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Música

Espacios alternativos de Monterrey: Nodriza y Cueva de Osos

Una nueva escena de música independiente está creciendo en Monterrey. Y este par de lugares y sus dueños, dan testimonio fiel de cómo ha sido el proceso.

Cueva de Osos en el show de P.R.O.B.L.E.M.S. (foto de Juan Oviedo)

Las noches de diversión regresaron a Monterrey. Su pasado es complicado, es difícil olvidar todo lo que la violencia dejó en el camino, pero el presente quiere desprenderse de esas situaciones imborrables para la sociedad regiomontana. En la ciudad de las montañas está creciendo una nueva escena de música independiente. Mucho tiene que ver la existencia de venues que abren sus puertas y reciben a un público que busca un escape de salida, el cual flota en una especie de narco-cliché, donde la felicidad y salir de noche con los amigos hace no mucho tiempo era un arma de doble filo. Hoy en día existe un círculo de personas que llevan estos venues día con día, intentando volver a poner el nombre de Monterrey dentro de la escena musical mexicana.

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Nodriza

El espacio de Nodriza (foto de Adrián Cantú)

En el centro de la ciudad, en el segundo piso del número 539 en la calle de Matamoros, César Meléndez de 30 y Javo Onofre de 32 años –ambos ingenieros de audio graduados del SAE Institute de Barcelona, España– iniciaron en febrero de 2010 un estudio de grabación llamado Nodriza. El nombre, dice César, lo eligieron al imaginarlo como nave espacial, haciendo la analogía en cuanto a tener una base que, en este caso, es para la música.

"Invité a Javo para que formara parte del proyecto", comentó César. "La idea sólo era construir un estudio de grabación que tomó cerca de un año en terminarse. Javo fue de las primeras personas que conocí y estaba envuelto en lo que ocurría musicalmente en la ciudad, sentí que teníamos una visión en común. Igualmente tuvo que ver que ambos regresamos de Barcelona al mismo tiempo".

Gracias a las dimensiones que brinda el espacio –anteriormente funcionaba como maquiladora de ropa–, usaron el resto del local para hacer tocadas. Con el paso del tiempo lo convirtieron en un foro al que es fácil llegar desde cualquier zona de la ciudad, con el plus de tener enfrente un 7-Eleven, para comprar cerveza y meterla sin problemas, siempre y cuando todo lo que sea alcohol esté en latas. Acudir a Nodriza se volvió como aquellas tocadas caseras de la preparatoria, pero con un equipo de sonido poderoso, que ni los vecinos que jamás llamaban a la policía para callar el ruido iban a soportar.

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Nodriza, dentro de su búsqueda y constancia, tiene como meta lograr el mejor resultado en la grabación de un disco o realizando un buen espectáculo. El recinto es cómodo, tanto para un pequeño escenario como para escuchar a las agrupaciones desde la parte de atrás. La nueva música que se hace en la sultana se escucha bien ecualizada y circula con facilidad, haciendo que las bandas con trayectoria y las que apenas comienzan a abrirse camino se apoyen y se conozcan entre ellas.

Estudio de grabación de Nodriza, César en los controles (foto de Adrián Cantú)

"La gran constante de este lugar ha sido proveer calidad profesional de sonido, ya sea para el venue como en el estudio", comenta Javo. "Muchas veces llega gente sin saber quién se presentará, pero saben que se irán con buen sabor de boca, escuchando a cualquier grupo lo mejor que pueda sonar".

Aun cuando César y Javo han sido la base fundamental de Nodriza, se han sumado otras personas. Andrés Alvaradejo organiza los shows –por lo general pueden ser de lunes a domingo, recibiendo bandas locales, de otros Estados o internacionales que están de gira por el país.Y Jorge García se encarga de cuestiones creativas a la hora de planear.

"Mucha gente ha jugado un rol complementario para todo lo que hacemos. Por ejemplo, Visual Noir nos ha ayudado mucho con la parte de las luces y los visuales. Marisol Ibarra ha puesto su trabajo en la parte de video cuando ha sido necesario. Adrián Cantú con su trabajo de fotografía; y así junto con otros buenos amigos que han ido poniendo su granito de arena para ayudar a que el lugar crezca", comenta César.

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Recuerdan que el primer gran evento que se dio en Nodriza lo organizaron con varios grupos creativos de la ciudad.

