Las 14 escenas que hicieron de 'Game of Thrones' un éxito rotundo

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Game of Thrones

Las 14 escenas que hicieron de 'Game of Thrones' un éxito rotundo

Cómo la serie más importante de la televisión alcanzó el estrellato.

Todo el mundo tiene una teoría de cómo Game of Thrones se convirtió en una de las series más grandes de la televisión y todos están equivocados. "Tetas y dragones" podría parecer una combinación ganadora en retrospectiva, pero no es como si las series de televisión basada en fantasía tuvieran una larga historia de éxito. Tampoco es que Game of Thrones se volviera famoso de inmediato: El índice de audiencia de la serie era sólido cuando comenzó, pero desde entonces se ha cuadruplicado, un hecho que la ha convertido en un éxito rotundo.

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Game of Thrones no llegó de la nada para ocupar su lugar en nuestros corazones: se construyó, escena por escena. Para escribir mi libro 100 Things Game of Thrones Fans Should Know & Do Before They Die, me di cuenta de que estaba regresando con frecuencia a las mismas escenas que cuentan la historia de cómo Game of Thrones se convirtió en la inevitable sensación que es hoy en día. Algunas son escenas grandes, famosas y explosivas, pero la mayoría no lo son. Aquí están las escenas que hicieron que Game of Thrones se convirtiera en un éxito masivo, caro, polémico e inevitable.

1. La llegada del rey Robert (y Arya Stark)

Cuando Game of Thrones se estrenó, desde el inicio se enfrentó a la tarea monumental de presentar un mundo de fantasía completamente lleno de vida con una historia densa y casi 20 personajes. ¿De qué manera trascendió la serie esa confusión? Lo hizo de dos maneras, las cuales aparecen efectivamente en esta escena del piloto de la serie: Primero, mostró el valor de producción más alto posible. Claro, puedes darte cuenta de la pantalla verde detrás de Bran, ¡pero miren esos atuendos y trajes! Y la música es sin duda el mejor trabajo del compositor Ramin Djawadi en la primera temporada, ya que captura la grandilocuencia y la sutil amenaza de la visita del rey a Winterfell.

Pero esos elementos son inútiles sin una conexión emocional directa con los personajes, y Game of Thrones promovió a los personajes favoritos de los libros de tal manera que los espectadores se aferraron de inmediato a los mismos personajes que los lectores. Esta escena en particular se centra en Arya Stark (Maisie Williams), cuyos ojos grandes y curiosos al ver la llegada del rey la vuelven más convincente en esta escena que Bran Stark. Es posible que los espectadores no comprendieran en ese momento el impacto de la exigencia de Robert de ver la tumba de Lyanna, pero querían ver qué tipo de problemas iba a enfrentar Arya.

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2. Robert, Barristan y Jaime hablan sobre sus primeras muertes

Los primeros episodios de Game of Thrones tuvieron dificultad para atrapar totalmente a los espectadores, pero la serie realmente cobró impulso a la mitad de la primera temporada. La aceleración de la trama dejó claro por qué debíamos preocuparnos por los personajes de la serie, mientras ésta evolucionaba para convertirse en algo más que una adaptación de su material de origen. Así que si alguna escena sirve como punto de inflexión, es ésta en la que Robert, Barristan y Jaime hablan de sus primeras muertes. Los tres son personajes moderadamente importantes en los libros, pero la escena fue creada enteramente para la serie de televisión. La serie se toma algunos minutos para que podamos conocer mejor a estos hombres, lo que demuestra la confianza de los productores para contar la historia de Game of Thrones en su propia manera. Esto no siempre funciona en las temporadas posteriores, pero es una parte necesaria del desarrollo de la serie.

3. Osha predice el destino de Robb Stark

Robb Stark es uno de los buenos. El hijo perfecto de un gran señor, honorable, sabio para su edad, y entiende la amenaza de los Lannister lo suficiente como para convocar a sus vasallos y marchar al sur en nombre de su padre. Pero Robb no escucha a Osha, la mujer Wildling que huyó al sur para escapar de los White Walkers. Al final de la primera temporada, ella le dice a Bran que intentó convencer a Robb de marchar hacia el norte en lugar de hacia el sur para luchar contra el ejército de los muertos en lugar de los Lannister. Osha tiene razón, y al ver a los muertos vivientes como la peor amenaza en la primera escena de la serie, los espectadores saben que tiene razón.

