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Cultură

Un estudio descubre cómo cortejaban los dinosaurios

"Mira mi gran capacidad para escoger territorio y hacer nidos: todo esto puede ser tuyo si aceptas aparearte conmigo".

Este artículo fue publicado originalmente en_ Broadly_, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

El sexo oral era indispensable incluso en el Cretáceo. Bueno no pero, metafísicamente, podría decirse que los dinosaurios ligaban. Este es el nuevo descubrimiento, explicado con otras palabras, de un estudio reciente publicado en la revista científica Scientific Reports la semana pasada. Con base en el descubrimiento de huellas de arañazos en la piedra arenisca de Dakota, una formación rocosa que data de hace 100 millones de años, la Universidad de Colorado, el paleontólogo Martin Shockley y su equipo hicieron algo que muy pocos científicos que estudian dinosaurios tienen la oportunidad de hacer: teorizar sobre la conducta sexual de los dinosaurios.

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"Es difícil determinar la conducta porque esas cosas rara vez se fosilizan", dijo Lis Buckley, coautora del artículo y paleontóloga en el Centro de Investigación Paleontológica de la Región de Peace en Columbia Británica, Canadá. "Con los esqueletos podemos obtener un poco de información sobre el comportamiento. La forma en que se mueven los huesos, en que se conectan los músculos con los huesos y el tejido blando preservado (plumas, piel, etcétera) nos da una idea de lo que era posible, aunque la forma no siempre es igual a la función o a veces una forma puede tener múltiples funciones".

Con estas dificultades, los paleontólogos examinan a los animales modernos, sus huellas y sus motivos para dejarlas. Después las comparan con las huellas fosilizadas. "Es nuestra mejor línea de evidencia al tratar de descifrar el porqué de una huella", dijo Buckley.

Ese fue el proceso que se siguió en esta ocasión. Las huellas de arañazos en la piedra arenisca de Dakota consisten en arañazos que son similares a las huellas de "nidos falsos" que dejan las aves. Las 60 huellas de arañazos descubiertos por Shockley y su equipo son la primera evidencia fósil de su tipo, e indican un comportamiento de cortejo en los dinosaurios que consistía en un ritual de danza por parte de los machos para obtener hembras que estuvieran de acuerdo en hacer un nido con ellos. Los arañazos miden varios centímetros largo y ofrecen pruebas de la selección sexual en los dinosaurios no relacionados con las aves, algo que los investigadores aún no han sido capaces de discernir.

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Mira mi gran capacidad para escoger territorio y hacer nidos: todo esto puede ser tuyo si aceptas aparearte conmigo.

Si esto no te suena a un ligue, déjame decirte que también fue una decepción para mí. Aunque no te suene como lo que haces antes de coger, Buckley dice que esa no es una forma productiva de pensar en términos evolutivos. "Es un ligue porque permite a los individuos comunicar que están preparados para el siguiente paso: el apareamiento", señaló.


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El estudio señala que estas huellas de arañazos también podrían ser restos de cuando los animales rascan en el suelo en busca de comida. También es posible que sean evidencia de un nido real. Pero Buckley dice que estas hipótesis no son tan convincentes como las del ritual de cortejo. "En ninguna de las excavaciones para buscar alimento que he visto de los animales salvajes en el noreste de la Columbia Británica se preservan los arañazos de las garras. Usualmente el animal (oso, venado, alce, etcétera) las revuelve y las aplana para extraer raíces o invertebrados. Además, la roca donde se encontraron las huellas de arañazo de dinosaurio es bastante estéril en lo que respecta a otras señales de vida: hay muy pocos rastros de raíces preservadas y no hay madrigueras de invertebrados en la capa donde están los arañazos". Buckley dice que los arañazos que encontraron no coinciden con los nidos de dinosaurio fosilizados, que son más circulares que los huevos alargados hallados en la piedra arenisca de Dakota.

Sin embargo, hay animales que lo llevan mucho más lejos. Un estudio realizado en 2013 reveló que los murciélagos dayak macho hacían cunnilingus para prolongar el sexo; además, los murciélagos macho probablemente eran feministas porque el sexo oral duraba mucho más que la penetración: en promedio, un murciélago empezaba con un minuto de oral seguido de 15 segundos de coito y luego dos minutos y medio de más oral. También se sabe que las hienas y los chimpancés pigmeos practican el sexo oral. (Muchas especies practican la autofelación porque reduce la probabilidad de contraer ITS después del apareamiento.)

Entonces, ¿cómo se comportaban los dinosaurios, que ya tienen un aspecto un tanto ridículo, cuando estaban listos para coger? Tal vez los dinosaurios hembra no eran tan afortunadas como los murciélagos dayak hembra pero al menos disfrutaban de un espectáculo interesante. "En las aves existentes, como los caradrinos, los machos buscan un área cómoda para hacer la danza, se agachan y utilizan sus pies para arañar y patear el sedimento hasta formar un surco alargado y poco profundo", explicó Buckley. "Lo hacen para marcar su territorio y para decirle a la hembra 'Mira mi gran capacidad para escoger territorio y hacer nidos: todo esto puede ser tuyo si aceptas aparearte conmigo' . Los machos tenían que hacer múltiples arañazos y tolerar muchos rechazos antes de que una hembra los escogiera".