el ano y queda un circulo con ramificaciones en forma de estrella, las lineas mas profundas son el pasado, las menos profundas van a ser el futuro y si hay manchas te tienes que lavar el ano". Fue un chiste, pero no sabes como se ha hecho famosa la anomancia.

Tener una foto del ano del papa o de Obama, de grandes personajes, ¿por qué no?
Siempre cuento la anécdota de (George) Harrison de Los Beatles, que quería ser el ladrón de La Montaña Sagrada y sí lo quería hacer, nos reunimos en el Hotel Plaza, pero me dijo: "Hay una escena que no quiero hacer, es esa escena donde El Alquimista me limpia el ano en una fuente y hay un hipopótamo al lado mío, yo no quiero mostrar el ano al lado de un hipopótamo a todo el mundo. Eso no es para mí". Yo le contesté: "Con ese éxito que tienes, mostrar el ano va a ser una demostración para la juventud que no hay que tener un ego tan fuerte, hágalo". Me dijo que no podía hacerlo y respondí: "Yo no puedo dejar de hacer esa escena, me duele, pese a que si tu trabajas en esta película yo me haré millonario, pero no puedo porque es esencial para mí". Entonces hice la escena esencial y no me hice millonario, pero hice una obra de arte que todavía persiste.

No se qué le pasa a la gente con el ano. Muestran la boca y no muestran el ano. Yo me imagino que pronto harán operaciones estéticas para hacer anos fotográficos, pronto se podrá.

Anos dignos de ser fotografiados.
(Rie) También inventé una industria, que no se hizo muy famosa, de pequeños anillos para el clítoris. Al momento de casarte con una mujer ella te pone el anillo en el dedo y tu le pones un mínimo anillo en el clítoris, delante del cura. Eso no tuvo mucho éxito.

Siempre hay músicos que se reúnen contigo, tienes una influencia sobre ellos. El último que supimos que se reunió contigo fue Kanye West, ¿recuerdas ese día?
Yo estaba en Niza y él me vino a ver con cuatro ayudantes y conversamos. Muy interesante. Primero que nada dijo que admiraba mi obra, sobre todo La Montaña Sagrada y eso me conmovió, una persona como él que se interese en eso, me pareció mágico. Entonces nos pusimos a hablar, le leí el tarot y me pidió consejos sobre su próxima obra. Es muy diferente a la imagen que la gente tiene de él, he visto que parece que es muy petulante, pero no, es muy humano, muy compresivo. Pasé un buen momento con él.

El show que tiene ahora, Yeezus, está basado en La Montaña Sagrada.
Eso me dijo.

¿Has visto algo de eso?
Lo he visto. Es lo que siempre he querido: dar mi obra para que le sirva a alguien y si a él le sirve, vale la pena hacerlo.

¿Es muy distinto hacer películas en los 60 y 70 que ahora?
Es igual, porque la que hice en los 70 nadie la quería hacer. La primera, El Topo, la hice casi como un estafador que firmó cheques sin fondos. Estábamos vendiéndola a Estados Unidos y yo perdía un kilo al día porque no la compraban. En México nos iban a meter presos. Fue difícil hacerlo. Yo ahora en esta aventura pierdo un millón de dólares. Estoy dispuesto, hay que invertir, hay que ser valiente. Es como jugarse la vida, hay que hacerlo.