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Cultură

La confusa ciencia de manejar pacheco

Manejar un vehículo motorizado de más de dos toneladas en avenidas públicas, bajo la peligrosa influencia de cualquier sustancia psicoactiva, desde opio hasta oxicodona, no es ilegal, es inmoral.

Foto via Flickr / CC.

Empecemos por una premisa muy simple e irrefutable:

Manejar un vehículo motorizado de más de dos toneladas en avenidas públicas, bajo la peligrosa influencia de cualquier sustancia psicoactiva, desde opio hasta oxicodona, no es ilegal, es inmoral.

El truco, cuando se trata de fumar mariguana y conducir, involucra determinar lo que “peligrosa influencia” significa. El pacheco promedio te dirá que no existe tal cosa. Una encuesta reciente realizada por el gigante de los seguros, Liberty Mutual, encontró que entre los adolescentes que admiten conducir tras consumir cannabis, más del 70 por ciento autoreportaba no sentir ningún efecto negativo en su competencia al volante; 34 por ciento creían, por dudoso que esto suene, que drogarse incluso mejoraba su desempeño.

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Mientras tanto, al menos diez estados en EU imponen penas muy severas a quienes muestren rastros de THC durante un examen de tránsito, incluso la presencia de metabolitos inactivos que se pueden detectar hasta un mes después de uso. En febrero, la corte de apelaciones del estado de Arizona llegó a restablecer la condena (revocada por una corte inferior) a un hombre acusado de manejar bajo la influencia de la mariguana, a pesar de un examen de sangre que demostraba lo contrario. Una decisión orwelliana que confirma la cero tolerancia en Arizona: “una prohibición legislativa se extiende a todas las sustancias, puedan estar producir alguna discapacidad o no”.

La Suprema Corte de Michigan, por otro lado, declaró la semana pasada que los consumidores de mariguana medicinal gozan de una exención limitada de las políticas de cero tolerancia. Aunque manejar bajo la influencia sigue siendo ilegal bajo cualquier circunstancia, la corte decidió que la sola presencia de THC en la sangre u orina de un paciente debe ser considerada como una forma legal de “posesión interna”. La ley del estado permite la portación de hasta 2.5 onzas de cannabis, y actualmente no cuenta con guías para determinar el nivel de discapacidad. La corte exigió a los legisladores avanzar pronto para crear un estándar universal similar al utilizado para el alcohol.

Esto suena inminente y razonable, hasta que empiezas a estudiar la ciencia detrás de conducir pacheco, incluyendo un número significativo de estudios académicos con resultados que van desde lo confuso hasta lo contradictorio. Por ejemplo, según un meta análisis ampliamente reportado, y publicado en el British Medical Journal, el consumo de mariguana una hora antes de manejar, duplica el riesgo de un accidente automovilístico serio. Pero un estudio posterior en la revista Accident Analysis and Prevention asegura que esa cifra es exagerada, y comparó el riesgo con el de usar antiestamínicos o penicilina. Aunque un reporte de 2009 de la Biblioteca Nacional de Medicina de EU concluyó que, aunque “estudios cognitivos sugieren que el uso de cannabis podría elevar el riesgo al conducir, estudios experimentales sugieren que puede tener el efecto contrario”.

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Y si todavía no estás confundido, te presento este otro estudio que muestra que el uso generalizado de mariguana medicinal mejora la seguridad pública. Más que nada porque el acceso legal al cannabis lleva a un número considerable de conductores a fumarse un porro en lugar de tomar cerveza, una elección relativamente más segura que puede salvar muchas vidas.

Hace algunos años, una reportera de la BBC se sometió a un serie de condiciones de manejo bajo la influencia.

“En particular, encontramos que el número de decesos por accidentes de tráfico cayó casi 9 por ciento tras la legalización de la mariguana medicinal”, concluyó el profesor Daniel Rees de la Universidad de Colorado y el profesor D. Mark Anderson de la Universidad del Estado de Montana. Esto podrá sonar contra intuitivo en principio, pero en realidad refleja un dato que se mantiene en todos los estudios: los conductores ebrios son mucho más peligrosos que los pachecos; el consumo de alcohol eleva 17 veces el riesgo de accidentes, según la Agencia de Transporte y Seguridad Carretera de EU (NHSTA).

El mismo estudio de la NHSTA agrega que los exámenes de sangre para medir el THC, incluso el THC “activo”, no evalúan con precisión el deterioro de las capacidades en todos los casos, y encuentra que es “difícil establecer una relación entre el nivel de THC en la sangre de una persona y el deterioro de su desempeño… los conductores con una alta concentración mostraron un deterioro considerable, pero también hubo alguno de no demostraron deterioro alguno, e incluso mejoría”.

