Este 2016 ha probado ser un año fructífero para la escena del rap, con algunos lanzamientos increíbles y que se han mantenido en alta rotación en los iPhones y reproductores de mp3 alrededor del mundo. Probablemente el que, bajita la tenaza, más ha merecido loas y más ha generado un diálogo a su alrededor es el regreso de uno de los más densos poetas del rap independiente, el neoyorquino Aesop Rock.The Impossoible Kid es el nombre de su placa 2016, la primera a su nombre desde Skelethon del 2012. El disco mantiene una estética indie y backpacker que caracteriza a Aesop. Lo interesante es que la oferta se siente perfectamente actualizada: es un disco que suena a hoy, no a lo que hacía hace diez años, aunque la línea de continuación trazada sea clara. Una demostración de escritura compleja y simetría en la entrega vocal que muy pocos seres humanos serían capaz de ejecutar con tal naturalidad y tal grado de expresividad.Para su debut en la tele de paga, este rapero con más de veinte años de carrera, escogió una de las mejores canciones de rap en lo que va del año, el track número 4 en The Impossible Kid: "Dorks". Lo más chingón de su aparición en The Late Show With Stephen Colbert, es que su banda de acompañamiento fue Yo La Tengo, demostrando que su posición en el panorama de la música independiente en Nueva York sigue siendo de poder. Huelga decir que la combinación es explosiva y merece una mayor colaboración entre ambos.
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