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El programa no deja de ser una especie de "Alaska y Mario" de ese territorio comanche que es el universo "Sálvame". Dan ganas de opositar para auxiliar administrativo y olvidarse de todo. Pero vamos a analizar lo visto anoche al detalle, porque la cosa no tuvo desperdicio.Todo el programa turba. Digámoslo así para suavizarlo un poco, porque en realidad acojona mucho más que si fuera un melodramón gore. O una snuff movie del chafardeo de luxe, del más patético ombliguismo y de la multichorrada catódica extrema. O sea. Casi todo en él espanta. Porque en realidad, ¿a quién puede interesar el día a día de estas dos petardas con ínfulas kardashianas? ¿Tan idiotas somos? ¿Nos hemos vuelto locos, de repente, o algo así?
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Confunde Terelu los platos con los platós. Y, de esta manera, acaba por desorientarnos a todos. Cualquier parecido con la realidad, en este 'Las Campos' de egocentrismo desaforado, es la puñetera irrealidad. Y no interesa, por no interesar, ni a las propias Campos, dedicadas a fingir glamour entre bostezo y bostezo.
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