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Un botón de auxilio para periodistas en peligro

Amigo periodista o reportero: si estás en aprietos solo pulsa el Panic Button para pedirle ayuda de un amigo.

El periodismo es un oficio de riesgos. Solo en los últimos diez años, el número de periodistas secuestrados o asesinados se ha duplicado, según cifras del Comité para la Protección de los Periodistas. Sea en Siria o Brasil, en Paquistán o Somalia, ser un reportero –activista, corresponsal, o cualquier cosa que se le parezca– es una labor de alto riesgo.

Por eso, Amnistía Internacional ha desarrollado “Panic Button”, una aplicación con la que espera que se reduzcan los peligros. La idea es que el teléfono celular envíe de manera discreta una señal de auxilio a tres contactos. La aplicación es de código abierto, funciona para sistema Android y fue desarrollada con la colaboración de iilab, una empresa que le apunta al desarrollo económico de las comunidades a partir de la innovación tecnológica.

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“El propósito de Panic Button es incrementar la protección de los activistas alrededor del mundo, quienes constantemente enfrentan arrestos, ataques, secuestros y torturas”, expresa Tanya O’Carroll de la oficina de Tecnología y Derechos Humanos de Amnistía Internacional en un comunicado dirigido por la organización. La aplicación ha sido probada por más de 100 usuarios de 17 países diferentes.

Al momento de enviar el mensaje de auxilio, el usuario debe pulsar el botón de encendido del teléfono –cinco veces en cinco segundos–, o en su defecto, martillar números al azar en una interfaz que simula una calculadora común.

La sutileza es la clave de la aplicación, “no necesitas siquiera sacar tu teléfono del bolsillo”, dice un representante de Amnistía Internacional.

No parece una buena idea sacar tu teléfono celular cuando tienes un arma entre las cejas o cuando te encuentras en medio de una multitud enardecida y poco conforme con tu presencia de periodista. Definitivamente no es una buena idea y, en tal caso, es preferible tener tu celular en algún bolsillo secreto de tu chaqueta donde puedas meter la mano para enviar discretamente tu señal de auxilio.

Sin embargo, la aplicación tiene algunas limitaciones según informa Amnistía Internacional. Las mismas que aplican para el envío de un SMS común: falta de cobertura en áreas remotas o por decisiones de un gobierno de apagar las redes de comunicaciones.

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El representante de Amnistía también apunta que cuando el SMS es enviado y una vez recibido, es susceptible de ser rastreado por algún programa de vigilancia, lo que pondría en riesgo la red de contactos del periodista y revelaría su ubicación.

Amnistía ha tomado cartas en el asunto para minimizar los riesgos al permitir tan solo tres números en la lista de contactos de la aplicación. Acción que se complementa con la advertencia que hace la organización a los activistas de no guardar la lista completa de sus contactos en los teléfonos celulares. Los usuarios de la aplicación deben crear una suerte de “pacto” con sus contactos y ante todo preguntarse por la confiabilidad de estos.

“Es una oportunidad para crear conciencia” alrededor del manejo seguro de los datos de nuestros celulares, anota Amnistía y “ crear un plan de acción fuerte con contactos confiables”.

Los periodistas suelen tener diferentes modelos de celular, dependiendo del lugar del mundo donde se encuentren. En Sudán, un activista probó la aplicación y le funcionó inmediatamente porque todos en su red de contactos usaban teléfonos con sistema Android. Sin embargo, en otros lugares la gente utiliza sistemas operativos y gamas de smartphones diferentes. En Guatemala, según Amnistía, tan sólo el 20% de los usuarios utiliza Android.

“No es una herramienta que cualquiera pueda usar por el momento”, asegura ONG, pero “el punto es que 1.400 millones de personas alrededor del mundo usan un smartphone”.

El próximo paso es proveer las mismas funcionalidades a otros aparatos, para desarrollar nuevas maneras de activar la señal de auxilio de manera personalizada.