FYI.

This story is over 5 years old.

Sexo

Mujeres nos cuentan cómo es tener sexo por culpa, compromiso u obligación

Es un asunto muy común pero del que se habla poco. Todas nos hemos liado alguna vez solo porque ‘nos sabía mal'.
Juan  Regis
traducido por Juan Regis
Foto: Andor Bujdoso / Alamy Stock Photo

Si eres una mujer joven sexualmente activa es muy probable que hayas tenido relaciones sexuales con alguien por el simple hecho de creer que deberías. No te sentías particularmente entusiasmada, ni tampoco te opusiste rotundamente, sino que llegaste a la conclusión por medio de un sentido de obligación, culpa o, incluso, deber.

Luego de que Cat Person —el relato de Kristen Roupenian publicado en The New Yorker— ganara popularidad en internet el fin de semana pasado, al texto le llovieron elogios por poner en palabras los pensamientos y sentimientos que muchas jóvenes mujeres han experimentado en su travesía por el mundo de las citas, y el mundo en general. Cientos de mujeres comentaron que la historia ilustra perfectamente cómo muchas de nosotras podemos ser proclives a las necesidades y sentimientos de otros antes que los nuestros; es decir, trabajamos "extremadamente duro para mantener contentos a aquellos que nos rodean", como declaró Roupenian en una entrevista sobre la creación de su relato.

Publicidad

Directamente relacionado con esto se encuentra el hecho que una gran mayoría de nosotras han acordado tener sexo sin muchos deseos de hacerlo simplemente porque sentimos que sería grosero o demasiado dañino para la otra persona si nos negáramos —como es el caso de la protagonista de la historia, Margot—. También es fácil relacionarse con las observaciones de Margot sobre este tipo de sexo: es, sin mayor sorpresa, absolutamente espantoso.

Hablé con cuatro mujeres sobre sus experiencias en la vida con este tipo de personas.


Daphne, 27

Cuando tenía 19 años en la universidad, me la pasaba disfrutando mi vida al máximo. Después de terminar mis exámenes de primer año, invité a un chico de mi ciudad con el que ligaba a que visitara mi dormitorio escolar. Él era mayor —31, si no me falla la memoria—. No era mi "tipo", era un poco gordito pero tenía un rostro muy atractivo. Tenía hijos y era dueño de una peluquería, y por lo mismo no me vi intentando algo serio con un padre de familia.


Relacionados: Por qué las parejas pelean más cuando tienen menos sexo


Total, me visitó, aplicamos el Netflix and chill antes de que Netflix existiera, y después entró en acción. Le seguí el ritmo, pero después cambié de parecer a mitad del faje. Pensé que sería un poco grosero decirle que ya no quería hacerlo, así que dejé que me la metiera.

Me la pasé recostada, pensando qué día le llamaría a mi papá para que me ayudara a empacar mis cosas para las vacaciones de verano.

Publicidad

Amy, 26

El sexo con mi novio es una pesadilla. Es mayor que yo, y uno pensaría que tiene más experiencia para complacer a una mujer, pero no. Tampoco le gusta el juego previo. Lo sé, ¿entonces por qué estoy con él? Soy demasiado joven como para tener sexo espantoso… Pero tengo mis prioridades, porque estoy con alguien responsable, con un buen trabajo, y es buen prospecto. A veces no me dan ganas de dormir con él, pero una novia tiene que cumplir. Conforme pase el tiempo puedo enseñarle lo que me gusta que me hagan. Voy a tener que hacerlo: no tendré otros siete años de pésimo sexo.

"¿Puede el ego de los hombres soportar que le digan que no son buenos complaciendo a una mujer? No lo creo".

Vanessa, 21

El año pasado conocí en Tinder a un hombre muy sexy. Hablamos y bromeamos en la aplicación, y continuamos la conversación en WhatsApp. Decidimos conocernos en público primero, obviamente. Fuimos por unos tragos en un bar de por ahí. Cuando nos conocimos fue como cuando platicábamos por mensaje de texto, nada de momentos incómodos. Fue fácil, y por eso no se me hizo demasiado dormir con él en la primera cita.

Por lo general, le digo a mis amigas que son unas bobas cuando me dicen que "se siente como si lo conociera desde hace mucho", pero honestamente así fue como lo sentí. Me preguntó si quería que fuera a su casa y le dije que sí; ese tipo de conexión no siempre se da. En su casa fue donde nos besamos, pero su forma de succionar mi labio fue una señal de que debí haber partido en ese momento. Está en mi lista de los peores besos. De hecho, fue el peor que me han dado. Mi primer beso, en la primaria, fue mucho mejor.

Publicidad

Relacionados: ¿Por qué las parejas se hablan como bebés?


Me sentí obligada a dormir con él. Sé que tengo control sobre mi cuerpo, pero sentí que después de los tragos y de acordar ir a su casa tenía que hacerlo. Digamos que fue más que malo. Estaba jadeando mientras se movía encima de mí. Si no tenía ritmo para besarme, menos lo tendría bajo las sábanas. ¿Cómo era posible que alguien tan guapo fuera tan tronco en la cama?

Rita, 18

Hace unos meses dejé que un ligue de la universidad me la chupara. Era la primera vez que lo hacía con un chico, y fue una verdadera decepción. La experiencia con él: 1) me quitó las ganas de tener sexo oral en el futuro cercano, y 2) provocó que le dejara de hablar. Siempre que lo veo en el campus, me viene a la mente su cara confundida que me volteaba a ver para buscar mi aprobación. Lo único que hice fue sonreír de forma nerviosa. Quería decirle que se detuviera, pero no le encontré sentido, me aguanté y, finalmente, fingí el orgasmo.

"¿Puede el ego de los hombres soportar que le digan que no son buenos complaciendo a una mujer? No lo creo. Si le hubiese dicho, mi nombre habría circulado por toda la universidad cuando menos lo esperara. Seguí adelante".

@Shaydakisses