El último día de GG Allin

Nunca le presté mucha atención a GG Allin cuando estaba vivo porque creía que era un güey sin talento que buscaba hacer cualquier cosa por llamar la atención. Por la misma razón, nunca me interesó su música y evité leer cualquier cosa que escribieran sobre él. Comparado con los Ramones, que eran mis amigos, ¿qué podría ofrecerme Allin? GG parecía un caos espectacular que sólo ocupaba espacio hasta que se suicidó. Realmente no necesitaba más basura en mi vida. Después de que GG murió, mi mejor amigo Tom Hearn me contó que había salido con GG algunas veces en New Heaven, Connecticut, y que en en realidad era un buen tipo.

“¿En serio?” Le pregunté a Tom, intrigado por dejar que mis nociones preconcebidas me hayan alejado de conocer a Allin. Amo cuando mis ideas prejuiciosas se hacen añicos y tengo que dar otro vistazo.

“Sí” me dijo, “Era un increíble hijo de puta en el escenario, sólo peleando, gritando y cagándose en todo el mundo, pero fuera del escenario era un tipo bastante agradable. Era como una versión más violenta y jodida de Joey Ramone. ¿Recuerdas cómo Joey se ponía en el escenario y luego cuando salíamos con él era tremendamente gracioso? GG era algo así… “

“Hmm, puede que haya estado mal acerca de este güey…", pensé.

Mientras hacia un tour de lectura en el sur durante el invierno pasado, me hice amigo de Johnny Puke, de Charleston, California del Sur. En ese lugar él administra y maneja “The Tin Roof”, un divertido y mugroso club de punk. Johnny me platicó que él estaba con GG la noche en que murió y creí que sería una historia interesante para grabar. Así que le pregunté a Johnny si podía entrevistarlo alguna vez. Johnny aceptó y el octubre pasado, justo cuando empezó a ponerse muy frio afuera, regresé a Charleston para entrevistarlo. Aquí el reporte.

El objetivo final de GG —el cual pretendía llevar a cabo antes de ir a prisión— era hacer su último performance en Halloween de 1991 y suicidarse en el escenario. El rumor se esparció y las personas empezaron hacer planes para encontrar el lugar en donde iba a ser el show. Todas estas personas querían ver morir a GG o por lo menos saber que iba a pasar. Pero lo que pasó, por supuesto, fue que la noche de Halloween él estaba en prisión como el resto de los años siguientes, así que su promesa fue nula y no se cumplió.

Escuché hablar de GG mucho antes de eso gracias a la revista Maximum Rocknroll, aunque en sus publicaciones sólo decían que era un pendejo vil y ofensivo que no merecía nuestro tiempo. Cuando eres un niño tomas muy en serio lo que Maximum Rocknroll tiene que decir, ya que eran los que tenían la última palabra en el punk. Pero cuando entré a la universidad comencé a pensar más allá de lo que las revistas punk decían que debería creer.

Comencé a escribirle a GG y nos volvimos amigos a través de correos. Seguramente le escribí más de cien cartas. Él no vivía particularmente en algún lugar. Se quedaba en Chicago con una chica bastante chingona, Sharon Rose, quien mantuvo una dirección permanente para él. En ese tiempo no estaba tocando mucho, pero un día me escribió para decirme que se presentaría en Nueva York para dar algunos shows y me invitó. Yo estaba probablemente a 12 o 13 horas de distancia en carro, aún así decidí hacerlo porque esta sería mi gran entrada al mundo del punk.

Cuando GG salió de prisión, el rumor se reanudó y todo el mundo buscaba la forma de verlo suicidarse. Hablé un poco del tema con él, pero nunca fue muy abierto conmigo. A veces me daba respuestas vagas, una vez comentó que el fuego iba a estar envuelto. Me insinuó que podría llevarse a algunas personas con él. Merle, su hermano mayor, aseguraba que los Murder Junkies no iban a estar en el acto final, ya que no tocaría sabiendo que su hermano se suicidaría en ese show.

Para 1992 ya estaba viviendo en Nueva York. Comencé a frecuentar a GG y a Dee Dee Ramone, que vivía en el hotel Chelsea en ese momento. Dee Dee iba a ser el guitarrista de la banda de GG, pero sólo duró una semana, obviamente eso no iba a funcionar.

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