En los karaokes chinos les pagan a mujeres para que se metan anfetas

Captura de pantalla del foro web chino nx123*.

La región al noreste de China está llena de metanfetamina que proviene de Corea del Norte. Sin embargo, debido a las medidas severas que tomaron las autoridades, ahora hay químicos chinos que preparan sus propios lotes y muchos de los ingredientes se producen en el país. Motherboard publicó un artículo sobre la metanfetamina en China: al igual que en EU, hay muchos espacios abiertos en zonas rurales que son perfectos para instalar laboratorios improvisados. En un país donde se trabaja arduamente y los empleados tienen que aguantar jornadas largas y consecutivas, muchas personas consideran que la metanfetamina es un estimulante que les ayuda a ganar más dinero por trabajar horas extra.

La metanfetamina más pura viene en empaques más lujosos. Si visitan un bar karaoke en China, es probable que les ofrezcan un paquete conocido como “patinaje sobre hielo”. En China, a la metanfetamina se le llama “hielo” y la expresión más común para decir que alguien consume metanfetamina es que “patina sobre hielo”. Algunos karaokes en realidad son burdeles, y ya que los usuarios insisten en que la metanfetamina incrementa su deseo sexual y aumenta su energía, no es ninguna sorpresa que la droga haya llegado a la industria del entretenimiento y de la prostitución. Los gerentes ganan dinero extra porque cobran a los clientes para ver voyerismo narcótico. Al parecer, hay hombres que se excitan cuando ven a jovencitas consumiendo metanfetamina.

A pesar de que las chicas de karaoke que consumen metanfetamina ponen en riesgo su salud, no les pagan bien. Jingjing nació en un pueblo agricultor en Jiangsu, una provincia en la costa este de China. Igual que muchos chinos, soñaba con vivir en una de las ciudades principales. Cuando cumplió 27 años logró irse a Shanghai, donde una amiga de su pueblo natal le ayudo a conseguir trabajo en un salón legítimo de masajes. Pero no ganaba mucho y sus cuentas se acumulaban, entonces decidió trabajar por las noches como anfitriona en un karaoke. Poco tiempo después, el dueño del karaoke la ofrecía como chica que consume metanfetamina y una vez que se volvió adicta, el único lugar donde sabía que podía conseguir metanfetamina era el karaoke. Cada que “patinaba sobre hielo” con un cliente, le pagaban 350 yuanes (menos de 750 pesos). Su adicción era cada vez más grave y necesitaba más de lo que le daban en el trabajo. Encontró a un dealer de metanfetamina por internet y su jefe, Isu, le dijo que podía acostarse con los clientes para ganar más dinero.

La educación sobre las drogas en China es casi nula. El Departamento de Propaganda produce muchos carteles que dicen “las drogas son malas”. Sin embargo, como el campo está lleno de los mismos carteles rojos con slogans como “estaciónese de forma civilizada” o “un hijo es suficiente”, la gente los ignora casi todo el tiempo. La información sobre los narcóticos se difunde en forma de estadísticas, como el número de arrestos y la cantidad de drogas que confiscan las autoridades. La gente no está informada sobre los efectos reales de las drogas peligrosas. Jingjing dijo que no tenía idea de lo que la metanfetamina podía hacerle a su cuerpo por que nunca se lo advirtieron ni sus padres ni sus maestros. Siempre que los jóvenes hacen preguntas acerca de las drogas, obtienen respuestas como: “No preguntes sobre cosas malas”. Ella no sabía que cuando se terminaba la euforia, no iba a poder dormir o comer. Su jefe la consentía pero ella no dejaba de bajar de peso. Siempre se sentía cansada. La única razón por la que se presentaba a trabajar ya no era para ganar dinero sino para mantener su adicción.

Jingjing confesó que después de un tiempo la despidieron por que “no se veía lo suficientemente bonita”. A pesar de que su jefe tenía la culpa por iniciarla en la metanfetamina, la culpó a ella por bajar de peso y no cuidar su apariencia. “¿Qué hombre te va a querer?” le preguntó.

Le avergonzaba regresar a casa en su estado demacrado, así que decidió trabajar por webcam. Conoce hombres por internet y estos le pagan por verla consumir metanfetaminas por cámara web.

Captura de pantalla de un reportaje informativo publicado en v.youku.com. 

En julio, un periodista chino se infiltró a un karaoke y logró tomar algunas fotografías de algunas chicas que trabajan en Xi’an, la ciudad que marca el principio de La Ruta de la Seda.

Las autoridades chinas han tomado medidas muy duras. Confiscan grandes cantidades de metanfetamina donde sea que la encuentran. En una redada que se realizó en enero en un pueblo al sureste del país, se llevaron a cabo tres mil operativos policiacos en los que se confiscaron tres toneladas de metanfetamina. El mes pasado, China ejecutó a dos ciudadanos surcoreanos que traficaban metanfetamina norcoreana a China y que planeaban llevarla a Corea del Sur. De hecho, para desgracia de Corea del Norte, China eligió eliminar los narcóticos sintéticos en su guerra contra las drogas.

También capturaron a Jingjing. Intenté contactarla de nuevo pero descubrí que la policía china la arrestó durante una operación encubierta. Uno de los ex compañeros del karaoke donde trabajaba Jingjing me contó que un oficial de policía se presentó como cliente y la incitó a que consumiera metanfetamina frente a la cámara y después pidió verla en un hotel para que le proporcionara servicios sexuales. Cuando llegó Jingjing, la arrestaron. Llamé a la policía de Shanghai para preguntar por ella pero un oficial me respondió: “No podemos hablar sobre esto pero si estaba usando “hielo”, entonces es una delincuente. No podemos hablar sobre los delincuentes”. El oficial de la policía no me pudo confirmar si a Jingjing en realidad se le acusaba por algún delito.

No hay duda de que la metanfetamina destruye vidas. Sin embargo, los chinos estigmatizan enormemente la adicción a las drogas, por lo que el castigo para los drogadictos que atrapan puede ser demasiado severo. Está escrito en papel que China abolió los programas de “reforma por medio de trabajo” el año pasado, aunque la realidad es que los campos de trabajo se convirtieron en centros de rehabilitación forzada en los que se obliga a los internos a trabajar sin paga en las fábricas y se les puede recluir por años sin juicio alguno (un castigo que antes se reservaba para los presos políticos o religiosos).

En China, a los adictos no se les ofrece rehabilitación ni terapia. En vez de eso, se les trata como enemigos del estado. Éste es el destino que Jingjing tendrá que enfrentar cuando salga de su encarcelamiento secreto.

NOTA: La imagen miniatura fue borrada poco después de que el autor la obtuvo, así que no se puede autentificar. No se trata de “Jingjing”, quien habló en forma anónima.