Me fume un toque con Inspectah Deck y no me puso

Fotografía de Daniel Patlán

Anoche se llevó a cabo la fiesta por el 50 aniversario de la marca para ropa de patinetos Vans. La concurrencia fue masiva y en general dividida entre raperos atrapados en la década de los noventa y banda que quería ir a chupar gratis. El acto estelar fue un desnutrido Wu Tang Clan, con sólo cinco de sus nueve integrantes en el escenario. Para que se den una idea, fue un poco como si la selección mexicana jugara con el Pikolín Palacios los noventa minutos de un partido oficial.

Entre otras cosas, debido a una mala organización, después de escuchar parte de un concierto más bien aburrido, con un Wu-Tang desganado y un sonido terrible, me colé al backstage para intentar entrevistar a alguno de los miembros del Clan. Alguno de los que sí había llegado, claro.

Poco después de bajar del escenario, GZA e Inspectah Deck se pasearon por la pequeña área de hospitality del concierto. RZA, la mente maestra detrás del Wu Tang, se escabulló de inmediato a los camerinos y no supe más de él.

Fotografía de Manuel La Graneme Carrasco

Inspectah Deck se sentó en una de las mesas, se sirvió una viñareal o algún vino de calidad similar y se dispuso a forjar un toque. En ese momento me di cuenta que ante mí estaba a punto de presentarse una oportunidad única: la de compartir un gallo con uno de los fundadores del Wu. Pensé en mis nietos inexistentes y cómo esta podría ser el tipo de anécdota que quisiera contarles. Pensé en mis amigos y la cara que pondrían entre asombro y envidia cuando les contara. Pensé en mis discos del Wu y en las canciones que nunca escuché de Rollie Fingers (otro de los motes que usa Inspectah Deck). La oportunidad no podía ser subestimada.

Me acerqué al reconocido aficionado a los Gigantes de Nueva York y le comenté que había tenido la chance de verlos en vivo hace varios años y de ahí intercambiamos un par de frases. Nada que valga la pena mencionar. Después de varias caladas al porro y de que Inspectah Deck ahondara en la felicidad que le provocaba estar en la Ciudad de México y de cómo él y otros integrantes del Wu recorrían los 5 boroughs de Nueva York buscando fiestas a principios de los noventa, me di cuenta que no obtendría mucho más de nuestra conversación. Di un par de caladas más y me alejé al tiempo que un par de fans empezaban a incomodar al Rebel INS.

Me decepcionó el audio del lugar, me decepcionó la neurosis alrededor de las pulseras, me decepcionó que no vinieran GFK ni Rae (¡y que no avisaran!) pero todo eso es entendible y perdonable, en comparación con la gran decepción que me causó saber que Inspectah Deck fuma una marihuana tan chafa. No me puso.

Fotografía de Daniel Patlán

Manuel La Graneme Carrasco es el conductor en jefe de Scratchamama, hip hop por Ibero 90.9, y dueño de Discos Revancha. Síguelo en @graneme_OG