Foto por Juan David Duque.
¿A ustedes alguna vez les han dado un premio por fiestear? Pues muéranse de la envidia porque a Nathalia 'La Warrior' Guerrero, redactora de nuestra página hermana Thump, le acaban de dar un premio Simón Bolívar de periodismo por su crónica Pogo, reggaetón y Chukeo: así es una farra a lo maldita sea. El texto, que fue publicado en febrero en nuestra revista impresa, narra desde adentro la escena de las chiquitecas en Soacha.Y ustedes todavía haciendo fila para pagar el cover de Baum…
Lee aquí el artículo ganador del Premio Simón Bolívar de periodismo joven en la categoría crónica: Pogo, reggaetón y Chukeo: así es una farra a lo maldita sea
También ganó un Simón Bolívar, el premio de periodismo más importante del país, la crónica El barquero y los escombros, en la que Santiago Wills narra la historia de John Freddy Ramirez, antropólogo forense de la Fiscalía que buscó infructuosamente durante meses los restos de cientos de personas en la comuna 13 de Medellín. Esta historia también fue publicada en nuestra revista de febrero y editada en PACIFISTA, así que si tienen esa revista por ahí en la casa, cuídenla, porque se ha convertido en reliquia.
Lee aquí el texto ganador del Simón Bolívar a mejor crónica: El barquero y los escombros
Y completamos una noche increíble con un tercer premio Simón Bolivar: el que le dieron el categoría de periodismo investigativo a Edison Bolaños por su trabajo titulado: Magnates del oro contra pequeños mineros, una investigación que denuncia el sistema de explotación que los empresarios del oro imponen a los pobladores del Cauca. El texto fue editado por nuestros hermanos de PACIFISTA, publicado originalmente por El Nuevo Liberal de Popayán y luego republicado por El Espectador. A raíz de la publicación de esta historia, Edison fue amenazado y se vio obligado a trasladarse a Bogotá, así que más que merecido para él este homenaje.
Lee aquí la primera parte de la investigación ganadora del premio Simón Bolívar: Magnates del oro contra pequeños mineros
Estos tres premios se suman al premio Álvaro Gómez Hurtado que nuestro redactor Sebastián Serrano recibió el pasado mes de junio por su crónica Ser vendedor ambulante es tan jodido como parece.Salud por la fiesta, por las historias bien contadas y por las denuncias valientes, por estos tres premios y por los que están por venir.
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También ganó un Simón Bolívar, el premio de periodismo más importante del país, la crónica El barquero y los escombros, en la que Santiago Wills narra la historia de John Freddy Ramirez, antropólogo forense de la Fiscalía que buscó infructuosamente durante meses los restos de cientos de personas en la comuna 13 de Medellín. Esta historia también fue publicada en nuestra revista de febrero y editada en PACIFISTA, así que si tienen esa revista por ahí en la casa, cuídenla, porque se ha convertido en reliquia.
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Y completamos una noche increíble con un tercer premio Simón Bolivar: el que le dieron el categoría de periodismo investigativo a Edison Bolaños por su trabajo titulado: Magnates del oro contra pequeños mineros, una investigación que denuncia el sistema de explotación que los empresarios del oro imponen a los pobladores del Cauca. El texto fue editado por nuestros hermanos de PACIFISTA, publicado originalmente por El Nuevo Liberal de Popayán y luego republicado por El Espectador. A raíz de la publicación de esta historia, Edison fue amenazado y se vio obligado a trasladarse a Bogotá, así que más que merecido para él este homenaje.
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Estos tres premios se suman al premio Álvaro Gómez Hurtado que nuestro redactor Sebastián Serrano recibió el pasado mes de junio por su crónica Ser vendedor ambulante es tan jodido como parece.Salud por la fiesta, por las historias bien contadas y por las denuncias valientes, por estos tres premios y por los que están por venir.