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Paul Williams regresa al cuadrilátero como entrenador

Después de un accidente de motocicleta que cambió su vida, el ex campeón wélter Paul Williams regresa al boxeo para guiar a la siguiente generación del boxeo.
Image via Wikimedia Commons

El ex campeón wélter y favorito de la fanaticada Paul "The Punisher" Williams regresará al ring como entrenador el 25 de marzo en Miami, Oklahoma. Bajo circunstancias normales, el regreso de un peleador como entrenador no causaría mayor revuelo, pero después de que un accidente de motocicleta dejara a Williams paralizado de la cintura para abajo en 2012, su retorno al boxeo es más que una noticia. Williams estará en la esquina de Justin DeLoach, un peleador con récord de 13-1 oriundo de Augusta, Georgia, en un pleito pactado a ocho asaltos en contra de Dillion Cook en la transmisión de "ShoBox: The New Generation".

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"Me vuelve a dar un poco de miedo, como si se tratara de mi primera pelea", dijo Williams en un comunicado de prensa. "Ahora tengo que pensar en todo lo que (mi ex entrenador y manager George Peterson) pensaba cuando yo estaba peleando. Tengo que intentar enseñarle a Justin lo que yo sabía hacer."

Para aquellos no familiarizados con Paul Williams, por algún tiempo fue considerado "el peleador más temido y evadido" del boxeo, etiqueta que le arrebató a Antonio Margarito, luego de que Williams superara al mexicano por decisión en 12 rounds en 2007. Después de vengar su única derrota ante Carlos Quintana, dejó vacante su cinturón en la división wélter para ir en busca de retos más difíciles, al declarar que los mejores peleadores en las 147 lo evadían. Incluso muchos analistas especularon que la inusual altura y alcance de Williams para su división (1.86 m y 201 cm) podría presentarle problemas al entonces campeón Floyd Mayweather Jr.

Williams logró un éxito considerable en su campaña en la divisiones más pesadas, derrotando al formidable Winky Wright y consiguiendo victorias consecutivas ante Sergio Martínez y Kermit Cintrón. Sin embargo, un nocaut en el segundo round en su pelea de revancha ante Martínez descarriló rápidamente el tren expreso de Williams. Su pelea siguiente solo generó que se cuestionara su legitimidad, ya que apenas logró una controvertida decisión mayoritaria sobre su contendiente cubano Erislandy Lara; la decisión fue tan controversial que los tres jueces de aquella noche fueron suspendidos por la Junta Atlética de Control del estado de Nueva Jersey.

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De alguna forma, la derrota y la controvertida victoria por decisión mayoritaria funcionaron a favor de la carrera boxística de Williams. Antes de eso, Williams era un oponente de riesgo con poca recompensa acompañada de su nombre, pero después de todo lo que sucedió en la división de los medianos, se había dado a conocer mucho más con el público, y también dejó ver un número de defectos explotables. Esto dio lugar a que los nombres más grandes del boxeo lo buscaran como oponente, lo cual para él resultó en una ganancia multimillonaria para su pelea ante la estrella Canelo Álvarez; pleito programado para septiembre de 2012.

Tristemente, esa pelea nunca se daría, ya que Williams se estrelló con su motocicleta camino a la boda de su hermano, dañando un nervio en su espina dorsal que lo dejó paralizado de la cintura para abajo. El accidente sucedió tres meses antes de su pelea.

Aunque se ha dicho en repetidas ocasiones que Williams ha tenido una actitud bastante positiva en torno a la situación, quedar paralizado de la cintura para abajo obviamente está acompañado de sus momentos oscuros. Durante un par de años, Williams tuvo la esperanza de que recobraría su habilidad para caminar, y tal vez algún día hasta de boxear, pero este panorama disminuye conforme pasa el tiempo. El hecho de estar por debajo de las ganancias a las que estaba acostumbrado, incluso pensar sobre el boxeo mismo puede evocar todo tipo de sentimientos de culpa y resentimiento. En realidad, subir al ring el próximo viernes es un gigantesco acto de valentía.

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"Ustedes me conocen, en realidad no quería hacer esto, pero finalmente luego de tres o cuatro años de que George me estuviera rogando para intentarlo y hacerlo, la ocasión se presentó y decidí darle una oportunidad. Todo se trata de hacerlo en el momento preciso", dijo Williams. "Comencé a meditarlo, y George siguió insistiendo. Una cosa llevó a la otra, y finalmente le dije que me atrevería a hacerlo."

Su primer pupilo está más que emocionado por la decisión.

"Paul y yo nos hemos conocido toda la vida", dijo DeLoach en un comunicado de prensa. "Soy de Augusta, Georgia, y él de Aiken, exactamente del otro lado. Nos conocimos cuando yo era un peleador amateur. Se acercó a mí en mi última pelea profesional en San Antonio. Cuando lo vi, me emocioné mucho. Comenzamos a hablar y le dije, 'Oye Paul, ¿no sería genial que trabajáramos juntos?' No puedo describir lo que se siente trabajar al lado de uno de mis peleadores favoritos."

Habría sido interesante tener a Williams en la mezcolanza actual de los pesos medianos. Peleas contra Gennady Golovkin o Canelo Álvarez habrían valido la pena ver, y yo le habría apostado a Williams por la victoria en cualquiera de las dos peleas en parte por sus extrañas medidas. Era alto, larguirucho, y extrañamente peleaba muy bien en corto, aunque nunca debió hacerlo. Williams comenzó a recibir mayor castigo conforme su carrera fue desgastándose y desarrolló dificultad para hablar hacia el final de su carrera. Apenas había cumplido 30 años.

Nunca iría tan lejos como decir que el accidente de Williams fue una bendición disfrazada, pero tal vez existe un lado positivo como suele suceder con la mayoría de las situaciones. A diferencia de muchos peleadores, Williams había invertido sus ganancias sabiamente en un número de propiedades rentables, y aunque fue trágico haberse perdido la multimillonaria ganancia ante Álvarez, esto no determinó si Williams habría estado viviendo una vida cómoda o como viviendo como indigente. Con esto quiero decir que aunque existe un número de razones para convertirse y continuar siendo un peleador valorado, para Paul Williams, el dinero no fue necesariamente una de ellas, y dado el castigo que comenzaba a recibir al final de su carrera, muchos en la comunidad boxística sugirieron que dejara de hacerlo. Al menos ahora como entrenador, Williams aún puede ser parte del boxeo, y heredar sus habilidades a la siguiente generación. Por la forma en que el deporte es actualmente dirigido, tener a tipos como Paul Williams para guiar a los jóvenes peleadores es definitivamente una bendición.