Detrás de 'Miseress', el hipnótico nuevo disco de Mueran Humanos

Foto vía el Facebook de la banda.

Hace casi diez años que Carmen Burguess y Tomás Nochteff encontraron en Berlín su centro de operaciones, desde el cual entregan su proyecto ético y musical llamado Mueran Humanos. Después de su debut homónimo de 2010— en el que exploraban climas opresivos y texturas minimalistas a base de sintes, bajos, cajas ritmos y letras en español —el dúo argentino sacó hace poco Miseress vía ATP Recordings, de la prestigiosa productora All Tomorrow's Parties.

Haciendo caso omiso a la fiebre que lo tenía en cama, Tomás se tomó el rato para conversar del minucioso trabajo en Miseress, de la experiencia de grabarse a sí mismos, la colaboración con el guitarrista Jochen Arbeit (Einstürzende Neubauten, Die Haut), y de cómo embellecer y hacer más poderosa la música.

Tomás Nochteff: Conocimos a Benjamin Power (Blanck Mass, Fuck Buttons) de casualidad cuando tocamos en el Festival Corona (Capital), en México. Nos gusta su música, así que le dimos un disco nuestro. Él se entusiasmó y espontáneamente lo mostró a la gente de ATP— que edita a Fuck Buttons –. Ellos nos escribieron, hicieron una buena propuesta y aceptamos.

Deben ser la primera banda sudamericana que sale por ATP, ¿estás al tanto?
Sí. Pero creo que pasó así con todos los sellos en los que salimos también (Old Europa Cafe, Louder Than War, Vanity Case Records).

¿Cómo se siente el ingreso a un sello/productora con la estructura de ATP?
Desde el punto de vista humano, es igual. Barry y Deborah de ATP son gente que ama la música y les gusta mucho nuestra banda. En ese sentido son iguales a los dueños de los sellos anteriores. No es un tipo con corbata, es gente con la que puedes emborracharte, y su motivación es el amor por la música. Tienen su forma de promocionar las cosas, pero primero nos consultan todo a nosotros. No nos imponen absolutamente nada. Por el otro lado, que tengan más infraestructura y más alcance es algo que nos resulta excitante.

La portada de Miseress

¿Fue sólo un salto a una configuración mayor?
Claro, no cambió nada. Pero bueno, no esperabas que fuéramos a cambiar, ¿verdad? Vos sabés cómo nos manejamos; venimos de Dios, Mujercitas Terror (NdelR: ambas bandas fuertemente ligadas al DIY)… no podría haberse dado de otra manera.

En cuanto al aspecto musical/compositivo, ¿sientes cambios entre el disco anterior y este?
Desde el punto de vista del sonido, creo que es un disco más sofisticado. Tuvimos más tiempo para aplicar ideas y experimentar. El disco anterior es más minimal: por una cuestión de tiempo de estudio, fue hecho muy rápido y es básicamente como sonaba la banda en vivo en ese momento.

El segundo sencillo que han compartido de este nuevo álbum, "Mi Auto", suena más uptempo, más revoltoso que "Miseress". ¿Hay más momentos así en este nuevo disco?
Bueno, todos los temas son diferentes. No creo que haya otro tema como "Mi Auto" ni otro tema como "Miseress". Creo que se puede decir eso también de nuestro disco anterior; cada tema de Mueran Humanos tiene un origen y un desarrollo único.

¿Recuerdan el origen de este último track?
"Mi Auto" empezó con Carmen; surgió el riff y en cierto momento la idea de tocar una parte lenta y otra muy rápida, pero sin aumentar la velocidad del ritmo. Entonces el tempo es el mismo, igual que el patrón, pero en una parte tocamos a la mitad de tiempo, lentos sobre una base rápida, y en la otra aceleramos y alcanzamos la velocidad del ritmo. Nos pareció que al hacerlo producíamos una ilusión de movimiento sobre algo constante. De la misma forma en que un auto se mueve aunque la ruta esté quieta y sus tripulantes también. Se crea una relación entre la velocidad del auto y la del conductor, que no siempre es idéntica.

¿Se mantiene ese trabajo cíclico en las letras, pasándolas de uno a otro, puliendo a cada vez?
Sí, aunque a veces sean de uno solo. A veces sucede que el otro considera que tiene que quedar como está. En general todo pasa de uno a otro y por un proceso colaborativo. Pero a veces no hacer nada es la mejor manera de aportar.