"Fue por ahí de 2012 que, junto a nuestros grandes amigos de Museo Mutante, se logró hacer un evento donde descubrimos las posibilidades reales del espacio. Creo que ellos nos dieron la patadita de buena suerte", menciona César.

Algunos eventos que se realizan en Nodriza son por iniciativa de otros colectivos, promotores y demás gente que está activa, sin importar los géneros musicales que sean; no obstante, la mayoría son proyectos independientes como por ejemplo Cintas, Emerxente, Wildsky, Nocivo, Colectivo Lunar, etcétera.

La capacidad de personas que pueden ingresar a Nodriza, es de aproximadamente cuatrocientas personas a reventar y los precios rondan de $40 a $200. Esto llega a ocurrir durante su fiesta anual, Riot de Verano.

"Este año será la cuarta edición. Estamos muy contentos con lo que se ha logrado. Ha ido creciendo junto con el lugar. En esta edición tocaran grupos como Cardiel, 60 Tigres, Los Mundos, Malos Modales y más, durante los días viernes 15 y sábado 16 de julio", menciona César.

En cuanto al resurgimiento musical que se dio en la ciudad, siendo Nodriza un espacio que aporta mucho al movimiento, César comenta:

"El hecho de que nosotros imagináramos un lugar digno para tocar y sonar bien, yo creo que la razón por la que la gente se ha identificado es porque se ha hecho de manera natural y sincera. Formar parte de un resurgimiento creo que se ha dado por consecuencia de una necesidad, para encontrar un nicho donde todo ese talento diera cabida a ser compartido, en un momento donde se habían venido abajo los lugares consagrados por la inseguridad. Creo que en gran parte fue circunstancial el llegar a formar parte de los espacios donde está pasando todo lo nuevo, pero se siente bien que algo que sólo te imaginabas ha dado algunos pasos".

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César está dedicado al cien por ciento al estudio de grabación, no deja pasar ningún detalle técnico ni cualquier posibilidad de mejora para ambas partes de Nodriza, tanto la de producir música como el foro. Desde hace un año tiene un grupo de rock llamado Danzantes y anteriormente estuvo tocando en Le-Mat, banda de post hardcore que llegó a tener una gira por Sudamérica en los meses de septiembre y octubre de 2014, dando mucho de qué hablar por México y otros países gracias a su disco Diálogos de sol y luna.

Javo dice que todo el tiempo ha estado conjugando Nodriza con su trabajo de profesor universitario, impartiendo clases de audio: "Podría decir que Nodriza se lleva gran parte de mi tiempo, ya que soy el encargado de la agenda del local y todos los temas relacionados con la logística. También tengo mi banda de dreampop llamada Uvilov, llevamos diez años tocando. Pronto lanzaremos un segundo LP".

Para el futuro, la idea que tienen es seguir funcionando en la ciudad como foro y estudio de grabación. Sus instalaciones cada día lucen mejor y su equipo de sonido se escucha como nunca. Tienen planes para tener más áreas de uso y seguirán trabajando en conjunto con los colectivos que organizan eventos, con la idea de hacer nuevas relaciones. De esa manera piensan seguir creciendo. En pocas palabras Nodriza se ha convertido en un plan de vida para Javo y César. Dicen que por mucho tiempo presentarán a las bandas y proyectos que necesiten un espacio, así como producir su material y muy pronto lanzarlo al mercado, cuando finalmente logren convertirse en un netlabel.

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Cueva de Osos

P.R.O.B.L.E.M.S. en Cueva de Osos (foto de Juan Oviedo)

La historia de este venue se remonta a un grupo de amigos unidos por el punk. Era el año 2002, recuerda Pepe Materia, dueño de Cueva de Osos: "En esos tiempos armábamos épicas borracheras en lo que aún era una obra gris, ubicada en la calle de San José 2835 de la colonia San Jorge, al poniente de Monterrey".

Durante esas noches llenas de juventud tocaban bandas como Contrakaos, Plan 9, Zyklon B, Bubble Gummers, Gasoline Riot, Anticuados, entre otras… Y casi una década después, en abril de 2011, la parte trasera de esa obra se convirtió en el hogar de Pepe Materia y sus perros Brownie y Muna.