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Pero Robb no lo sabe; no puede saberlo. Su tragedia es que su concepto de hacer lo correcto —tratar de liberar a su padre y derrotar a los Lannister— está totalmente ligado al estúpido mundo patriarcal y feudal de Westeros, del que no puede salir. Si hubiera escuchado a Osha y se hubiera quedado en el Norte, él y su ejército la habrían pasado mejor. Pero no pudo, y por eso uno de los temas centrales de Game of Thrones está encarnado en esta escena: Las mejores personas toman las peores decisiones porque no pueden concebir otras opciones más allá de las posibilidades de sus terribles sociedades.

4. Varys le cuenta a Tyrion un acertijo sobre el poder

Cada final de la temporada de Game of Thrones ha obtenido mejores índices de audiencia que su estreno, y casi todos los estrenos tienen índices más altos que el final anterior (la sexta temporada de la serie es la excepción). Es un show que ha generado emoción a medida que progresa, un elemento que no estaba garantizado después de la muerte de Ned Stark (Sean Bean) durante la primera temporada.

Por lo tanto, en el trailer de la segunda temporada, HBO utilizó música de Florence and the Machine para ambientar uno de los monólogos más famosos de los libros: Varys le cuenta a Tyrion un acertijo sobre el poder. El trailer nos mostró a Tyrion, interpretado por el recién ganador del Emmy Peter Dinklage, como el nuevo personaje central de la serie, y también afirmó que la adaptación de las novelas seguía en marcha.

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5. Davos pide que suenen los tambores

Otro gran riesgo que Game of Thrones enfrentó en su segunda temporada fue que se basó en A Clash of Kings, un libro que es más transicional que climático. El conflicto más grande en el libro es la Batalla de Blackwater, la lucha crítica de la Guerra de los Cinco Reyes donde Stannis Baratheon dirige a sus ejércitos contra los Lannister en King's Landing. Es un asunto importante, ya que invirtieron varios episodios en prepararla, y su llegada anuncia el primero de los episodios de grandes batallas de Game of Thrones.

"Blackwater", dirigido por Neil Marshall de The Descent, se convirtió instantáneamente en uno de los más grandes y mejores episodios de Game of Thrones. Marshall establece magistralmente las apuestas personales y políticas de la batalla a través de una serie de escenas tranquilas pero cada vez más tensas. La tensión tiene que romperse en algún momento, y lo hace brillantemente en esta simple escena en la que Davos habla con su hijo antes de pedir que suenen los tambores. El ejército de Stannis anuncia su presencia, suena la banda sonora de Ramin Djawadi, y las cosas se ponen explosivas. Esta capacidad de hacer una transición sin problemas entre las escenas de diálogo tenso y las escenas explosivas se convirtió, posiblemente, en la mayor fortaleza de la serie.

6. Jaime pierde la mano

Game of Thrones es sórdido: una historia de eventos cada vez más absurdos que le suceden a personajes exuberantes. La serie (y hasta cierto punto, los libros) no siempre entiende esto, ya que alterna entre un estilo de producción dramática de época y una celebración de la miseria. Esta escena en particular —en la que Jaime Lannister aparentemente convence a Locke, un secuaz de los Bolton, de no violar a Brienne, sólo para perder su mano debido a un acto impulsivo de Locke— no es un buen compromiso.

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Es una de las escenas más extrañas de todo Game of Thrones, porque inmediatamente después de la mutilación violenta, aparecen los créditos con una versión ruidosa de la canción de "The Bear and the Maiden Fair", interpretada por la banda de rock Hold Steady. Las guitarras eléctricas no estaban representadas previamente en la serie, pero aparecen al final vociferando. No es una coincidencia que en la tercera temporada de Game of Thrones —en la que sale la Boda Roja, sin duda el evento más oscuro e impactante de toda la historia— hubiera una inclinación hacia un lado divertido.

7. La toma de Astapor

Esa gran tercera temporada demostró que había aprendido magistralmente las lecciones de "Blackwater". La serie desplegó una amplia gama de cambios en el tono de manera consistente y confiable, sacando provecho de una escritura, una actuación y un valor de producción sólidos para contar su historia cada vez más intensa. La confianza que construyó la serie eventualmente se volvería en su contra en el futuro, pero lo más destacado de la tercera temporada demostró que funcionó por algún tiempo.

Es curioso recordar que la escena de la gran batalla de la primera temporada fue cortada, dada la fama de la serie por la construcción de enormes escenas bélicas. Mi favorita de éstas es la toma de Astapor, en la que Daenerys Targaryen desata su plan para traicionar a los esclavistas de la ciudad y ganar un ejército sin costo alguno. Emilia Clarke nunca se había visto mejor, mientras mira con un gesto de burla a todos los que dudaban de ella. La violencia que sigue no es del tipo sombrío y oscuro por el que se ha hecho famosa la serie, sino más bien la liberación catártica de la revolución. En este momento, los constantes giros de la trama transmiten un sentimiento de "todo es posible" que realmente introduce un momento de esperanza.

