Por qué a veces es buena idea aferrarte a tu ex

Piensa un momento en tu ex. Pero en serio. No importa que lo hayáis dejado hace mucho. Puede que ya no os habléis, que hayáis puesto tierra de por medio. O puede que sigáis siendo amigos y os veáis de vez en cuando para tomar un café o una copa de vino.

Solemos creer que la única forma de curar las heridas después de una ruptura es "dejar ir" a esa persona a la que le tenías tanto aprecio. Es una teoría de la que se alimentan infinidad de comedias románticas: el corte de pelo drástico postruptura, las noches de llanto en casa de los amigos o conduciendo a toda velocidad sin rumbo, o cualquier cosa que haría un personaje de Katherine Heigl en una de esas escenas melodramáticas de "comer helado directamente del bote". Pero no es tan simple como parece.

Como terminar una relación es tan horrible, para sobrevivir tienes que sacar el veneno de tu vida. Esto normalmente significa borrar todo rastro de tu ex. Sin embargo, el psicoterapeuta David Braucher descubrió que puedes separar la persona que fue tu pareja de la persona que es ahora. Todo empezó con uno de sus pacientes. "Lo que dijo fue que cada vez que hacía algo bien, imaginaba que su ex se sentía orgullosa de él. Para este paciente, el recuerdo de su ex era como un osito de peluche", señaló Braucher. También dijo que este caso es muy similar a la teoría de "objeto de confort" que plantea el psicoanalista británico Donald Woods Winnicott.

"Cuando este paciente me contó lo de su ex, en realidad estaba hablando de algo que él había creado. No era la persona como tal, sino una parte de él mismo. Es igual que el consuelo que experimenta un niño con su oso de peluche; en realidad, ese alivio viene del niño, no del objeto en sí".

En una publicación del blog Psychology Today, Braucher describe esto como una distinción entre "recuerdos y sentimientos evocados, la imagen interna del ex y los sentimientos generados en su presencia". A decir verdad, suena lógico. Si lo que recuerdas de tu ex es lo bien que follaba y todavía te gusta o te pone, se convierte en una fantasía y deja de ser la persona real que te jodió la vida y se tiró a tu mejor amigo o lo que sea. Esos recuerdos de las veces que tu ex te hizo sentir bien podrían generar más optimismo en tu vida en lugar de pesimismo.

"Aprender a distinguir entre la imagen interna de un ex y la persona real puede ayudarnos a apreciar nuestros propios sentimientos de amor", escribió Braucher. "Aunque nos sintamos heridos y enfadados en la presencia de un ex, en nuestro mundo interno podemos acceder al amor y la compasión por esa misma persona".

Tal vez tenga razón, pero sigue siendo solo una teoría. Helen Fisher, investigadora y antropóloga biológica, no está tan convencida. Helen lleva décadas analizando lo que pasa en nuestros cuerpos cuando estamos enamorados y cuando nos rechazan en el amor. Muchas de sus observaciones sobre el resultado de aferrarte a tu ex se derivan de la forma en que nuestros cerebros procesan el amor y están basadas en lo que observó después de analizar la actividad cerebral de más de 70 personas.

"Realizamos encefalogramas a 15 personas que hacía, de media, 62 días que habían cortado con su pareja y estaban destrozadas. No tienes idea de lo mal que estaban", dijo Helen desde Nueva York. "Descubrimos actividad en la región cerebral ligada a los sentimientos de amor intenso. También descubrimos actividad en la región ligada al apego profundo hacia la pareja, en tres regiones del cerebro relacionadas con la adicción y el deseo intenso, y en una región cerebral relacionada con el dolor físico y la angustia que lo acompaña".

"Por eso, cuando tu pareja te rechaza, tú sigues locamente enamorado de esa persona, le tienes mucho apego, la añoras, no puedes dejar de pensar en ella, estás triste y sientes el dolor físico y la angustia que lo acompaña". No es exactamente la combinación ideal si planeas pasar toda la noche recordando su último beso, la última vez que dejó su olor en tu cama o la primera vez que sentiste ese retortijón en el estómago que confirmó que estabas enamorado.

Nuestros cerebros son órganos tan poderosos que pueden crear el dolor físico que sentimos por el daño emocional pero trabajan de más para comprender por qué terminó una relación. Muchos dicen: 'Debí haberla acompañado en ese viaje' o 'No tendría que haber dicho eso'", dijo Fisher. "Te preguntas: ¿Qué hice mal? ¿Qué podría haber hecho para remediarlo? ¿Qué aprendí de esta experiencia? Por eso tu cerebro se encuentra en tan mal estado".

Ana* dice que le cuesta mucho trabajo ser amiga de sus exparejas y que para eso necesita tiempo. "Por mi experiencia, no puedo ser amiga de mi ex hasta que lo haya sacado por completo de mi sistema y haya aceptado que nada va a volver a pasar con esa persona. Hablo desde la perspectiva de la persona 'rechazada' que tiene el corazón roto pero creo que sirve para ambas partes. No puedes, o no debes, ser amigo de tu ex hasta que esa persona te haya superado".

Según la investigación que Fisher citó en sus propios libros, el duelo por una relación se divide en dos etapas: la de protesta y la de resignación. "Con el tiempo, las regiones cerebrales ligadas al apego se vuelven menos activas y el dolor empieza a desvanecerse. Los recuerdos no se van. Por eso nunca vas a olvidar a esa persona, pero el dolor asociado a esos recuerdos desaparece. Después conoces a alguien y te preguntas por qué lo hiciste en primer lugar", dijo entre risas.

Aunque es posible que algunas personas sean capaces de recordar con cariño los viejos tiempos y convertir a sus ex en un concepto abstracto, otros prefieren deshacerse de esos recuerdos para superar a esa persona. Los dos enfoques utilizan el concepto de fantasía: ya sea para convertir a tu ex en un símbolo que no te atormente e la actualidad o para crear una narrativa que te ayude a sacarlo de tu corazón de una vez por todas.

"He conocido personas que se aferran a sus ex durante años. Hablan de ellos, esperan que vuelvan y a veces los acosan por sus redes sociales e intentan contactar con ellos", dijo Braucher. "Hasta la más mínima respuesta de un ex podría significar semanas y semanas de: '¿Qué habrá querido decir con eso de que me echa de menos? ¿Significa que quiere volver?'". La memoria y la fantasía tienen el poder de chocar "y generar una realidad alternativa", dijo Braucher. Lo que piensas de tu ex dice mucho sobre lo real o lo novelesco que se ha vuelto en tu vida actual y refleja los términos en los que se produjo la ruptura. Bien. Ahora ya puedes dejar de pensar en tu ex; bueno, si quieres.

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