Cinco equipos que le quitan el sueño a los Warriors de Golden State

En 70 años, sólo 18 equipos han ganado más del 80 por ciento de sus partidos en una temporada de la NBA. Los Capitols de Washington fueron los primeros en lograrlo en 1947. Las 68 victorias de los 76ers de Filadelfia —comandados por Wilt Chamberlain y sus promedios de 24 puntos y 24 rebotes por partido— se sumaron en segundo lugar, después de casi 20 años.

Desde entonces, la liga se ha condecorado con varias dinastías —de Russell a Magic, Bird y Jordan, Duncan y Shaq y LeBron— pero nada ha sido tan apabullante como los Warriors de Golden State, el primer equipo en la historia de la NBA en ganar, al menos, 67 partidos en tres años consecutivos. Esta franquicia logró convertir algo que solía ser una rareza en una racha normal, casi aburrida.

Kevin Durant, Steph Curry, Klay Thompson, y Draymond Green se encuentran por debajo de los 30 años, Steve Kerr es más joven que la mitad de los entrenadores de la liga, y los Warriors han establecido una cultura altruista que atrae veteranos útiles con ganas de jugar por menos dinero de lo que el mercado dicta. Hay un nuevo estadio en el horizonte de la franquicia, y Durant le quitó el poder a la CBA al aceptar menos dinero, por lo tanto Andre Iguodala y Shaun Livingston podrán comer.

Los Warriors son un Godzilla imparable y desinteresado. Pero los partidos se juegan por una razón, y, en los próximos años, el resto de lo 29 equipos hará todo lo posible para desbancarlos. Nuestra previa de la temporada versa sobre cinco equipos que tienen las mismas posibilidades de derrotar a los Warriors en los próximos cinco años.

Varios equipos tienen el derecho de ser peligrosamente optimistas en estos momentos, pero ninguno como los Rockets de Houston. No sólo adquirieron a Chris Paul —el mejor armador de su generación— para quitarle el peso que James Harden cargó el año pasado, también ficharon piezas versátiles como Luc Richard Mbah y P.J. Tucker que pueden proveer flexibilidad a un equipo que la temporada pasada tuvo una de las mejores ofensivas en la historia de la liga.

Tucker se merece especial reconocimiento por todo lo que genera. Un análisis más cuidadoso de todo lo que aporta a este equipo indica que los Rockets son un adversario tan potente como ninguno que los Warriors han enfrentado desde que ascendieron a la cima de la NBA.

Los siguientes, en 2019, son los Celtics de Boston. Kyrie Irving, Al Horford, y Gordon Hayward son jugadores de alto calibre que se complementan maravillosamente sin descuidar su progreso individual. Si Boston quiere mantenerse en la pelea por el campeonato en la próxima década, Jayson Tatum y Jaylen Brown —dos aleros intercambiables, armoniosos y atléticos— deben dar pasos significativos lo más pronto posible.

Para 2020, el mejor basquetbolista del mundo debería jugar para los Timberwolves de Minnesota. Si Karl-Anthony Towns evoluciona como todos esperamos, mientras desarrolla una presencia física monstruosa en las labores defensivas, ningún equipo podrá contrarrestar su efectividad en la duela. Es la pieza fundamental de un equipo imparable.

El grandulón de poco más de dos metros puede atacar en tres niveles, manejar el balón, pasar, atacar el tablero, proteger el aro, abrir la cancha; y eso que apenas tiene 24 años. Imaginen tres años más de progreso.

Los Bucks de Milwaukee se encuentran en una situación similar. Giannis Antetokounmpo está en camino de suplantar a LeBron James como el dolor de cabeza principal de la Conferencia Este. Pero incluso aunque pueda desarrollar sus triples y se coloque como un candidato constante del premio al defensa del año, Giannis necesitará, al menos, un jugador más en el top 20 a su lado.

Nuestra promesa final es el equipo de los 76ers de Filadelfia alias "la opción favorita de todos". El cuerpo de Joel Embiid, los tiros de Ben Simmons, y la defensa de Markelle Fultz tienen ciertos niveles de preocupación, pero incluso si los tres se esfuerzan necesitarán de Dario Saric para mantener la química.

Mantener a todo el plantel no será barato, pero el talento de Saric tiene el potencial de convertir a los 76ers en lo que ahora son los Warriors con la pequeña excepción de su grandeza; es decir, podrían ser un feliz equipo con rotaciones. El talento, inteligencia, y rasgos complementarios de Saric con vitales para una plantilla de campeonato.

El constante ir y venir de la NBA convierte los pronósticos en un oxímoron. Sin embargo, estos cinco equipos poseen los ingredientes necesarios para que algún día los Warriors de Golden State vea caer su imperio.