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La razón principal de estas fluctuaciones tan grandes parece ser que los consumidores regulares de cannabis no experimentan los efectos de la droga del mismo modo que los consumidores poco frecuentes o ingenuos. En 2010, la revista científica Psychopharmacology publicó un estudio para evaluar las habilidades motrices, cognitivas y el procesamiento de dos tareas simultáneas, en el cual los autores concluyen que “los consumidores frecuentes de cannabis desarrollan una tolerancia a los efectos negativos del THC en su desempeño neurocognitivo”. Mientras que un estudio de 2012 en el Journal of Analytical Toxicology confirma un “deterioro mínimo en el desempeño de habilidades psicomotrices relacionadas con el manejo de un auto en usuarios crónicos de cannabis”.

¿Decir que uno “fuma mota todos los días” es una buena defensa en corte?

El acceso LEGAL al CANNABIS lleva a que un número significativo de conductores fume mota en lugar de tomar cerveza, una elección relativamente más segura que puede salvar muchas vidas.

“Muchos consumidores frecuentes de mariguana medicinal sienten que nunca podrán volver a manejar de forma legal”, me informa el abogado de defensa criminal en Colorado, Sean McAllister. “Y por desgracia tengo que decirles que quizá tengan razón”.

Como fundador de Sensible Colorado, y copresidente del subcomité oficial “Conducir bajo la influencia de drogas” de la legislatura del estado, McAllister lleva años luchando contra los límites impuestos. Su subcomité, asignado por el gobernador, se reunió durante seis meses para estudiar la ciencia, incluyendo entrevistas con líderes globales en el tema, antes de llegar a un bloqueo en 2011 del cual no pudo salir ninguna recomendación oficial.

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Pero a pesar de ganar el 90 por ciento de los casos, los abogador del distrito de Colorado continúan presionando por un estándar que McAllister considera ridículamente injusto.

“Básicamente cambia la presunción de inocencia por un presunción de culpabilidad. Para hacer eso, en un país donde se supone eres inocente hasta que se demuestre lo contrario, la ciencia necesita ir más allá de cualquier duda razonable. Y no lo ha hecho”.

VIDA DE-FACTO

La legalización de la mariguana está echando raíces rápidamente en dos estados, y parece que se esparcirá como el fuego en el futuro cercano, la pregunta de cómo determinar de manera eficiente el nivel de deterioro nunca fue tan urgente, o controversial. En Washington, la iniciativa de voto para la legalización fue aprobada en noviembre pasado, estableciendo un límite de 5 nano gramos de THC activo por mililitro de sangre, después del cual los conductores enfrentan un cargo de-facto por conducir bajo la influencia. La iniciativa para la legalización en Colorado no contiene dicho lenguaje, pero los legisladores del estado aprobaron recientemente una ley similar a la de los 5 nano gramos, aunque su versión da a los individuos el derecho a apelar el caso en una corte para argumentar que su desempeño no se encontraba deteriorado.

La legislatura de Colorado tomó una versión de esa misma legislación seis veces en los últimos tres años, antes de aprobarlo a petición del gobernador John Hickenlooper. Más dramáticamente, en 2011 la ley parecía estar perfilada para su aprobación cuando el reseñista de mariguana medicinal local, William Breathes, del periódico Westword de Denver, se hizo un examen de sangre “después de una noche de sueño y sin fumar durante quince horas”. Cuando los resultados arrojaron un nivel de THC activo de 13.5 nanogramos, casi tres veces el límite impuesto, la ley fue frenada temporalmente. Desde entonces, otros consumidores frecuentes han hablado de experiencias similares.

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Éste soy yo con un guato de Congoleña Roja, un híbrido sumamente cotizado.

Sin embargo un estudio de 2009 publicado en la revista Addiction, examinó a 25 usuarios crónicos de mota durante una semana de abstinencia monitoreada, y encontró que sólo un sujeto excedía los 5 nanogramos de THC activa por mililitro de sangre en cualquier momento, y eso fue el primer día del estudio. Es probable que se haya fumado un porro (uno de los cuatro que reportó fumar diariamente) en el estacionamiento, justo antes de registrarse.

Según el proyecto pro-legalización Marijuana Policy, que se opone a las leyes de-facto, “Según la dosis, el THC suele alcanzar concentraciones de más de 100 nanogramos por mililitro cinco a diez minutos después de su inhalación y cae rápidamente a entre uno y cuatro nanogramos por mililitro dentro de las siguiente tres a cuatro horas”.

Esto no me hace dudar de los resultados de William Breathes en lo absoluto, sino aumentar mi curiosidad sobre el nivel de THC que corre por mis venas.