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8. Jamie y Brienne en los baños

Las dos escenas anteriores son divertidas, pero no cuentan la historia completa de lo bien que Game of Thrones funcionaba en su apogeo. Las escenas explosivas y los momentos impactantes requieren una sólida labor de desarrollo de personaje, otra área en la que la tercera temporada brilla intensamente. Al adaptar la mitad relativamente sin incidentes de A Storm of Swords, la temporada realmente nos da espacio para reducir la velocidad y respirar. (Consideren la lentitud con la que se presentan los Tully, en comparación con el vertiginoso mapa de Westeros que se presenta en las siguientes temporadas.) Sin duda, la mejor de estas escenas centradas en personajes está en "Kissed By Fire", mi episodio favorito de la serie. Brienne y Jaime sólo se sientan en los baños y hablan. Hay un poco de desnudez, pero está desexualizada en gran parte durante un largo y tranquilo monólogo donde Jaime cuenta cómo adquirió el apodo de "Kingslayer".

Todo en esta escena realza el peso de la historia en Game of Thrones, ya que complica lo que pensábamos que ya sabíamos sobre Jaime; incluso la ubicación de la escena, los baños de Harrenhal, ayuda a ampliar nuestra comprensión de lo cómo son los baños y la sociedad de Westeros en general. Escenas como esta son la verdadera fuente de la popularidad de la serie, independientemente de cuántas Bodas Rojas o Batallas de los Bastardos acaparen toda la atención.

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9. La escena del abuso sexual de Jaime a Cersei

La cuarta temporada de Game of Thrones fue muy esperada por fans y críticos, y su magnífico estreno "The Lion and the Rose" cumplió con las expectativas. Pero una sola escena del tercer episodio, "Breaker of Chains", provocó una controversia ineludible y convirtió a la serie en la fuente generadora de artículos de opinión en la que se ha convertido actualmente. La escena en cuestión ocurre en el funeral del horrible Rey Joffrey, mientras sus padres —los incestuosos Jaime y Cersei Lannister— están de luto. Lo que sigue es una escena que la mayoría de la gente interpreta como una violación, que se convirtió en un gran problema por varias razones.

En primer lugar, Jaime se había convertido en uno de los mejores personajes de la serie, su arco redentor estaba tomando forma cuando impidió la violación de Brienne. En segundo lugar, la escena en cuestión no fue retratada como violación en la novela, por lo que parece que la serie sólo quiso impactar a su público. En tercer lugar, el director Alex Graves contradijo lo que la mayoría de nosotros había visto, alegando que no tuvo la intención de filmar la escena de esa manera. La confusión y la respuesta negativa hicieron que dos de las mayores bases de seguidores de Game of Thrones, los fans de la fantasía y los críticos de televisión, se pusieran en contra de la serie, y su aclamación de la crítica no ha estado a la par de su creciente popularidad. La serie dio paso a la controversia en lugar de a la calidad, una tendencia que culminó un año más tarde con una escena similar que causó que un medio geek dejara de cubrir la serie por completo.

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10. The Mountain y The Viper

Incluso a medida que se hizo más controvertido, Game of Thrones nunca falló en proporcionarnos un gran espectáculo. El final de la cuarta temporada presenta la escena del mejor duelo de la serie, entre The Mountain y The Red Viper. En un nivel técnico y narrativo, es uno de los mejores duelos que he visto en pantalla: Oberyn, usando su maestría escénica para provocar reacciones, lucha simétricamente y con elegancia; Gregor, que sólo está interesado en ganar, rompe esa belleza tanto como es posible.

La cuarta temporada en su conjunto está llena de estos espectáculos masivos, hermosos, hasta el punto donde parecía que la serie sólo existía para crear estas grandes escenas. Este momento en particular planteó la cuestión de que, después de la tragedia masiva de la Boda Roja, la muerte de Oberyn parecía ser poco más que la destrucción de una esperanza recién construida. Si bien no estoy de acuerdo personalmente (la muerte de Oberyn conduce a una vía más directa para el castigo de Tywin, el mayor villano de la serie), Game of Thrones fue visto como un show que, aunque técnicamente es de máxima categoría, existía principalmente para infligir crueldades a sus personajes y espectadores, incluso si esas crueldades nunca se han visto mejor.