Cueva de Osos en un inicio (foto de Juan Oviedo)

Por esas fechas, en la ciudad no ocurría nada en cuanto a tocadas locales y conciertos con bandas de otras partes del país y el extranjero. Pocas agrupaciones se aventuraban a entrar a la ciudad y pasar una noche que podía terminar siendo muy peligrosa, todo a consecuencia de la pelea entre el cártel de los Zetas y los Del Golfo. Sin embargo, Pepe Materia y algunos de esos amigos del pasado –aburridos y hasta la madre de toda la paranoia que abrumaba al estado de Nuevo León– organizaron un show sobre la movida madrileña que un grupo ya extinto, conocido como Los Gatos Locos del Centro, que se encargaron de amenizar, tocando canciones de Alaska y Los Pegamoides, Parálisis Permanente, Kaka de Lux y más, mientras todos recordaban los viejos tiempos y podían sentirse vivos.

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"Ese fue el primer show oficial como Cueva de Osos", dice Pepe Materia. En cuanto al nombre, simplemente se originó como una broma: "Así le decía Dulce María a mi hogar y todos comenzaron a hacerlo también".

El concepto que maneja este espacio donde caben alrededor de trecientas cincuenta personas, en lo que es el patio de la casa y se pueden realizar fiestas y tocadas, el mismo Pepe Materia dice que es gender fluid: sin ningún tipo de discriminación o preferencias sexuales.

Cueva de Osos únicamente es Pepe Materia, quien tiene 34 años y trabaja en la empresa de su familia, donde diseñan herramientas especiales para producir generadores de energía eólica. Comenta que ha tenido la oportunidad de jalar con gente que organiza eventos o giras de bandas como Carcoma Records, Chamuco Producciones, Falling Booking, Grabaciones Puro Pedo, Punkroutine y más.

"Ahora estoy trabajando con Alex Castaño (con quien tocaba en la banda de garage, Yo! Linares) sobre un nuevo proyecto que va en conjunto con Cueva de Osos. Se llama Aaarrrgghhh Media y está enfocado en hacer radio, zine y tv".

Deltoro y Capgras son las actuales bandas donde toca la batería. La primera una agrupación de rock & roll, y la otra una mezcla extraña de hardcore donde compone canciones junto a Chango (ex Buenos Muchachos, ex Forever Young, Strong Belief y Robanovias) y Pika (ex Brigada Roja y Descarnada), que igualmente tienen bastante tiempo en la escena independiente de Monterrey. El patio de Cueva de Osos

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En cuanto al tipo de eventos que se realizan en Cueva de Osos, regularmente no rebasan los $150 pesos, cuando se trata de bandas internacionales, comenta Pepe Materia:

"Hemos hecho showcases de punk, hardcore, dark wave, gótico, horror, surf, rockabilly, rock n´ roll e industrial. Unos de mis eventos favoritos fue el de P.R.O.B.L.E.M.S (Portland), el Back to Mi Bario con bandas locales de la vieja escuela del punk rock y horror; Sheer Mag y Downtown Boys (Philadelphia/Providence), El Muertho de Tijuana, Frau (Londres) y Glue (Texas)".

Pepe Materia fue de los pocos que, tal vez y sin saberlo él mismo, contribuyó mucho a que los pocos grupos que seguían tocando durante los conflictos del narcotráfico que aquejaba a la ciudad, se mantuvieran activos, expresándose en recintos que se adaptaban a un estilo de vida que los regiomontanos tuvieron que tomar, como no andar caminando por las calles durante la madrugada, no salir de fiesta a lugares que podrían ser conflictivos, evitar abrir la boca de más –referente a temas del narco– con personas extrañas, etcétera. Por ello los shows en Cueva de Osos durante un tiempo comenzaron a tener un horario más temprano y la puerta casi siempre se mantenía cerrada.

Anticuados (pepe Materia en la batería) tocando en Cueva de Osos cuando era una obra gris

Ahora, en pleno 2016, tienen algunos conciertos en puerta: "Sólo falta que se cocinen bien", menciona Pepe Materia. Por el momento puede decir que se presentarán Patsy de New Orleans y Belgrado de Barcelona el 30 de julio. También él y su equipo mantienen un blog donde se centran en la música independiente del país, con colaboraciones de músicos del presente y público en general que desee expresarse, ya sea escribiendo un artículo, alguna crónica o haciendo llegar fotografías para que la música independiente se mantenga.