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Música

¿Por qué la posible desaparición de Soundcloud nos debe importar?

La plataforma de streaming sigue acumulando más pérdidas que ganancias y todo indica a que su fin está próximo.

Soundcloud, uno de los sitios donde más música se comparte de forma gratuita, está pasando por uno de sus peores momentos. De acuerdo a un reporte de Music Business Worldwide, la compañía está perdiendo más dinero del que ha generado durante el 2014. Aunque reportaron ganancias de $17.35 millones de dólares, las pérdidas son de $44.19 mdd (en 2013, sus pérdidas se reportaron en $29 mdd). En otras palabras, el futuro de Soundcloud no se ve bien, aunque hayan declarado lo contrario.

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Esto representa una situación alarmante para los amantes de la música, aunque no por los razones que muchos escuchas pensarían. A diferencia de Spotify, Apple Music y demás servicios, Soundcloud es más que un lugar para escuchar grandes cantidades de música. Fundado en Berlín en 2008, originalmente fue desarrollado para que algunos músicos pudieran intercambiar archivos y colaborar a larga distancia de manera más efectiva, y hasta hace poco ese ha sido su enfoque. No sólo ha sido una herramienta de composición, sino una manera de compartir instantáneamente música nueva con quien quisiera escucharla. Productores de hip-hop experimentan con diferentes beats y los comparten antes de agregarles letra; DJs mezclan sets antes de presentarlos en sus noches; gente con mucha curiosidad y deseo de explorar comienzan compartiendo mashups básicos para luego definir su estilo, mientras más seguidores están al pendiente de lo que hacen, compartiendo los links en blogs y redes sociales, o contactando a otros usuarios para hacer colaboraciones.

Soundcloud es un espacio en el que profesionales y amateurs están hombro con hombro, desde gente que lo hace por hobbie hasta Diplo y Kanye West. Aphex Twin ha compartido muchísimo material de archivo en SC, así como una enorme cantidad de productores más. El caso más famoso quizá ha sido el de Lorde, quien subió el demo de “Royals” a la plataforma y pronto acumuló shares y plays hasta llegar a fama internacional. Simplemente, si has estado envuelto en la música, seguramente ha sido imprescindible alimentar tu cuenta de Soundcloud, y como fan, estar al pendiente de lo que cada artista suba te mantiene descubriendo música como va sucediendo.

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Los problemas con la plataforma comenzaron cuando las compañías disqueras notaron muchas violaciones de derechos de autor en los archivos que se subían. Covers, mashup, remixes, DJ sets y demás transformaciones son muy comunes en Soundcloud. Aunque creativamente esto es muy rico, en términos de negocios el caso es opuesto, ya que los autores intelectuales exigen por contrato una compensación monetaria por sus creaciones. Así es como Soundcloud fue asediado, al igual que los sitios de file sharing y torrents, como un frente más a la piratería. Al contrario de casos como The Pirate Bay o Megaupload, SC —que rara vez es utilizado para compartir material comercial con fines de piratería— ha logrado entablar conversaciones con la industria disquera, cooperando al aplicar algoritmos para detectar música con copyright y quitarla inmediatamente, lo cual ha afectado a muchos DJs que comparten sets y mixtapes, provocando que emigren a sitios como Mixcloud. Así mismo, la industria disquera exige compensaciones monetarias a Soundcloud, por lo que el sitio ha tratado de monetizar su servicio con anuncios y limitando el número de plays en páginas de terceros. Hasta el momento, la gente se Soundcloud ha podido hacer tratos de licencias con Universal Music Group y Warner; por otro lado, no se ha podido finalizar un acuerdo con Sony.

2015 fue un año clave para el negocio del streaming de música. Con los lanzamiento de Apple Music y TIDAL, así como el crecimiento de Spotify y otros servicios, el streaming se ha convertido en la manera en que el negocio musical espera volver a tener grandes ingresos. A partir de 1999, cuando Napster forzó a las compañías disqueras a trabajar en línea, ha sido muy tormentosa la manera en que han tratado al internet, al intentar censurar y limitar a los escuchas en un principio. La llegada de iTunes a mediados de la década del 2000 probó que había manera de seguir haciendo negocio con la venta de música, pero esto no era suficiente. La industria discográfica está empeñada en regresar a tener un control más estricto sobre la comercialización de música (sin mencionar la manera de trabajo y promoción de los artistas) como en las épocas pre digitales.

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Los servicios de streaming, teniendo el poder de las disqueras multinacionales detrás de ellos, dictan mucho sobre las limitaciones de catálogo y disponibilidad, tratando de asemejar la compra venta de objetos con música dentro. Sin embargo, no hay marcha atrás e inclusive grandes artistas como Taylor Swift, Thom Yorke y Prince (quien borró toda su música de internet excepto en TIDAL) han alzado su voz para que su música sea tratada como ellos quieren. Aún así, no todos los artistas tienen el poder de ellos, artistas mundialmente reconocidos que generan millones de dólares al año. Los pequeños artistas también deberían entrar en la conversación, y es ahí donde una plataforma como Soundcloud puede tener un gran papel.

Para que la música (siendo arte y negocio) y el internet funcionen juntos efectivamente hay que examinar la relación a un nivel mucho más elemental en vez de tratar de imponer políticas de épocas de cuando el CD era rey. Para que exista la música como una profesión remunerada, así como todo lo que conlleva (grabaciones en estudios, management, promoción de conciertos y giras, artistas gráficos, fotógrafos, etc.) en épocas donde todo se puede encontrar de forma gratuita y sin esfuerzo, se necesita revisar desde el fondo lo que es necesario y lo que es superfluo para poder reestructurar leyes, distribución, contratos, etc.

Aunque este es un tema aún más amplio y escabroso, hay algo que queda claro: La música es un arte pero también un oficio; es algo que se va formando con tiempo y práctica, que disfruta de beneficios cuando se encuentran los colaboradores correctos o cuando se intenta algo diferente. Necesita libertad para cometer errores y para probar aciertos, y también necesita encontrar su público antes de que se pueda saber qué tan amplio mercado tiene y de qué manera se puede monetizar. Por estas razones es importante tener un espacio como Soundcloud.

La música sigue siendo un buen negocio y las grandes plataformas de streaming tienen esa misión clara. Es esencial que exista un espacio cuya misión principal sea pavimentar el camino de la música del futuro y no tener la presión de generar dinero o restringir su creación y acceso.

Cuando el internet comenzó a tener un papel importante en nuestro día a día, la interconectividad y las posibilidades globales fueron lo más discutido, lo que más se esperaba una vez que el futuro nos alcanzara. Probablemente en la mente de muchas personas, al pensar en estas posibilidades aplicadas al futuro de la música, imaginaban algo similar a Soundcloud. El tiempo que llevamos en este siglo hemos escuchado grandes fusiones, además de posibilitar una apertura a nuevos sonidos para escuchas tanto casuales como dedicados, y es gracias a espacios como Soundcloud que se ha logrado esto. Las posibilidades que brinda no deben ser ignoradas, sino integradas a la manera en la que haremos negocio con la música en el futuro.

Marcos Hassan tiene una banda, y su música está en Soundcloud. Síguelo en Twitter.