FYI.

This story is over 5 years old.

Chicago Cubs

Marty McFly: ¿otro fallido intento por conjurar la maldición de la cabra?

Marty McFly y mil coincidencias más hacen la historia de los Cubs algo más que la-men-ta-ble.
Foto: Jonathan Daniel / Getty Images

La predicción de Volver al Futuro II no se cumplió. Los Chicago Cubs, una vez más, se han quedado a la orilla de llegar a una Serie Mundial, que no han ganado desde 1908 y a la que no han acudido desde 1945.

Para entender el asombro del personaje Marty McFly a su llegada a Hill Valley es necesario saber el contexto del momento. Para el año en que la película salió a la pantalla grande (1989), los Cubs tenían 81 años sin un título, enfrentaban a un equipo que no existía, los –suponemos– Lagartos de Miami, y barrían a la Serie en cinco juegos, por lo que podemos asumir que el Clásico de Otoño sería a ganar cinco de nueve.

Publicidad

Cruel paradoja que la eliminación de los Cubs se diera justo el día que "llegó" Marty McFly al futuro.

Miami ya tiene equipo, aunque no son los Lagartos, sino los Marlines, que originalmente eran de todo el estado de Florida –aunque su sede siempre ha sido la misma ciudad–, fundados en 1993 y rebautizados para la temporada 2012.

La Primera Serie Mundial, en 1903, fue un triunfo de los Boston Americans sobre los Pittsburgh Pirates por 5-3 y después solo entre 1919 y 1921 se volvieron a jugar a ganar cinco juegos. El resto de los Clásicos de Otoño se han jugado bajo el formato actual a vencer en cuatro. En aquellas lejanas oportunidades nunca hubo barridas ni necesidad de llegar al noveno partido. Pero a Robert Zemeckis le pareció buena idea apostar que para 2015 se volviera a ese antiquísimo formato. No ocurrió así.

Otro detalle es que la Serie Mundial habría terminado el 20 de octubre de 2015, un día antes de la llegada de Marty. No sonaba descabellado: la de 1988 entre los Dodgers y los Athletics concluyó en la misma fecha (asumiendo que fue la última que se celebró antes de terminar el rodaje de la película). Pero desde que se amplió el formato de los Playoffs en las Mayores, la temporada ya suele terminar en los primeros días de noviembre. Si nos ponemos exquisitos, la de 1989, que ocurrió días antes del estreno, acabó el 28 de octubre, pero se prolongó a causa del terremoto que sacudió la Bahía de San Francisco, minutos antes del inicio programado del Juego 3.

Publicidad

Aún así, queda por resolver la pregunta: ¿por qué no los Cubs? Y dejemos de pensar solo en este año. ¡¿Por qué nunca los Cubs?! Hay equipos en diferentes ligas y deportes que sufren por muchos años sin un título, pero lo de éste es inaudito. Ganaron las Series Mundiales de 1907 y 1908, ambas sobre los Detroit Tigers por 4-0 y 4-1 respectivamente, después cayeron en 1910 ante los Philadelphia Athletics, en 1918 contra los Boston Red Sox, en 1929 nuevamente contra los Athletics, en 1932 contra los New York Yankees, en 1935 los Tigers se cobraron una de las dos derrotas, en 1938 otra vez contra los Yankees y en 1945 quedaron a mano contra Detroit.

Diez apariciones en Series Mundiales –faltó mencionar que en 1906 perdieron contra sus vecinos, los White Sox–, solo dos victorias y las últimas siete, descalabros. Pero falta entender por qué desde 1945 ni siquiera llegan al duelo por el título. Es decir, con esta derrota ante los Mets se cumplen ya 70 años sin poder hacerlo. El asombro de Marty McFly al ver la noticia no era para menos.

Razones deportivas pueden haber muchas. Chicago no ha sido precisamente el equipo más regular de las Mayores desde la posguerra. Pero oportunidades las ha habido, como aquella en 2003 del desafortunado Steve Bartman.

Si no la recuerdan, se las platico: era la octava entrada del sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional entre los Cubs y los Marlins (sí, ¡los que después fueron de Miami!) con ventaja de 3-2 para Chicago en la Serie y de 3-0 en el partido. Con un out, vino un batazo de foul de Luis Castillo que fue a dar justo a los límites con la grada. Ahí, Moisés Alou fue incapaz de atrapar la pelota porque se le cruzó un aficionado y se la quitó. Sí: Steve Bartman. Lo que pudo haber sido una anécdota que se olvidara al terminar el partido, fue en realidad el inicio de un efecto dominó devastador: los Marlins montaron un rally de ocho carreras en esa entrada y ganaron ese partido 8-3. A la noche siguiente, Florida volvió a levantarse de una desventaja, ahora de 5-3, para ganar 9-6 el séptimo juego y ganar el derecho de enfrentar a los Yankees en la Serie Mundial, donde por cierto, vencieron en seis partidos.

Publicidad

Pero el episodio Bartman solo es un capítulo de una larga cadena de infortunios que iniciaron en 1945, precisamente en la última oportunidad de los Cubs para ser campeones.

En el Juego 4 de aquella Serie Mundial, el dueño de una taberna llamada "Billy Goat", llevó a su mascota al partido. Sí, suponen bien, era una cabra, llamada Murphy, y el sujeto se llamaba Billy Sianis. Se les detuvo en la entrada por la presencia del animal. Se armó una rebambaramba tal que el mismísimo dueño de los Cubs, Philip K. Wrigley, tuvo que intervenir y permitió que Billy entrara, pero sin Murphy. "¿Por qué no la cabra?", preguntó Sianis, a lo que Wrigley respondió "porque la cabra apesta". Furioso, Sianis lanzó el siguiente maleficio: "Van a perder esta Serie Mundial y nunca más ganarán otra. Nunca van a ganar una Serie Mundial de nuevo porque insultaron a mi cabra."

Chicago tenía ventaja de 2-1 en la Serie, los Tigers ganaron ese partido y eventualmente se llevaron el título en siete juegos. Nunca se ha vuelto a tener un partido del Clásico de Otoño en Wrigley Field desde el 10 de octubre de 1945. A ese episodio se le conoce como "la maldición de la cabra" y a él se le acreditan todos los infortunios de los Cubs.

Cuando se concretó la poco probable derrota de Chicago, pues solo requerían ganar dos de cuatro partidos en casa (los primeros tres se jugaron en Detroit y los siguientes, todos, en la Ciudad de los Vientos), Sianis envió un breve telegrama a Wrigley: "¿Quién apesta ahora?

Desde entonces se han tratado de conjurar el hechizo, incluso con descendientes de Sianis. En 1969, un año antes de morir, Sianis declaró levantada la maldición. Y pues no. En 1973, el sobrino de Sianis llevó una cabra en una limusina a Wrigley Field, donde la recibieron con alfombra roja. Nada. Y así en varias ocasiones más desde entonces.

Por eso, la apuesta de Volver al Futuro II ya de antemano era arriesgada, pese a estar ambientada casi tres décadas más adelante. Ni Marty McFly ni el "Doc" Emmet Brown pudieron vencer a la cabra.

Porque más que cabra, está cabrón.