FYI.

This story is over 5 years old.

Noticias

Guía VICE para el votante primíparo

La democracia está llena de corrupción, de compra de votos, de amenazas, de cagadas... Por todo eso, en VICE creemos que es importante tener un voto libre e informado. Acá una guía para el que nunca ha salido a ejercer su derecho.

Aunque las campañas estén sosas (bien sosas) y en los debates no se haya dicho ni hecho mayor cosa útil para saber por quién votar, y aunque haya gente repartiendo volantes que uno después tira a la basura y carros circulando con mensajes a viva voz que nadie oye, las elecciones se vienen con toda dentro de 20 días y no hay fuerza divina ni natural que las frene: nos tocó asumir ese chicharrón.

Desde ya podríamos quedarnos quietos, no hacer nada, dejar que la tormenta pase y sobrevivirla mientras nos quejamos de ella. Podríamos burlarnos de la impertinencia de Pacho Santos al decir en una cuña radial que los de las Farc pagarán cárcel si él sale elegido como alcalde de Bogotá (¿por qué mientes así, Pacho?) o preocuparnos mucho por las "cruzadas" que promete Enrique Peñalosa para "limpiar" la ciudad de lo que él crea que es digno de "limpiar". Podríamos despacharnos de igual forma contra Clara López por su silencio frente a las embarradas del Polo Democrático o de Rafael Pardo, simplemente por su silencio, a secas, porque no habla. O burlarnos de todos ellos, de su apariencia física, de sus formas de hablar.

Publicidad

O concentrarnos en cosas más serias, como averiguar qué tan podrida está la democracia en Colombia y hablar sobre el 1,1 millón de cédulas anuladas para estas elecciones por estar inscritas en municipios distintos a donde viven las personas (he ahí la compra y venta tan hijueputa de votos que hay en Colombia), relatar las vidas de los políticos que usan sus poderes inmensos para que amigos de ellos se queden en el mismo puesto, como han llegado las denuncias hacia el alcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, y su supuesta ayuda con el señor Rafael Martínez, quien puntea en las encuestas de esa ciudad.

En Colombia hay exactamente 268 municipios que están en riesgo electoral (susceptibles de que allá se compren votos, de que amenacen a la gente por las malas a inclinarse por un candidato): esa es, a la larga, nuestra democracia. En VICE creemos que una de las formas de ganarle ese espacio a los tiburones que están dispuestos a masticar y luego escupir tus huesos es saliendo a votar de forma autónoma e independiente.

Por eso diseñamos esta guía para el votante que va por primera vez a las urnas.

Foto vía Flickr

¿Ya te registraste? ¿No? ¿Puedes ir a votar?

Veinte días antes de las elecciones el ambiente está tranquilo: hoy todo es relativo y lejano, aburrido, incluso. Pero el calor se sentirá, como siempre. Unos cinco días antes de que declaren la Ley Seca en el país, todos estarán hablando de las elecciones, les hayan o no pagado para eso. Nuestros papás, primos, tíos, amigos. Y el taxista. Y el conductor del bus. Y el viejito de la tienda… A veces es insoportable estar en medio de una reunión y no saber de lo que las personas hablan. Y es peor cuando la información estuvo ahí, cuando pudimos haber hecho parte.

Publicidad

Por eso, cuando te levantes ese día eructando cerveza y porro, habiendo violado la Ley Seca con estilo (ya hablaremos de eso puntualmente, porque, en medio de tanta vaina, es de lo más ridículo para estar cuidando en medio de tanta podredumbre), prendiendo el televisor y diciendo que ahí se fue tu oportunidad para decidir y ganarle a los corruptos, es mejor saber qué hacer si no te inscribiste. ¿Ir a Corferias? No. Es mejor que ingreses acá y digites tu cédula en el apartado "Mesa de votación". Dependiendo de la fecha de expedición puede que haya otro lugar designado para ti. O que no lo haya. Haz eso ya mismo.

Pierde el miedo

Foto vía Flickr

Esto de ir a votar es putamente fácil. Vas al puesto, miras las listas que están afuera, ubicas la mesa, le pides al jurado un talonario y pones en un cubículo una equis encima del candidato que prefieras. En caso de que veas gente haciéndole propaganda a candidatos, o viejos malolientes repartiendo empanadas a la entrada, repórtalo al jurado que sea presidente de una de las mesas.

Fin. Lo difícil es saber por quién votar. Para eso hace falta más lectura. ¿Y el Concejo? ¿Y el gobernador? ¿Y los ediles? ¿Y los diputados? ¿Y las Juntas Administradoras Locales? Bueno, todo eso también entra este 25 de octubre. Mejor no marearse y seguir leyendo esta guía.

No seas ese payaso que vive orgulloso de no votar nunca

"Nunca he votado en mi vida". "Todos los políticos son corruptos". "Para qué votar si las elecciones se las van a robar otra vez". Aunque parezcan sabios, la mayoría de quienes usan estas frases aprendidas de memoria no tienen ni puta idea de lo que están hablando. No votar es una actitud válida y respetable, claro, ya sabemos que la democracia que tenemos no es la ideal, y también que el sistema es corruptible y está lleno de hijueputas. Ya sabemos. Por eso, qué pereza dan esos manes que se creen mejores que los demás por no hacer parte del "sistema", por estar fuera de él, por no seguir al rebaño. Ese discurso dejémoslo en manos de Fernando Vallejo, el único que le saca réditos monetarios.

Publicidad

Tampoco seas ese payaso que vive orgulloso de votar

Está bien. Sí es un ejercicio democrático en funcionamiento y sí es una responsabilidad ciudadana llevada a cabo. Pero ya. No eres mejor que el que no lo ejerce. Calladitos, ambos se ven mucho mejor.

