'Chicharito', el hombre que nos ha hecho millonarios

Recuerdo perfectamente la mañana en que en medio de la enorme sorpresa, el Manchester United anunciaba el fichaje de Javier Hernández. Me parece que nunca antes habíamos recibido una sorpresa tan de golpe. La llegada de 'Chicharito' a Inglaterra fue diferente a la de Hugo Sánchez al Atlético de Madrid pues su transferencia se había ido cocinando con tiempo. En el caso de Rafael Márquez, prácticamente al acabar su primera temporada con el Mónaco iniciaron un mundo de rumores que lo colocaban, entre otros sitios, en el Real Madrid, Juventus, Inter de Milán y por supuesto, el Barcelona, sitio donde acabó fichando.

Javier Hernández fue un tipo distinto desde el inicio, un modelo del mexicano que todos nosotros queremos ser. Además de ser una estrella, tenía esa luz para conseguir lo que quisiera: era educado, bien parecido, sufrió el fracaso y con base en él llegó al éxito. Era un tipo imitable, y para nosotros los medios, sedientos de números y viviendo en un mundo de una tremenda competencia, una oportunidad inigualable para subirnos a lo que hoy todos llaman el famoso 'Tren del mame'.

La historia pudo ser corta, de hecho, muchos y me incluyo, lo pensamos. Pero no fue así. En su primera temporada, la que imaginábamos que iba a ser de transición y adaptación, acabó siendo la que hasta ayer era, su mejor campaña en Europa. Nuestro espejo en la vida triunfaba en Europa y nos demostraba que el fracaso era una simple palabra que con voluntad y trabajo se podía olvidar. Chicharito fue desde el primer día, el futbolista que enamoró a México con sus goles y su sencillez.

Ante esto, los medios de comunicación nos enganchamos. Si Javier Hernández fuera una fruta, sería un limón al que nunca se le acaba el jugo. Cuando creemos que lo explotamos lo suficiente, siempre saldrá un poco más para que podamos vender.

No es necesario haber entrevistado alguna vez a Javier Hernández. Quienes alguna vez tuvimos la oportunidad de hacerlo, sabemos que es uno de los personajes más complicados que hay. Y no, no por amargado, histérico o sangrón, sino que es un tipo tan ecuánime que rara vez suelta 'la nota', rara vez da una declaración explosiva o candente, esa 'carnita' de la cual los medios vivimos, esa frase que muchas veces es el madrazo que hay que soltar. Ante esto, sus entrevistas suelen ser monótonas y aburridas… extraña y rara vez da de qué hablar.

Tras su llegada a Manchester, Chicharito se convirtió en el foco principal de nuestra agenda. Era imprescindible que tuviéramos en nuestra portada algo, lo que fuera, de Javier Hernández. Había que exaltarlo, subirlo de nivel, mamarlo si así lo quieren ver. ¿Querías tráfico? Critícalo, aunque no lo mereciera. ¿Querías tiempo de estancia en la página? Sube cuanto gol pudieras a tu sitio. ¿Querías nuevos usuarios? Crea algún contenido gráfico o del llamado infotenimiento en el cual él sea tu actor principal. ¿Buscábamos ser fuertes en redes? Nunca pongas un tweet sin el hashtag de #MartesDeChicharito… y por supuesto, ¿quieres vender? Saca ese chisme y ese rumor, improbable 100%, sobre él, sobre una frase que no dijo, un rumor o una transferencia.

Si por los medios fuera, Chicharito ya sería el primer futbolista que jugó en los cinco continentes. Lo han involucrado con la MLS, con la Premier, Calcio, La Liga… en torneos turcos, belgas, griegos, árabes y chinos. Como cedido, como moneda de cambio o como venta definitiva. No importa el momento que pase, si jugaba, era porque era muy bueno y tenía que ir a un club mejor, si no lo hacía, porque había que meterlo a un equipo donde el técnico lo quisiera. Hoy, que ya no está en el Manchester United, y que brilla en Alemania con el Bayer Leverkusen, seguimos tirando chismes entorno a él sobre el próximo club donde debe jugar.

Javier siempre será la manzana de la discordia, el ente que nos haga pelearnos entre reporteros y medios por 'la nota'. La figura a seguir en los 'chacaleos' y en las conferencias de prensa, la primera petición de entrevista cuando el abanico de futbolistas se abre. Chicharito nos ha hecho ser competitivos y ser creativos a la hora de generar información sobre él, a la hora de crear una tendencia en cualquiera de las redes sociales… pero también, nos ha hecho ser mentirosos y amarillistas.

El tráfico en internet nos da de comer a los que nos dedicamos a esto. Todos los días vivimos pendientes de los medidores de audiencia, siempre necesitamos más, ser mejores, competir, ganar. Se puede ser leal y verdadero, la idea de un periodismo sensato existe, y tiene que ser la piedra angular de los que nos dedicamos a esto, pero en el camino, hay muchos hoyos negros que nos hacen trabajar en temas que no son correctos, y ahí, con Javier Hernández, seguimos cayendo siempre.

Javier Hernández nos ha dado mucho, nos ha dado a ganar clics y views, likes, follows e interacción. Siempre, algo de él, vende; nos ha hecho millonarios, nos da de comer y de vender, somos traficantes de su imagen a costa de historias fantásticas, pero también, de chismes dignos de un programa de espectáculos.

Aquel día en el que el Manchester United fichó a Javier Hernández, una parte de nosotros los medios también cambió. Esa mina de oro algún día se habrá de acabar y seguramente encontraremos a otro que la llene y la cubra. No es muy sensato contarlo, pero es lo real.

Hoy, transparentemente se los digo, podré haber dicho verdades o mentiras alrededor de él, pero sé que muchos se meten a esta nota simplemente porque se trata de Javier Hernández, el hombre, y el futbolista, que a un servidor lo ha hecho casi millonario.