11. Arya mata a Meryn

Esa narrativa se vio realzada por la quinta temporada de la serie, que logró adaptar las partes más oscuras de las novelas y de alguna manera las hizo aún más desagradables. Mientras que gran parte del oprobio se centra en la violación innecesaria de Sansa a manos de Ramsay Bolton, la temporada es demasiado oscura, y culmina en dos episodios de crueldad implacable. Desde una perspectiva narrativa, hay muchas escenas ejemplares de la oscuridad de la temporada cinco, pero, estéticamente, la que se queda en mi mente es cuando Arya asesina a Ser Meryn Trant.

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Es lo opuesto a la toma de Astapor por parte de Dany, un acto de violencia justificada que es visto como el comienzo de una nueva era de heroísmo. El burdel de Braavos es brutalidad pura, construida sobre la venganza, la prostitución infantil y el abuso. No es un momento catártico, ni tampoco es una secuencia de acción impresionante, sólo es desagradable de ver. Quizás los productores quisieron que los espectadores creyeran que siempre es más oscuro antes del amanecer; tal vez querían castigar a los espectadores por encontrar otras partes de la venganza de Arya tan entretenidas. Sin embargo, junto con la caída de Stannis, la traición a Jon, el asesinato de Myrcella, y muchas otras cosas, la venganza de Arya contra Meryn Trant define la quinta temporada de Game of Thrones.

12. Brienne jura ante Sansa

La sexta temporada de Game of Thrones fue dramáticamente diferente de las temporadas anteriores de dos maneras críticas. Fue la primera temporada que no se basó principalmente en los libros existentes, y en segundo lugar, después de las crecientes críticas a las temporadas anteriores, los productores Benioff y Weiss afirmaron que habían escuchado la crítica y habían hecho ajustes. Estos cambios fueron aparentes a los 20 minutos del inicio de la temporada, con el rescate de Sansa y Theon a manos de Brienne y Podrick, lo que hizo brotar un tono de heroísmo puro que el resto de la temporada continuó (salvo algunos desvíos, por supuesto). Trazar este camino fue un movimiento arriesgado para Game of Thrones, que construyó su éxito al subvertir los tropos de la fantasía. Pero incluso si una batalla directa contra el mal no es la conclusión más inteligente y satisfactoria, el juramento de Brienne a Sansa (como lo había hecho con Catelyn) fue increíble.

13. Jon saca su espada

Los preparativos de la sexta temporada para el final de la serie también se centraron en resaltar los dos héroes fantásticos más tradicionales de Game of Thrones: Jon Snow y Daenerys Targaryen. El enfoque en Jon no siempre ha funcionado, en parte porque Kit Harington no ha demostrado un rango emocional tan amplio como actor. Para lo que Harington es bueno, sin embargo, son las secuencias de acción, algo que Game of Thrones ha decidido que es su razón de ser en las últimas temporadas. En "The Battle of the Bastards", que arrasó con los Emmy, esto se destila en un solo momento: Jon Snow, mientras se está lamentando de la muerte de su hermano, a punto de enfrentarse al ejército Bolton, saca su espada. Una sola imagen define el camino hacia el desenlace de Game of Thrones: Nuestros héroes enfrentándose al mal.

14. El golpe de Cersei

Este artículo abrió con la discusión sobre la importancia del valor de producción para la popularidad temprana de Game of Thrones. La serie siempre se vio y sonó fantástica, hasta el punto donde era fácil darlo por sentado. Pero en esta escena de los primeros minutos del final de la sexta temporada, Game of Thrones volvió a concentrarse en su calidad estética, ya que dejó que dos de sus empleados más creativos dieran rienda suelta a su imaginación: la diseñadora de vestuario Michelle Clapton y el compositor Ramin Djawadi, que entregaron su producción más notable para el golpe de Cersei Lannister que le concede el Trono de Hierro.

El diseño de Clapton para el vestido de Cersei incorporó el estilo de su padre y la mano de su hermano en el look de la reina, y Djawadi teje melodías de diferentes maneras a lo largo de su banda sonora. Uno de los problemas con Game of Thrones es que sus episodios pueden sentirse iguales; vemos qué ocurre con cada uno de los personajes principales en todo el mundo, todo se ve genial, tal vez suceden algunas cosas interesantes, y continuamos nuestro camino. Se necesita algo especial para romper el molde y obligar a la gente a prestar atención. A pesar de sus altibajos, Game of Thrones siempre ha tenido el potencial para ser la serie más impresionante de todas. A medida que se encamina hacia un clímax masivo, sabe que siempre puede confiar en su capacidad de generar un gran espectáculo.

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