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Música

Rancho Shampoo: Masajes en las sienes con la flauta

Tu animal de poder no va a permitir que algo malo te pase... Si la flauta no lo ahuyenta.

Imagina a un punk con raíces plantadas mitad en California/mitad en México con amplio dominio de la flauta. Imagina ahora lo que podría tocar con ella… No, estás equivocado. Intenta de nuevo… Tampoco. Ahora intenta imaginarlo sentado en la pradera o refundido en una cueva invocando a sus ancestros y a los elementales con las notas de la flauta, una mordidita de hongo y alguna que otra maldición en cada receso de un temazcal. Si conseguiste crearte un par de imágenes mentales, tienes ya lo necesario para crear el gif animado de Rancho Shampoo, el proyecto mágico/có(s)mico/musical en el que Guillermo Estrada vierte todo el resentimiento anarcopunk que no descargó vía Los Nuevos Maevans, esta vez para desquitarse con nuestros oídos de todos los tuits que no le ha respondido Alejandro Jodorowsky o por las frases que no le ha retuiteado ("Tacto es la habilidad de tratar que el otro vea la luz, sin hacerle sentir el rayo", una de ellas), con tan mala fortuna que, lejos de provocarnos el repele, consigue convencernos de acompañarlo en su bad trip por una dimensión donde no será raro ver apilados en un tótem a Ennio Morricone, Les Claypool, Toro, Karin y Olof Dreijer, Fax, Juan Matus, Sébastien Tellier y, hasta abajo, los integrantes de Maniquí Lazer y Letters From Readers… Todos hasta el güevo y cantándole al abuelito fuego.

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Rancho Shampoo, "El vuelo del golondrino" (Indian Gold, 2013)

Cuentan que Rancho Shampoo tuvo que tomar la flauta cuando no consiguió dominar el canto de garganta, y vaya que se le dio la flauta. Con ella atrajo a músicos de Tecate y Mexicali (Rubén Alonso Tamayo, Rodo Ibarra, Hernán Franco, David Bautista Toledo, Julián González, Valentín Torres, Gerardo Montoya y Cristian Franco), quienes se volvieron sus adeptos, repitieron religiosamente sus rituales a la Madre Tierra en el Cerro Sangrado de la Panocha y luego formaron un grupo: la Indian Gold Orchestra. Más tarde, crearon El vuelo del golondrino, el disco debut de Rancho Shampoo en Static. Más que simple disposición de sonidos en nuevas maneras, su música debe ser vista y tratada como un túnel para cruzar las fronteras entre géneros y dimensiones. Y ahí abajo hay lo necesario para (des)organizar la realidad en coloridos fractales. Vamos, sin miedo. Tu animal de poder no va a permitir que algo malo te pase… Si la flauta no lo ahuyenta.

Puedes escuchar más de la música de Rancho Shampoo en la página de Indian Gold y Static Discos.

Sigue a Jesús Pacheco en Twitter: @peach_melba