La colombiana detrás del documental Non Stop de Gogol Bordello

A propósito de la proyección de su documental Gogol Boderllo Non Stop en el próximo festival de cine documental musical In-Edit, decidimos hablar con la talentosísima cineasta Margarita Jimeno (comparte sangre con Gabi Jimeno, de Balancer), sobre la anecdótica travesía de seguir durante cinco años a una banda que pasó del underground neoyorquino, a convertirse en uno de los fenómenos musicales más interesantes y desenfrenados de la escena "gypsy-punk-árabe-crossover" global. Nos contó, en detalle, sobre la aventura, la alternativa bogotana de los 90, la fuerza del instinto y el poder de una gran historia.

VICE: ¿Por qué Gogol Bordello?

Margarita Jimeno: Cuando me gradué de la escuela de cine en el año ya "de upa" (2001), me gustaba ir a un bar en Chinatown, ahora está en el Lower East Side, que se llama Bulgarian Bar, como era gran fan de las pelis de Kusturica una amiga Rusa me llevó allá. Me recordaba la energía y la estética de los bares alternativos en Bogotá de principios de los 90. Vértigo, Campo Elias, Barbie, Barbarie (todos los bares de Hector Buitrago, gracias a él tuvimos una escena de rock paralela a lo que ocurría por fuera, casi igual a la peli 24 hour party people pero en Bogotá), TVG, Music Factory (aunque este era menos alternativo y en algunos círculos no bien visto terminar ahí) etc.

Aquí el Dj era un Ukraniano loco desenfrenado, Eugene Hütz, que básicamente tomaba lista de quien venía y quien no venia todas las semanas a su fiesta gitano-punk-árabe-ruso-crossover. La gente que asistía religiosamente a esta fiesta era muy diversa, desde inmigrantes de Europa del este hasta la gente más trendy (lo que llaman hoy "hipster") del "downtown" neoyorquino, pasando por punks, latinos y gitanos. Se me ocurrió que podía hacer un documental corto durante el verano sobre Dj Hütz y la fiesta. Cuando le preguntéa Eugene me dijo que sólo con la condición de que su banda Gogol Bordello también tenía que ser parte de la filmación. En ese momento pensé que era el comportamiento arrogante típico de los rusos y que tendría que "seguirle la cuerda" y respirar profundo para tener acceso a la fiesta. Pero cuando me invitó a ver su banda en vivo, me di cuenta de que era yo la que me estaba perdiendo de una súper banda con un show excelente. Al principio la banda tenía una especie de show teatral surrealista, como "immersive theatre" en donde el público también participaba del show. La fiesta en el bar Búlgaro era una pequeña extensión que en realidad le permitía a Eugene vivir en Nueva York. Y así comencé a filmar a Gogol Bordello poco a poco en su desarrollo de banda local a banda de gira internacional. Nunca me imaginé que duraría filmándolos más de cinco años….

¿En qué momento decides que vas a seguir los pasos de la banda y cuál fue la motivación?

Después de ese verano me di cuenta de que no tenía suficiente material para editar y contar algo bien jugoso, así que decidí seguir filmando. Durante ese tiempo de producción siempre hablaba con ellos, y seguí asistiendo religiosamente a las fiestas semanales de Eugene en el bar Búlgaro. Así me mantuve al tanto de lo que ocurría con Gogol Bordello constantemente y decidía qué quería filmar.En algún momento cuando ya tenia muchas horas y casettes empecé a organizar el material para editar. Y de ahí escribí un tratamiento y empecé a filmar solo cosas que me hacían falta para contar la historia.

¿Cómo funcionó el tema de seguirlos?

Todos vivían en Nueva York y no eran tan famosos, sus giras eran solo uno o dos meses de vez en cuando. Pero de repente todo empezó a cambiar cuando Eugene actuó en la película Everything is Illuminated. Ahora no solo tenían fans devotos, sino que estaba toda la industria detrás de ellos. Eso fue lo mas difícil, lidiar con managers, abogados y celebridades que ahora empezaron a hacer parte del círculo de la banda.

Claramente no hay un guión previo para la realización de este documental. Pero me pregunto, ¿cómo funcionó este tema? ¿Cuál es la hoja de ruta? ¿Qué determinó, por ejemplo, el final de la película?

Aunque no hubo un guión per se, sí hubo un momento de reflexión sobre la historia que quería contar. Escribí un tratamiento para no seguir filmado por filmar, y los últimos rodajes fueron escogiendo eventos que profundizaban en un tema que me interesaba dentro de mi guión. De todas formas durante el rodaje siempre mantuve el espíritu de espontaneidad. El final de la película de hecho es una de las primeras entrevistas que filmé con Eugene años antes de la fama. Es una entrevista bonita donde dice que con o sin fama él ya la pasa increíble y no necesita nada más que un tambor.

¿Hubo algún momento que se te haya quedado por fuera de grabación, o fuera de la película, y que te haga morder la almohada por no tenerlo?