PRUEBA 

Después de programar un examen de sangre de metabolitos activos e inactivos de THC, decidí abstenerme durante 14 horas antes de enfrentarme a la aguja. Después consideré con mucho cuidado una decisión mucho más importante. Qué, y cuánta fumar justo antes de este periodo de abstinencia. Por supuesto, tendría que ser algo excepcional. Después de todo, he fumado algunas madres estúpidamente fuertes en mi tiempo, y mucha, y ninguna me ha dejado sintiéndome inferior al día siguiente. En lo más mínimo.

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Así que del fondo de mi archivo personal, seleccioné una magnífica cepa de Congoleña Roja, un híbrido africano, mexicano y afgano con 19.96 por ciento de THC. Entre las 8:30 PM y mi último “toque oficial” a la 1:30 AM, me rolé cinco porros del tamaño del que aparece en la foto, y me fumé tres cuartas partes de cada uno; el resto lo compartí con mi esposa.

A las 3:38 PM del día siguiente, después de una buena noche de sueño (está bien, una gran noche), un jugo de desayuno, y una hora de basquetbol, tuve una experiencia surreal: un examen de drogas sin tener que preocuparme por el resultado. Fuera de un ligero piquete, y ver mi propia sangre, todo transcurrió sin problema.

Pero durante los cinco días de espera para mis resultados, algo espantoso cayó sobre mi conciencia. Si no puedo fumar hierba con mi esposa un viernes por la noche con un capítulo de Arrested Development, y manejar al día siguiente, entonces millones de “fumadores crónicos de cannabis” (¡como yo!) seguiremos viviendo en miedo, perseguidos por un crimen sin víctimas, incluso después de la “legalización”.

Yo otra vez, dando una muestra de sangre.

“Cuando tienes un nivel de alcohol de.08, estas bajo la influencia y tu desempeño está deteriorado. No importa si eres alcohólico o es tu primera vez”, dice McAllister. “La diferencia con la mariguana es que cualquier podría estar sobre el límite de los 5 nanogramos 24 horas después de consumir. Y ningún experto en el mundo te diría que esa persona sigue bajo los efectos. Lo que implica que esta agenda política para reducir el número de nanogramos en nombre de la seguridad pública sacrificará a miles de inocentes. Y así no es como funciona nuestro sistema de justicia”.

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En este momento, más de 800,000 usuarios de mariguana corren el riesgo de ser arrestados por simple posesión. El dulce sabor del cambio está en el aire, y no es difícil imaginar que ese número se reducirá significativamente en la próxima década. Pero después de 75 años de una guerra contra la mota, no es difícil ver el otro lado del tablero y anticipar la siguiente jugada de los prohibicionistas.

La Oficina Nacional de Política para el Control de Drogas de la Casa Blanca actualmente “fomenta una mayor respuesta legal de los estados” a conducir bajo la influencia, “como leyes de ‘cero tolerancia’”, a pesar de que el líder de la ONDCP Gil Kerlikowske una vez admitió: “Habré muerto, y muchas personas más, de causas naturales, antes de conocer los niveles de deterioro de la mariguana. La carrera ya empezó por la búsqueda de pruebas más rápidas y menos invasivas de THC, probablemente con muestras de saliva que den una lectura en minutos. Esto sería una bendición si el estándar legal que lo respalde es capaz de evaluar el deterioro, pero de lo contrario será una pesadilla.

Según Paul Armentano, director de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de la Mariguana, a pesar del “discurso” de la administración Obama sobre el tema, la verdadera batalla será a nivel estatal.

“Los legisladores estatales reconocen que el público desea un discurso serio sobre cómo regular el cannabis y su consumo", me dijo Armentano. "Pero proponer leyes per se para cannabis es un intento por manipular los estándares de seguridad de tránsito para castigar legalmente un comportamiento protegido por parte de aquellos que no representan ninguna amenaza de seguridad real”.

¿LEGAL, O SUCIO?

Cuando mi doctor me contacta con los resultados, suena impresionado de que tenga 35 nanogramos de Delta 9 Carboxy THC en cada mililitro de mi sangre. Ese es metabolito, el que se pega durante un mes. Y no hace falta decir que estoy 35 nanogramos sobre la línea de cero tolerancia del estado.

Pero la buena noticia es que 2 nanogramos de Delta 9 THC “activo” después, me siento en perfectas condiciones para manejar en Colorado o Washington. Sólo no sé en que momento de esas 14 horas de abstinencia caí bajo el umbral de 5 nanogramos. Y aunque lo supiera, no puede garantizar el mismo resultado en el futuro.

Lo que me da una idea para un nuevo negocio. Un servicio de taxis que te recoge con dos pizzas y te lleva a casa.

David Bienenstock fue reportero para el High Times y es el autor de Legalized It!.