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Música

David Lee Roth es el Mejor Artista Marcial del Rock

Con el regreso de Van Halen gracias a su nuevo álbum en vivo y su próxima gira, hacemos una retrospectiva de lo que hace tan especial las patadas, splits y espadazos samurái de David Lee Roth.

Fotografías por Michael Marks/Michael Ochs Archives/Getty Images.

Este artículo fue publicado originalmente en Fightland.

Cuando un reportero de Metropolis, la revista en inglés más importante de Japón, le preguntó a David Lee Roth si estaba estudiando kendo mientras vivía en Tokio en 2013, el cantante de Van Halen y solista estrella fue rápido en corregirlo.

“No, no es kendo. Es kenjutsu. Y voy por mi menkyo kaiden, y he estado haciendo eso desde que tengo 12”, explicó. “Hoy en día, soy maestro del bastón de 1.83m—realmente es una varilla para la cortina de la regadera, pero se grandiosa bajo las luces y la uso en el escenario”.

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Si hay algo existente como una forma platónica de la estrella de rock que interpreta movimientos de artes marciales en sus actuaciones, entonces “Diamond” Dave es sin duda la cosa más cercana a ese ideal que veremos en nuestras vidas. Y la cita anterior es el mejor ejemplo de lo que lo hace brillante. Mientras Elvis, el artista marcial musical más infame, se tomó a sí mismo con demasiada seriedad y terminó haciendo una burla de las disciplinas que le encantaban con sus choros de karate impulsados con líneas de coca y katas coqueteando con ataques cardiacos, Roth hace lo opuesto. Toma sus artes marciales con mucha más seriedad de la que se toma a sí mismo, y hace que sus excentricidades sobre el escenario sean alegres y en vez de forzadas o de pena. Hay una exuberancia jubilosa y desatada en las patadas icónicas y saltos con split de Roth, un deseo inocente para presumir todas las cosas chingonas que ha aprendido que podrían hacerlo ver un poco ridículo, pero realmente no se pone en situaciones vergonzosas para él o para la gente con quien ha entrenado.

Es por esto que la gente lo celebra con videos hechos por los fans como el de Compilación Máxima de las Patadas de Karate de David Lee Roth, un minuto y dieciséis segundos de genialidades de sensei que hace la colección de Jean-Claude Van Damme haciendo el split tan indolente e insuficiente como un récord noventero de Van Hagar en comparación.

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Los movimientos característicos de David lee Roth son el resultado de una pasión de toda la vida por las artes marciales. Gracias a la enorme población japonesa en su ciudad, Pasadena, California, y el Sr. Yoshida, su vecino de a lado y profesor de kendo, creció rodeado de cultura japonesa y rápidamente desarrolló una afinidad por ésta. Tenía en sus manos su primera espada cuando apenas pasaba de los diez años.

“La primera vez que vi una demostración de iaido kenjutsu con una kata real tenía ¿tal vez diez años? ¿Once?”, le dijo a Metropolis. “Lo agarré en mis manos y… ¡Cuidado con lo que le enseñas a tus niños! ¡Inazuma!… ¡Trrrraaass… Relámpago!”

En los 80, Roth le agregó un poco de kenpo a su arsenal, tomando clases con el maestro antiguo de Elvis, el legendario Ed Parker, y sus asociados. Además de afinar sus habilidades, Parker, al igual que el maestro de kenpo, Frank Trejo, también le ayudaron a Roth con su trabajo de día.

“Hicimos la coreografía para algunos de los movimientos utilizados por David Lee Roth en el video de rock de Van Halen para la canción ‘Jump’, porque David era alumno del Sr. Parker”, escribió Trejo en “My Friend Ed Parker” (Mi Amigo Ed Parker), un tributo para el difunto maestro en la edición de abril de 1991 de Black Belt Magazine%20https://youtu.be/sh9wsrL43RY).

Roth le dedicó la canción a otro mentor suyo de artes marciales, el campeón de kickboxing, Benny “The Jet” Urquidez.

A principios de los 2000, Roth, quien en ese momento estaba bien encaminado hacia convertirse en un hombre de muchos saberes, le había agregado un montón de lecciones particulares de combate e idioma a su agenda apretada.

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“Te estoy hablando aquí de mi dojo, el cual es mi casa en Pasadena, y lo llamo así porque empecé con mi primera clase de artes marciales en mi cumpleaños número 12 aquí en el templo budista sobre Raymond Avenue en Pasadena. Hasta el día de hoy, los lunes, miércoles y viernes, a las 7 de la mañana, entreno jiu-jitsu brasileño [sic], y luego a las 8:15, llega mi profesor de portugués”, le dijo a AV Club en 2002. “Dos noches por semana, viene un instructor de kendo, quien ya anda en sus 60, y tengo un salón de kendo que construí aquí en mi casa”.

Aunque el propósito principal de todo este entrenamiento es para mantener su mente y cuerpo fuerte tanto dentro y fuera de sus giras, también le provee con un arsenal de nuevas acrobacias para conciertos.

“Tengo unos movimientos de escenario que tardaron dos años en aprender”, declaró en el perfil de Buzzfeed de 2013: David Lee Roth Will Not Go Quietly (DLR No Se Irá en Silencio).

Sin embargo, como en cualquier práctica de combate, las exhibiciones de artes marciales rocanroleras contienen cierta cantidad de riesgo. Roth entendió esto a la brava, cuando una lesión relacionada con su actuación en un concierto en Filadelfia lo obligó a cancelar el resto de la gira de 2003.

Tal como lo explicó su vocero de ese momento Todd Brodginski: “Fue un incidente sobre el escenario donde estaba haciendo una maniobra de kung-fu y se golpeó con un bastón que utiliza. Estaba haciendo un movimiento samurái del siglo XV muy complicado y muy rápido”.

Esto no fue un ligero golpe de bastón. “Diamond” Dave terminó con 22 puntadas en el rostro como resultado del accidente, y una disminución temporal de su habilidad para cantar y bailar sobre el escenario.

David Lee Roth, ahora de 60 años, aprendió su lección de nueva cuenta la semana pasada cuando se presentó Van Halen en el programa de Jimmy Kimmel promocionando su próximo álbum en vivo y gira de verano. Unos instantes comenzando la actuación, Roth se pegó en la cara con su micrófono mientras ejecutaba uno de sus característicos movimientos. Aunque la cortada resultante requirió 14 puntadas, logró terminar el set de siete canciones con un vendaje estilo Macgyver que cruzaba su nariz.

Como cualquier buen artista marcial, sin embargo, “Diamond” Dave no permite que estos pormenores le bajen el ánimo. Nada lo hace. Un cinta negra es un cinta blanca que nunca se dio por vencido. Un maestro a fracasado más veces que un novato incluso ha intentado. Después de todo, tienes cabecear con los golpes para llegar a lo que es real.