No, al contrario, tengo más material del que pude usar en el corte final. Pero como dicen en el mundo del cine, "kill your darlings", es decir, hay que deshacerse de material precioso e indulgente por el bien de la obra final. Este dicho viene del mundo literario y aunque citan a varios escritores famosos como Faulkner, Chekhov y hasta Ginsberg como autor de esta frase, el autor es un escritor inglés no muy conocido.

Seguir a una banda, y más a una como Gogol, durante cinco años, debe ser todo un desafío para tu paciencia. ¿Qué, en últimas, te motivaba a seguir apuntando la cámara?

¡Acabar la película! La vida de la gente no cambia tan rápido, así que fue necesario ese tiempo para poder ver un cambio contundente en la vida de la banda. En términos de producción fue fácil porque en general era yo sola con una cámara y dos micrófonos. Así que no tenía que esperar a nadie para que me ayudara, en la banda ya estaban acostumbrados a verme de vez en cuando con cámara en mano. Y durante ese tiempo yo trabajé en otras películas también, no era algo que hacía de tiempo completo, entonces fue agradable.

¿Lo volverías a hacer?

Con otra banda ahora no sé, pero si es una pregunta sobre mi pasado, ¡claro que sí!

¿A quién más perseguirías durante tanto tiempo para realizar un documental?

Fue más un seguimiento que una persecución. Ni idea a quién o qué seguiría. Lo importante para mí es entender las necesidades de una película, que a veces van mas allá de mi comodidad. Creo que el "estar cómodo" en general es algo que me repele, prefiero ponerme en situaciones que me den experiencias y esas son las menos cómodas. Por otro lado hay una energía especial cuando todo se da para un proyecto, durante el proceso de crear no se puede dormir, solo se piensa en ese proyecto. Quizás suene maniaco pero a veces crear arte es un estado maniaco y si uno le abre la puerta a ciertos proyectos solo dejan de "joder" cuando ya están terminados y aun así, por ejemplo en este caso, la peli de Gogol salió en el 2009 y seis años después no ha habido un solo año sin que la peli no se haya mostrado en alguna parte o que me llegue un email con alguna petición. La película que acabo de rodar, OTTO, estuvo tres años en desarrollo y producción lo cual es muy normal en la industria del cine.

Un maestro del documental que te haya inspirado y que nadie debe ignorar.

Agnes Varda y Werner Herzog han sido mis guías. De hecho hice parte de la primera clase de la escuela de cine creada por Werner, The Rogue Film School, y estuvo bastante divertido pasar tres días enteros con el maestro más demente que he tenido, pero el más genial.

Para la época en que grabaste el documental, hubo un estallido de la nueva música gipsy en el mundo, de la mano principalmente de esta banda. ¿Lo veías venir? ¿Fue esto una motivación para seguir adelante con el proyecto?

Justo en el 2002 trabajé por más de un año en un documental que se llama Gypsy Caravan con los mejores representantes de la música romaní y estaba muy contenta por que por fin sabía los nombres de todas esas canciones y de las bandas que Eugene ponía en el bar Búlgaro. Varias veces le pregunte a Eugene nombres de esas canciones –y en esa época no había Shazam- y su respuesta casi siempre era o ignorarme o ¡decirme que vendía un mix por $50 dólares! Muy ruso él. Luego me contó que de hecho había vendido varios mixes y que un día fue a comprar zapatos a una tienda muy fifí en el Soho donde estaban poniendo una música increíble, Fanfare Ciocarlia, Kolpakov, Manu Chao y de repente se dio cuenta en donde había terminado uno de sus mixes (risas). En realidad la música romaní ha tenido varias olas en los últimos 20 años, que yo sepa, y la primera sobre todo en Europa fue gracias a las pelis de Emir Kusturica y Tony Gatlif. De ahí salió toda una generación que empezó a mezclar música romaní con otros géneros. Pero igual por esos lados es algo muy normal ir por la calle y escuchar un acordeonista romaní y no solo en Europa del Este, en Paris o en Francia en general hay por todos lados gente tocando esta música. Así que para nosotros de las Américas es algo más exótico pero a la vez nos conectamos muy fácil porque somos muy musicales y es imposible ignorar la buena música. Así que no se me hizo nada raro que esta tercera ola sucediera. En general hago las cosas por mi propia motivación e iniciativa y no necesito aprobación de nadie ni nada. De hecho mucha gente no creía ni en Gogol Bordello, ni en mi película, así que fue más bien terquedad mía o instinto lo que me guió. En mi experiencia el instinto siempre es la mejor guía.

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In-Edit Presenta:Gogol Bordello Non stop
¿Dónde? Cine Tonalá - Sala Kubrik
¿Cuándo?Jueves 16 de abril / 7:30 p.m.

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Prepárese para vivir lo mejor del cine documental musical en la segunda edición del Festival In-Edit, que estará en Bogotá del 15 al 22 de abril y en Medellín en mayo. Consulte la página oficial, vea el trailer aquí y agéndese desde ya.

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