Conoces al guitarrista Jochen Arbeit (Einstürzende Neubauten, Die Haut), ¿verdad? ¿Cómo fue trabajar con él?
Sí, lo conocimos de casualidad apenas llegamos a Berlín, y empezó a venir a vernos. Hasta que en un momento dado me preguntó cuándo íbamos a invitarlo a tocar, le contesté: "en el próximo disco". Así que cuando estábamos mezclando lo llamamos, vino con su guitarra, su equipo, sus pedales y grabó en varios temas. Hizo un aporte no intrusivo; creo que entendió que somos una banda sin guitarras, y contribuyó tocando de una forma muy poco convencional que se integró muy bien con el sonido del grupo.

¿Qué destacas de su estilo?
Todo; es el tipo de guitarrista que me gusta. Creo que su forma de tocar en nuestro disco fue muy apropiada, porque nosotros, salvando las distancias, tampoco tocamos en forma convencional nuestros instrumentos. Su equilibrio entre forma y abstracción fue perfecto para cada tema en que participó. Son raros los guitarristas que siendo muy buenos y muy exitosos no caen en el hecho de tocar desde su ego, su "marca". Jochen es tremendamente versátil y aunque está claro que es virtuoso y tiene un estilo propio, no descansa en eso, sino que sigue experimentado y trabaja no desde el lucimiento sino con el objetivo de embellecer y hacer más poderosa la música en su conjunto. En Neubauten se nota mucho esa característica de él; en un track puede tocar una sola nota de manera espaciada; en otro puede tocar la guitarra con un vibrador; en otro hacer sonidos abstractos y en otro hacer un solo. No siente la necesidad de ser la estrella de la agrupación, que es algo que supongo siempre me molesta de los guitarristas.

Foto vía el Facebook de Mueran Humanos.

¿Dónde grabaron Miseress?
Primero lo grabamos en un estudio, pero no nos gustó, así que lo descartamos y empezamos de nuevo. Decidimos grabarnos nosotros por primera vez, así que tuvimos que conseguir y aprender a usar un equipamiento bien básico: compu, placa y un mixer. Lo grabamos nosotros y fuimos a mezclarlo al estudio Andere Baustelle con Boris Wilsdorf, el ingeniero de Einstürzende Neubauten. El lugar fue construído por ellos.

Suena a maravilla.
Sí, mezclamos ahí, regrabamos algunas voces y algunos bajos para usar equipos y volumen.

¿Contaron con ayuda de alguien más para grabar, o fue ponerse a leer y aprender?
Nos ayudaron amigos dándonos consejos, pero no personalmente. Fue más aprender con tutoriales de internet. De todos modos, no intentamos nada extraño. Lo que hicimos acá fue muy, muy básico, simplemente un registro. Usamos la computadora sólo como grabador, nada más. Ni como sequencer, ni instrumentos, ni siquiera efectos ni ecualización. La decisión de hacerlo en nuestra casa fue para darnos la posibilidad de experimentar y probar cosas, nada más. Desde el principio la idea fue hacer ese registro, llevarlo a Andere Baustelle y mezclarlo con Boris.

Claro, gozar de la calma de no pagar por hora.
Exacto. Igual, el disco está prácticamente hecho todo con hardware. Tanto en casa, donde sólo usamos la compu para registrar, como luego en el estudio, donde usamos mixer analógica, efectos externos, etc, prácticamente nada se armó dentro de la compu. Nos gustan los instrumentos más que nada por ergonomía y porque las limitaciones que tienen son interesantes.

Exprimir sus posibilidades.
Sí. También sucede que nosotros aplicamos un filtro con la misma sangre que otros tocan la batería. Por eso al hacerlo con la computadora, que es un electrodoméstico, la performance no es la misma. Hemos usado computadoras, no estamos en contra. Nuestra primera grabación, "La Langosta", es todo una computadora salvo el bajo, o sea plug-ins de sintes y cajas de ritmo. En ese momento no teníamos ni un teclado, así que usábamos plug-ins bajados de Internet.

Siempre es conveniente aprovechar las herramientas que uno tiene a mano.
Yo creo que también tiene magia, pero nos es más cómodo hacerlo sin la computadora, que dicho sea de paso era una laptop muy barata que se colgaba y nos dejaba en banda cuando tocábamos en vivo, lo cual fue la principal razón para que la abandonáramos.