Que nadie guíe tu voto

Las prioridades de cada persona son distintas. Es mejor construirlas con criterio. Así que no salgas a votar, primero, por el mismo candidato que van a votar tus padres, ya que ellos tienen una forma de pensar construida con años de embarradas y con criterios subjetivos, ni tampoco comisiones a tu amigo "experto" en política para que te diga cuál es el mejor candidato. Los "expertos" en política sí que tienen sesgos y mañas. Así que no, no es tu amigo abogado y politólogo que oye radio todos los días el que debe decidir por ti: eres tú y tus gustos y tus preferencias. Ya en esta democracia a muchos les dicen por quién votar para que tú seas uno más de ese grupo.

No te hundas en las tendencias de Twitter

En Twitter hay cosas útiles. Unas pocas. El resto son patrañas. Qué mamera, además, esas discusiones de 10 tweets a razón de 140 miserables caracteres cada uno. ¿No? Son inmamables.

Sobrevivir la Ley Seca

Probablemente la parte que más nos divierte de las elecciones: ir a un supermercado (o a la tienda o a un estanco), usar la cédula con orgullo, y luego comprar una cantidad de trago como para guardar para otra fiesta. Es una maravilla. Lo recomendado es que al otro día te tomes tu mejor fórmula para el guayabo (Gatorade con un Alka Seltzer adentro, ¿y por qué no?) y vayas temprano a votar. No hay nada más emputante en la vida que estar en la fila de votación y que le cierren a uno las urnas porque ya dieron las cuatro de la tarde. A madrugar, borrachín.

Publicidad

Lee noticias

Mira, lee, oye, infórmate. "Yo no hablo de política" siempre es una salida digna, pero si tomas alguna postura contraria a esa (la que sea), es mejor estar medianamente informado. Ya sabemos que las noticias son aburridas en casi todos los casos y sentidos, pero tal vez el mejor momento (el más apasionante al menos) para meterse en ellas sea las elecciones. Adelante.

Conoce a los candidatos

Leer propuestas de gobierno da mucha pereza. No se trata solamente de una pereza mental por parte de los electores sino sobretodo de lo tediosos y largos (y llenos de lugares comunes) que son los programas de gobierno. Dos páginas y uno ya está bostezando, o emputado, o ambas. Por eso, hay gente que se ha puesto a la tarea de desmenuzarlas desde lo importante: ya sea con preguntas, que acerquen los intereses de los electores a las propuestas de los elegibles, o por medio de perfiles completos de los candidatos, que examinan temas específicos de sus propuestas. Ahí les dejamos nuestros dos favoritos. Ya (casi que) no hay excusa.

¿Para qué sirven los ediles, los concejales y los diputados?

Foto vía Flickr

Difícil. Más difícil cuando nos enteramos de que la Encuesta de Percepción Ciudadana indica que un 25% de los ciudadanos no saben que el Concejo existe. Bueno, existe y hace cosas. Se paga, además, con la plata de todos. Tú puedes decidir a qué darle prelación: puedes no votar por ninguno de ellos y que varios carevergas, que seguramente consiguieron el puesto a punta de clientelismo se sienten allá a ganar plata facilito, o entender y votar por alguien honesto. Acá les hacemos un resumen de quiénes son y para qué sirven.

Publicidad

Los ediles: conforman las Juntas Administradoras Locales. Hay una por cada localidad de Bogotá. Ellos son los que mandan en el barrio y aterrizan las propuestas del alcalde en cuanto a obras, servicios públicos, inversión del presupuesto global, entre otras. Así que la próxima vez que llegue un desconocido a postularse de edil, pregúntenle por estas cosas. Busquen a uno que pueda cumplirlas.

Los concejales: tienen funciones administrativas como fijar el presupuesto. También le cantan la tabla al alcalde (mejor elijan gente competente para eso), eligen funcionarios de control y establecen, reforman o eliminan impuestos.

Los diputados: tienen las mismas funciones de los concejales, pero en el departamento, con el gobernador.

¿De verdad queremos tener a corruptos o incompetentes en estos cargos? Tal vez no.

Hay, de todas formas, un premio

Si no te basta con ser parte de la escena democrática o ejercer tus derechos como ciudadano, ahí te va un incentivo extra: con el certificado electoral hay media jornada libre en el trabajo, de acuerdo con el Artículo 3º de la ley 403 de 1997. Si trabajas, pues, venga, pacta con tu jefe cómo va a ser eso. Es un mes después de la elección. De igual forma, algunas universidades públicas reciben esa prueba para un descuento en la matrícula. Pues venga también: un premio monetario. La democracia, como vemos, no se trata de cargar un muerto encima.

¿Eres jurado de votación?

Bueno, ojalá no. Y ojalá nunca: quien sale elegido una vez tiende a vivir el resto de su vida útil en una mesa con desconocidos contando votos y buscando cédulas. De verdad, te deseamos la mejor suerte del mundo cuando digites tu cédula en esta página. Si sales elegido, no hay excusa. Buena suerte.

Que esta no sea tu última actividad política hasta la próxima ronda electoral

No tiene mucho sentido que te dé una fiebre de interés político de aquí al 25 de octubre y luego se te baje. Es medio estúpido que tu último acto político sea poner en Facebook un estatus diciendo que ya votaste y que ojalá gane tu candidato. Hay más. La política, ese juego en el que unos pocos deciden por todos nosotros, sucede más o menos todo el tiempo. Así que no se trata de prender el televisor y burlarse de la apariencia física del alcalde, sino saber por qué no te gusta. Y, sobre todo, ya en estas, pedirle rendición de cuentas, saber en qué van sus propuestas de campaña, firmar revocatorias para tumbarlo… Hay muchas cosas que hacer como primíparo para ayudar a reformar este sistema. Bienvenido a la carnicería democrática.